Mucho se ha escrito sobre el co-fundador de Apple Computer despues de su muerte. Abundan historias coloridas sobre su brillantez en el desarrollo de productos que millones de personas han acabado amando. Se ha hecho una pelicula sobre su vida. Una vida vibrante pero al mismo tiempo, la película también documenta el lado más oscuro de Steve Jobs. ¿ Pero hay alguna valiosa lección que podamos extraer de su ilustre carrera?
Creemos que sí la hay. En pocas palabras, Steve Jobs será recordado por un puñado de fortalezas notables tan profundas que eclipsaron por completo sus defectos. (Fin de la lección.)
¿Cómo se aplica esto a los millones de personas que actualmente ocupan puestos de liderazgo? Creemos que la lección para todos nosotros es trabajar en el desarrollo de nuestras fortalezas, ya que no evolucionan automáticamente cuando superamos las cosas que no hacemos bien.
Nuestra experiencia y la investigación confirma que la gran mayoría de los líderes, cuando se les pregunta como crear un plan de desarrollo, inmediatamente quiere conocer sus defectos o debilidades y empezar por ahí. El supuesto subyacente es que “Las fortalezas que poseo son sólo eso-fortalezas-y se cultivan por sí mismas.”, “La mejor forma de mejorar es arreglar mis defectos”.
La investigación esta clara, sin embargo, los líderes más eficaces no son los que no tienen defectos, ni los que están por encima de la media en cada competencia de liderazgo. Ninguno de estos es el camino que conduce a un gran liderazgo. El billete ganador es al igual que con Jobs, poseer entre 3-5 competencias en la excelencia.
Jobs tenía gran pasión por la excelencia del producto. Insistió en el diseño elegante y simple. A diferencia de muchos otros CEOs, el se comporto muy de forma muy absorta en los detalles, sobre todo cuando se trataba de sus productos y la forma en que se comercializan. Estableció metas ambiciosas para el hardware y el software y empujó la gente a lograr más de lo que él mismo soñó que era posible.
Estas fortalezas triunfaron sobre sus imperfecciones. Sí, podía ser grosero, poco razonable, voluble e incluso arrogante. La lista de sus debilidades es bastante larga. Que quede muy claro: si Jobs no hubiera poseído las notables fortalezas que hemos señalado, estos comportamientos hubieran truncado ya su carrera desde sus inicios, pero los puntos fuertes eclipsaron estas deficiencias.
El mensaje a todos los líderes es la siguiente: Identifique las fortalezas distintivas que posea. Busque la manera de magnificarlas. Estas le convertirán en un líder verdaderamente extraordinario.
En el camino, hacer todo lo posible para reducir al mínimo cualquier comportamiento negativo. El número de líderes que combinan simultáneamente profundas fortalezas con defectos fatales es más o menos 1%, de acuerdo con nuestra investigación. La posesión de conductas gravemente negativas disminuye en gran medida la probabilidad de ser un líder verdaderamente extraordinario. Sin embargo, la simple eliminación de las conductas negativas sin el desarrollo de las fortalezas no harán que pase desde un terreno negativo a la zona cero.
Jack Zenger
Socio estrategico de Grupo P&A