“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas al cambiar sus actitudes mentales”. Esta cita de William James nos sirve como punto de partida para conocer las destrezas sociales con las que conseguir el respeto y la confianza de otras personas.
En este sentido, el portal Quora ha desarrollado un ranking con las destrezas sociales que más valoran los individuos. Se trata de pequeños gestos, asequibles para cualquier persona, que son un reflejo físico de la inteligencia emocional de los profesionales.
¿Cómo puedes comportarte de modo que seas irresistible?
- Mantén el contacto visual. Cuando una persona mira a los ojos a su interlocutor está transmitiendo confianza y seguridad, mientras que una mirada esquiva o cabizbaja denota falsedad o falta de autoestima.
- Evita chequear el teléfono durante una conversación. Resulta bastante molesto mantener una charla con otra persona que no para de mirar su smartphone, haciéndonos sentir poco importantes. Por ello, cuando conversamos con alguien, el móvil debe quedar fuera de escena.
- Llama a la gente por su nombre. Otra forma de valorar a los demás es usar sus nombres cuando nos referimos a ellos. De este modo, conseguiremos estrechar la relación y aumentar su confianza hacia nosotros. Si no disponemos de la facilidad para recordarlos, una técnica nemotécnica consiste en repetirlo varias veces cuando nos presentan a esa persona.
- Sonríe. Ayudémonos del efecto que causan las neuronas espejo en nuestro cerebro para mejorar nuestras destrezas sociales: si mostramos una sonrisa al interaccionar con otra persona, conseguiremos contagiarle con esta actitud positiva, recibiendo un feedback en la misma sintonía.
- Da un apretón de manos firme. El lenguaje corporal representa el 55% de la comunicación interpersonal, según la investigación desarrollada por Albert Mehrabian y Morton Wiener, y el apretón de manos es nuestra carta de presentación, así que es recomendable realizar un saludo firme y honesto, sin denotar inseguridad o apatía ni, por el contrario, dominancia.
- Escucha. Como pone de manifiesto un estudio desarrollado por Jack Zenger y Joseph Folkman, la clave de una comunicación efectiva radica en contar, oír y preguntar. Así que, cuando te dirijas a una persona, recuerda que él también tiene mucho que aportar a la conversación.
- Pide ayuda. Para conseguir el apoyo de otra persona es más efectivo pedir su ayuda que prestar la nuestra. Si en lugar de facilitarles nuestra colaboración, solicitamos la suya les hacemos sentir valiosos.
- Acepta los cumplidos. Es habitual que, ante un halago, no sepamos si devolverlo a la otra persona, a riesgo de parecer hipócritas, o negarlo para no resultar vanidosos. Sin embargo, la actitud más positiva es sencillamente agradecerlo de forma natural y mostrar que nos alegran esas palabras.
- Pide que continúen ante una interrupción. Cuando varias personas conversan en grupo es habitual que alguna se vea interrumpida. En estos casos, cuando la tercera persona haya concluido, pídele a la otra que continúe con lo que estaba diciendo.
- No te quejes. A nadie le gusta rodearse de personas que no paran de lamentarse por su situación, así que si quieres mejorar tus destrezas sociales muestra una actitud resiliente en lugar de un comportamiento autocompasivo.
- Cuenta historias. Quizá sea una de las habilidades más difíciles de desarrollar, pues requiere de ciertas dotes de simpatía, pero practicando podemos llegar a ser unos excelentes storytellers que capten el interés de la audiencia.
- Sé autocrítico. Todo el mundo tiene defectos. Sin embargo, es más aconsejable reconocerlos que tratar de ocultarlos. Por ejemplo, si tienes que hacer una vídeo conferencia, pero no estás habituado a usar las nuevas tecnologías, es mejor comenzar la conversación alertando de tus carencias.