La productividad global es un indicador de gestión que con mayor exactitud nos va a decir cómo marcha la compañía, indicándonos si se está llevando a cabo una buena administración de la empresa, la posición respecto a la competencia, la aparición de cambios positivos o negativo en cuanto a productividad, el grado de adecuación del reparto de las tareas, la necesidad de adquirir nuevos recursos materiales…
Los resultados sobre la productividad global, bien evaluados, nos permiten realizar un escáner completo de la eficiencia de la organización; el problema radica en que su cálculo no es tan sencillo como parece ‘a priori’, pues para obtener la mayor exactitud posible hay que incluir aspectos intangibles y con diferentes cuantificaciones en la fórmula.
La suma de la productividad de procesos
A rasgos generales, mientras el índice de productividad de un proceso es el cociente entre producción de este (generalmente el trabajo) y el gasto o consumo del mismo, el índice de productividad global se representa como la división de la productividad y el consumo de todos los factores.
Productividad (de trabajo) = Producción obtenida / Unidades de factor trabajo empleadas
Productividad Global = Producción obtenida / Factores utilizados
Pongamos el ejemplo de una conservera, en la que 5 operarios a jornada completa producen a diario 10.000 latas de conserva de un kilo, que se venden en el mercado a un euro cada una. Para ello, se requieren 10 máquinas diferentes y 10.000 kilogramos de materia prima. En cuanto al gasto, los trabajadores cobran 10 euros la hora, el alquiler de la máquina es de 500 euros al día y la materia prima tiene un precio de 3 euros por kilo.
En este caso, el índice de productividad de la fabricación sería el siguiente:
10.000*1/(5*(10*8)+500+(10.000*3)=2,564
En el momento en el que se varíe alguno de los factores, contratando más gente, reemplazando las máquinas o mejorando el precio de la materia prima, por ejemplo, el resultado variará. En cualquier caso, la productividad será positiva si es superior a 1 y negativa si se sitúa por debajo.
El cálculo de la productividad global
Las dificultades para obtener la productividad global aparecen cuando hay que mezclar diferentes índices de procesos, con unidades de medida heterogéneas, y tratar de calcular aspectos intangibles.
Al más sencillo ejemplo del área de fabricación habrá que añadir otros aspectos menos cuantificables. ¿Cómo valoramos la productividad de los empleados de atención al cliente? ¿Cómo han influido los planes de capacitación en el desempeño de la plantilla? ¿Cómo evaluamos el trabajo de los directivos?… En estos casos, sus roles no conllevan un ingreso directo y su aportación a la empresa será analizada a través de otros parámetros, como evaluaciones de desempeño o estadísticas de reclamaciones del cliente.
Por ello, para obtener el dato de la productividad global de la compañía habrá que convertir todos los componentes en una unidad de medida común (monetaria, generalmente), multiplicando cada unidad por su precio.
Productividad Global = Valor de la producción / Valor de los factores empleados
De ahí que obtener un dato exacto sobre la productividad global sea prácticamente imposible, dada la multitud de aspectos tan diversos e inmateriales que interactúan en la actividad empresarial. No obstante, a mayor número de factores evaluados, más fidedignos serán los resultados.