La vida de toda persona está llena de conflictos, incluso el ser humano es capaz de tener controversias consigo mismo. Partiendo de esto y teniendo en cuenta que las empresas están formadas por individuos, cada uno con su personalidad, ideales y valores, es inevitable la aparición de diferentes tipos de conflictos en el trabajo.
Concepto de conflicto laboral
Los conflictos laborales son definidos por Marinés Suárez, autora de Mediación. Conducción de disputas, comunicación y técnicas, como “una incompatibilidad entre conductas, percepciones, objetivos, y/o afectos entre individuos y grupos que definen sus metas como mutuamente incompatibles”.
Estas desavenencias son muy frecuentes en el entorno empresarial. De acuerdo con un estudio de Trabajando.com, uno de cada dos empleados admite que en su compañía se han registrado diferentes tipos de conflictos, desde abusos de poder, conflictos de intereses, falta de comunicación o estrés hasta roces entre trabajadores, escasez de recursos o malentendidos, entre otros.
La gestión de los conflictos en la empresa actual
Hasta hace relativamente poco, la creencia generalizada en el mundo empresarial era que la excelencia del directivo se medía por su capacidad para evitar las controversias. Esto provocaba un esfuerzo de las empresas por eludir -o acallar- las disputas internas.
Sin embargo, en la actualidad, los directivos han comprendido que los diferentes tipos de conflictos son inevitables, inherentes a la naturaleza humana. De este modo, con un buen liderazgo, pueden resultar incluso beneficiosos, haciendo crecer a las personas y la organización.
“El conflicto puede seguir pasos destructivos y generar círculos viciosos que perpetúan las relaciones antagónicas entre las diferentes unidades, pero también el conflicto trae aspectos positivos, estimula el interés y la curiosidad del cambio personal, social, ayuda a establecer las identidades tanto personales como grupales, contribuye a aprender nuevos modos de responder a los problemas y construye relaciones mejores y duraderas”, explica Carlos Alberto León Garrido en La gestión del conflicto en las organizaciones complejas.
Como consecuencia, hoy en día, una de las habilidades que todo líder debe poseer es la de saber cómo resolver los diferentes tipos de conflictos en el trabajo, ya que la productividad de la empresa se ve afectada tanto positiva como negativamente por las disputas que en ella se producen.
Dada la amplia variedad de temas que pueden ocasionar problemas en una organización, conviene conocer los tipos de conflictos para saber identificarlos y ser capaces de gestionarlos cuanto antes.
Tipos de conflictos en la organización
Existen diferentes clasificaciones de los tipos de conflictos laborales. Estas son las tipologías con mayor aceptación propuestas por varios expertos en la materia.
Por su alcance
Según Louis R. Pondy, autor de Organizational Conflict: Concepts and Models, se puede distinguir entre:
- De relación: engloban aquellos que no afectan a la estructura organizativa, las relaciones jerárquicas de la empresa, la distribución de los recursos o el reparto de responsabilidades entre el personal.
- Estratégicos: por el contrario, estas controversias sí que generan un impacto a nivel estratégico, lo que obliga a la compañía a modificar su estructura, jerarquía, recursos o distribución de competencias.
Según las partes implicadas
Otra clasificación de los tipos de conflictos es la formulada por Robald J. Fisher en Needs Theory, Social Identity and an Eclectic Model of Conflict, basándose en las personas o entidades involucradas:
- Intrapersonales: son los conflictos que un individuo tiene consigo mismo y que nacen debido a contradicciones o a insatisfacciones.
- Interpersonales: abarcan los que surgen entre dos o más personas.
- Intragrupales: se atribuyen a las controversias que se originan en el seno de un equipo de trabajo o departamento de una compañía.
- Intergrupales: en este caso, las desavenencias se dan entre diferentes áreas o departamentos de la empresa.
- Organizacionales: estos conflictos se producen entre personas, grupos de trabajo o departamentos debido a situaciones ligadas al desarrollo del trabajo o a tensiones derivadas de diferentes intereses de las unidades organizativas y/o Dirección.
Por su naturaleza
Por su parte, el experto Morton Deutsch, en The Resolution of Conflict: Constructive and Destructive Processes, desglosa los tipos de conflictos en la empresa en:
- Verídicos: cuando se sustentan sobre hechos objetivamente percibidos.
- Falsos: si no existe una base objetiva para la controversia.
- Contingentes: basados en unos elementos o circunstancias determinados.
- Desplazados: si la discusión sobre el problema no se enfoca en el objeto del conflicto en sí mismo.
- Mal atribuidos: aquellos en los que se produce un error a la hora de identificar a los contendientes.
- Latentes: incluyen aquellos que no se llegan a identificar porque están reprimidos, desplazados, mal atribuidos o no se han percibido.
En función del contenido
Los tipos de conflictos también pueden dividirse según su contenido. En este sentido, Christopher Moore, en El proceso de mediación, los clasifica en:
- De relación entre las personas: son originados por emociones fuertes, falsas percepciones o estereotipos, escasa o falsa comunicación interpersonal y conductas negativas repetitivas, dando lugar por regla general a controversias irreales, innecesarias o falsas.
- De información: se producen debido a la existencia de información falsa, falta de comunicación o diversidad de puntos de vista sobre lo que es importante.
- De intereses: emanan de una competición entre necesidades incompatibles o percibidas como tales entre varias personas o grupos, ya sean en torno a elementos sustanciales (dinero, recursos físicos, tiempo, etc.), de procedimiento (la forma en que una disputa debe ser resuelta) o psicológicos (percepciones de confianza, juego limpio, deseo de participación, respeto, etc.).
- Estructurales: se generan por la propia estructura jerárquica de las relaciones laborales, surgiendo conflictos de roles, desigualdad de poder, acceso desigual a los recursos, limitaciones geográficas o mala gestión del tiempo.
- De valores: cuando las desavenencias son causadas por sistemas de creencias incompatibles en las que unas intentan imponerse por la fuerza a otras.
Por su impacto
Otra tipología aportada por Deutsch valora el efecto de los tipos de conflictos, distinguiendo entre:
- Funcionales o constructivos: aglutina las desavenencias que resultan beneficiosas y positivas para el funcionamiento y rendimiento de la compañía siempre que se sepan gestionar de la manera adecuada. Estos tipos de conflictos son necesarios para mantener la creatividad, el análisis crítico y el estímulo de los miembros de la empresa; de lo contrario, las compañías se hacen estáticas sin apenas cambios que supongan mejoras.
- Disfuncionales o destructivos: las confrontaciones que afectan de forma negativa a la empresa, alejándola de alcanzar sus objetivos. Estos, son los conflictos que el líder debe erradicar, ya que son los que ponen en peligro la productividad empresarial.
Como ya hemos comentado, los distintos tipos de conflictos laborales son algo intrínseco a las organizaciones. Por ello, es de suma importancia que los líderes sean capaces de realizar una eficaz gestión de conflictos. De esta manera, podrán asegurar un buen ambiente laboral, mejorar las relaciones entre personas y aumentar la productividad y eficacia de la empresa.
Esta es una de las habilidades que consiguen adquirir los participantes en el servicio The Extraordinary Leader del Grupo P&A. Se trata de un completo programa formativo para mejorar los resultados empresariales a través del desarrollo de las competencias de liderazgo de los miembros que forman la organización.
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1 comentario. Dejar nuevo
Bien práctico y bien explicado