“Hay dos tipos de personas: las vivas y las zombis; las vivas son eso, gente normal; las zombis son personas que se murieron a los 30, a los 40, a los 60…. ¡aunque los entierren a los 90!”
Carlos Andreu
“Cada vez que digo algo, o no escuchas, o no te interesa, o no lo entiendes, o te pones mal, o no me das ninguna solución,
o tengo yo la culpa”
Comunicación: Escuchar, Hacer preguntas inteligentes,
Decir con las palabras y los gestos cosas que aporten siempre algo
Hay mucha gente que se cruza en tu propio camino y sabotea tu éxito, que hace que sus miedos te aparten de la grandeza, que sus limitaciones se conviertan en cadenas, que se vuelven en tus peores enemigos
Robin Sharma
¿Te suenan estas frases?. Estoy seguro de que sí. La forma de relacionarnos con los demás condiciona nuestra satisfacción personal y profesional y, a veces, como la relación es cosa de dos, nos encontramos con personas con las que es complicado comunicarse de forma efectiva y placentera y mantener conversaciones productivas. Seguramente, entonces, estamos ante personas a las que podríamos llamar tóxicas, por cuanto desestabilizan las interacciones con otras personas. Son gente con la que tal vez no congeniemos, pero con la que nos es necesario contar.
La clave es identificar la situación, autoprotegernos para que ésta no nos desborde y pensar que toda relación siempre tiene algo de bueno que nos enriquece. A ello se enfocan las líneas que siguen.
QUÉ ES UNA PERSONA TÓXICA?:
Podemos catalogar a la persona tóxica como la típica persona con la que es difícil congeniar, que te bloquea, que es un estorbo antes que una ayuda; vamos, que te da el día.
No son, en general, mala gente. Son personas que, de una u otra forma, se autoalimentan en sus malos hábitos, reprimen su potencial y, lo peor, influyen negativamente en los demás. Como te juntes con una de ellas, te estropea el ánimo, pues las emociones negativas duran un tiempo (180 minutos dicen algunos, aunque esto no es siempre así ni es trascendente la cifra exacta). Y lo malo es que, infelizmente, nos las encontramos por todas partes. Mas, afortunadamente, algo podemos hacer al respecto.
CÓMO IDENTIFICARLA:
No todas las personas con las que nos relacionemos se pueden catalogar de tóxicas. Mas bien la mayoría no o son, ni siquiera las que tienen problemas y dificultades en sus vidas. ¿Cómo distinguir, pues, entre una persona con problemas y una persona tóxica?. Una persona que simplemente comenta sus problemas admite palabras positivas de su interlocutor y sabe escuchar. La persona tóxica, por el contrario, no escucha, ni le interesan lo más mínimo tus problemas; solo quiere hablar de si misma y no admite nada positivo.
He aquí algunos de los grandes rasgos de la gente tóxica:
- Negativa
- Absorbente
- Ególatra
- Pasota
- Llena de obsesiones
- Da feed-back evaluativo (y, de normal, negativo)
- No escucha
Estos rasgos ayudan a saber que estamos ante una persona que nos puede dar el rato, lo mismo que algunos de sus comportamientos:
- No habla….. riñe
- No observa…. fiscaliza
- No pregunta… interroga
- No pide… exige
- No escucha…. oye (si oye)
- No mira…. controla
- No hace pensar… persuade
- No supera sus miedos
- No tiene fe en sí misma
- No hacen porque las cosas sucedan (antes al contrario, en lugar de preactivos son reactivos)
- Tienen tendencia a ver el lado malo de las cosas
También identificamos a este tipo de personas por sus frases favoritas, habitualmente del tipo “no funcionará”, “no se puede hacer así”, “no lo aceptarán”, “será demasiado caro”, “no tenemos tiempo para ello”, “seguro que a otros ya se les ha ocurrido”, “dice”, “digo”, “pues yo…”, etc…
Claro está: espero que no. Más, por si acaso, sigue leyendo en nuestro próximo artículo.
Francisco de Asís Bonora Xerri
Consultor-Formador de Grupo P&A en Calidad y Personas
Consultor-Formador de Grupo P&A en Calidad y Personas