El acortamiento del ciclo de vida de los productos, la mayor competitividad o la creciente movilidad de los profesionales entre diferentes compañías obligan a las organizaciones a buscar nuevos enfoques para una renovación constante en la empresa que les permita mantener su posición en el mercado.
Así, frente al modelo cerrado donde las ideas provienen del seno de la organización, en la actualidad coge fuerza el método de innovación abierta. De hecho, el 45% de las compañías españolas asegura que está considerando contar con la participación de startups como fórmula para innovar, según refleja el II Termómetro del Middle Market en España.
El origen de la innovación abierta
En un entorno de cambio frenético, la innovación se ha convertido en la clave del éxito. Ahora bien, debemos cuestionarnos dónde hay más talento: dentro o fuera de la organización. Por magnífico y numeroso que sea el capital humano de una compañía, en el exterior existen muchísimos más recursos y fuentes para conseguir la renovación constante de la empresa. ¿Por qué no aprovecharlos?
Así, mientras que el sistema tradicional basa todo el proceso creativo en el conocimiento científico y tecnológico interno, en el modelo de innovación abierta la renovación constante en la empresa se abre al resto de la sociedad. “Con la innovación abierta, los límites de la organización se vuelven permeables, más líquidos, permitiendo la relación y la integración de los recursos de la compañía con otros provenientes del exterior”, apunta Ignasi Clos en ¿Qué es la innovación abierta?.
Concepto de innovación abierta
En este sentido, la innovación abierta consiste en “el uso de flujos internos y externos de conocimiento de forma determinada para acelerar la innovación interna y expandir los mercados”, según la definición aportada por el padre de esta metodología, Henry W. Chesbrough, en Open Innovation: A New Paradigm for Understanging Industrial Innovation.
Es decir, aplicando un enfoque outside-in, la innovación abierta consigue la renovación constante en la empresa implicando a todos los stakeholders de la organización, desde los empleados, socios estratégicos y proveedores, hasta competidores, startups, expertos, estudiantes…
“La innovación abierta permite que diferentes grupos e individuos trabajen juntos para crear el mejor y más innovador sistema posible. En esencia, la innovación abierta va más allá de los muros de su propia empresa para innovar conjuntamente con otra organización, equipo o individuo”, expone Jacob Morgan en Why The Future Of Innovation Is Open.
De este modo, gracias a la innovación abierta, es posible potenciar la renovación constante de la empresa, consiguiendo un proceso creativo más ágil y rápido, reduciendo los costes en I+D, asumiendo menos riesgos por la organización y abriendo el proceso creativo a nuevas posibilidades para la explotación comercial del conocimiento.
Ejemplos de renovación constante en la empresa a través de la innovación abierta
Firmas como IBM, Intel, Philips o Unilever han aplicado con éxito el enfoque de innovación abierta para la renovación constante en la empresa a través de un modelo en red. Por ejemplo, en la década de los 90, Cisco consiguió superar a sus competidores directos (Lucent y Bell Labs) gracias al uso de este modelo. Mientras las otras compañías destinaban cuantiosos presupuestos a investigar nuevas tecnologías, Cisco dedicó el esfuerzo en buscar empresas de nueva creación que estaban comercializando nuevos productos e invirtió en ellas, compró algunas o colaboró en proyectos puntuales con las startups, igualando el avance de I+D de la competencia.
Otro caso paradigmático que ejemplifica la renovación constante en la empresa a través del modelo de innovación abierta es del de Procter & Gamble. Su CEO, A.G. Lafley, asumió que, frente a los 200 investigadores contratados por la compañía, fuera de la empresa existían aproximadamente otros 1,5 millones de profesionales con la misma cualificación. Decidió entonces aprovechar este potencial para desarrollar nuevos productos y servicios, logrando una década después que la mitad de sus productos fuera desarrollada por agentes externos. “Cuando nos asociamos externamente, la inspiración, la innovación y la creación de valor mutuo están a nuestro alcance”, describe la compañía en su programa Connect&Develop.
En el caso de General Electric, la expansión de las llamadas ‘energías verdes’ ponía en riesgo su posición en el mercado, pero en lugar de usar sus recursos propios para desarrollar nuevas líneas de renovables la compañía apostó por la innovación abierta, poniendo en marcha un programa de captación de ideas, “Econimaginación”, en el que expertos y startups podían proponer sus iniciativas para que GE las financiara o adquiriera. El éxito fue tal que la empresa ha extendido esta campaña a su área de atención sanitaria y al mercado chino.
En el Grupo P&A, ponemos a disposición de las organizaciones diferentes programas formativos para la renovación constante en la empresa, como el curso ‘Innovación y creatividad: generación de cultura en las organizaciones’, dirigido a crear y diseñar nuevas soluciones de valor que garanticen la sostenibilidad de los proyectos.
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