¿Desde cuándo no le expresas al equipo el gran trabajo que ha realizado? Si ni siquiera te acuerdas de haberlo hecho, te encuentras en ese tercio de los directivos que no saben valorar y agradecer el esfuerzo de sus trabajadores.
Así se desprende de la investigación desarrollada por Joseph Folkman y Jack Zenger, con 5.000 evaluaciones en torno a 331 líderes, en la que se mide el grado en el que los responsables y jefes reconocen el trabajo de los empleados.
Si bien el informe desvela que el 64% de los encuestados considera que esta capacidad de agradecimiento de sus superiores es una de sus fortalezas como líderes, el 36% restante estima que los directivos deben mejorar esta habilidad.
A mayor reconocimiento, mayor compromiso
No se trata sólo de ser educados. Saber reconocer el trabajo de los demás forma parte del coaching para directivos y nos convierte en mejores líderes, ya que nos permite generar un ambiente laboral positivo y productivo, como queda demostrado empíricamente en el estudio de la compañía Zenger&Folkman.
“Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser mejores, eres un líder”. Jack Welch.
En concreto, la investigación de los expertos en liderazgo pone de manifiesto que mientras que los directivos valorados peor por los trabajadores en esta habilidad reciben notas más bajas en cuanto a compromiso del equipo (una puntuación de 31 de media), el 10% de los responsables con mejores resultados en reconocimiento obtienen un índice de engagement del grupo muy superior, alcanzado los 77 puntos.
Puesta en práctica
Conscientes de la importancia del reconocimiento en el ámbito empresarial, ya sólo nos queda seguir algunos sencillos consejos de coaching para directivos para desarrollar la habilidad de agradecimiento en nuestras funciones como líderes:
- Presta atención a lo que se hace bien. Se trata de que nos centremos, más que en los errores o faltas del equipo, en los éxitos y logros. Intenta encontrar todos los días alguna actuación que alabar.
- Reconoce el esfuerzo y el trabajo duro, no la inteligencia. De este modo, motivaremos al trabajador para seguir en esa línea de compromiso y dedicación, lo que conllevará antes o después éxitos empresariales. Todos podemos esforzarnos más, pero no ser más inteligentes, por lo que tener en cuenta sólo este segundo punto desmotivará a la mayoría del equipo.
- No esperes a apreciar un hito excepcional. Si agradecemos los pequeños logros, los grandes resultados llegarán.
- Da las gracias más a menudo. Es cierto que es su responsabilidad y reciben un sueldo por ello, pero los trabajadores también podrían limitarse a acudir a la oficina. Ofrecer nuestro reconocimiento incrementará las posibilidades de que el servicio mejore gradualmente.
- Sé positivo y amable con los compañeros. Está demostrado que sonreír y ser agradable incrementa en un 25% las posibilidades de que nuestro interlocutor muestra también una actitud positiva.
- Reflexiona a diario sobre los gestos que te han hecho sentir bien. De este modo seremos conscientes de los actos que nos ayudan y podremos repetirlos hacia nuestro equipo.
Este post está basado en las investigaciones de Jack Zenger y Joseph Folkman recogidas en su obra ‘El coach extraordinario’.
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