Uno de los mayores problemas en todos los aspectos del día a día es caer en la rutina y en la comodidad que otorga la zona de confort llevando a que sigamos un patrón reiterativo en el trabajo. Al repetirse las jornadas la apatía y el aburrimiento terminan por afectarnos, provocando que lo que antes era un trabajo apasionante ahora sea una tarea que carece de sentido. Incluso hay personas que debido a la reiteración de su trabajo acaban sufriendo problemas de ansiedad. Es por ello que siempre hay que pensar en oportunidades para salir de la zona de confort.
El trabajo es como las relaciones sentimentales, una vez que encontramos la comodidad nos instauramos ahí hasta el punto en el cual la rutina deja de ser algo agradable para convertirse en el mayor mal al que jamás podemos enfrentarnos. Eso produce, como hemos dicho anteriormente, que algo que nos apasionaba, nos gustaba y nos fascinaba se termine transformando en un trabajo que odiamos. Y todo por dejar que la apatía se instaure de forma paulatina hasta que es demasiado tarde. ¿Se puede evitar? Aunque resulta muy fácil evitar estos sentimientos negativos y esos patrones de conducta erróneos también es muy difícil revertir esa situación. La clave es la motivación, salir de la zona de confort, proponerse nuevos retos. Pero para ello se necesita hacer pequeños cambios con anterioridad.
Acepta que estás dentro
Muchas veces confundimos esa desgana a la hora de trabajar con cansancio, vagancia o daños colaterales de una situación que nos trae de cabeza del plano personal. Aunque la verdad sea muy distinta y toda esa apatía sea origen de una nula ambición y una sensación de estar repitiendo un bucle día tras día, provocando esa sensación de no sentir ganas de levantarnos por las mañanas por falta de motivación.
Eso hace que aceptar que nos hemos acomodado en la rutina sea el primer paso para salir de esa etapa. Ver más allá de la zona de confort puede causar miedo a lo desconocido, a equivocarse, a fallar o al qué dirán. Todo eso tiene que ser algo del pasado, porque si no nos caemos de vez en cuando difícilmente aprenderemos nuevas lecciones, haciendo que solo veamos una cara de la vida y encima sea la negativa por culpa del cúmulo de sensaciones que vamos guardando fruto de la rutina.
Motivar de forma individual
El método para salir de la zona de confort es utilizar la motivación. Cuando este problema es de carácter individual hay diversas formas para ayudar a esa persona a salir de ese eterno círculo. Una de ellas es acudiendo a un coach empresarial. A través de diferentes sesiones y ejercicios, el que acude a sus citas muestra una notable mejoría a partir de la tercera visita. Así le resulta más fácil explotar su creatividad y aplicarla en su trabajo, motivándose a asumir nuevos retos.
En ocasiones, también es necesaria una ayuda extra por parte del cabeza de equipo. Tener claras unas metas personales y aplicarlas en el trabajo no es suficiente si el ambiente no resulta estimulante. Es en ese momento en el cual el líder debe mostrar la humildad nata que debe tener el que está al frente del grupo de trabajo. Hablar con el empleado, buscar qué tareas le resultan más estimulantes y otorgarle ciertas libertades puede ayudar a la persona desmotivada a salir de su zona de confort.
Motivar a todo un grupo
Muchas veces el problema radica en que todo un equipo está dentro de una dinámica de trabajo que les permite explotar poco su lado creativo, provocando que caigan en la repetición y llevando así a que no sientan ánimos ni ilusión para enfrentarse al día a día. Para evitar esos sentimientos negativos se pueden utilizar diferentes técnicas como el Team Building, que consta de actividades de diferente índole con la idea de relajar el ambiente y conocer a los compañeros en un contexto diferente el trabajo. Otro método para ayudar a motivar a los trabajadores es utilizar dinámicas de grupo a fin de que se conozcan mejor entre ellos. De esta manera también será fácil conocer las preferencias de cada uno y sus puntos fuertes para luego aplicarlos en el trabajo y conseguir así, de una vez por todas, sacar a todo el grupo de la zona de confort.