Los líderes están continuamente tomando decisiones, pero en un contexto donde el tiempo y los recursos son esenciales, es vital que los directivos dispongan, no solo de un carácter resolutivo y proactivo, sino también de unos parámetros claros para priorizar ideas con impacto que aumenten la tasa de éxito de los proyectos estratégicos de la compañía.
En el afán por innovar para mantener la competitividad empresarial, las organizaciones pueden convertirse en una fuente –casi- inagotable de propuestas, tanto provenientes de los altos mandos, como de los equipos de trabajo. Por ejemplo, en una sola sesión de brainwriting, es habitual que se pongan sobre la mesa decenas de iniciativas que dificulten la elección de los proyectos que se ejecutarán por parte de la compañía.
Sin embargo, dados los limitados recursos de los que dispone toda empresa, no todas pueden ni deben llevarse a cabo. “Los líderes de innovación deben evaluar constantemente qué idea o prototipo quieren desarrollar: cada vez que toman una decisión, están en riesgo; no importa cuántos datos hayan acumulado o cuánta investigación hayan hecho”, señala Samuel Bacharach en el artículo 7 Criteria to Select the Best Idea.
¿Qué podemos hacer, entonces, para priorizar ideas con impacto? Junto a las diferentes técnicas de priorización existentes para elegir los mejores proyectos, es importante previamente establecer los criterios que van a regir el cribado de iniciativas.
En este sentido, Antonio Nieto-Rodríguez, autor de The Focused Organization, ha desarrollado lo que él ha denominado la “jerarquía del propósito”, una herramienta que ayuda a priorizar ideas con impacto. Así, en el artículo How to Priorize your Company’s Projects, publicado en la Harvard Business Review, el experto explica cómo pueden los directivos elegir las mejores iniciativas entre una amalgama de propuestas.
Estas son las preguntas que hay que tener en cuenta a la hora de valorar cada idea:
- ¿Cuál es el propósito de la organización? El proceso para priorizar ideas con impacto comienza con una reflexión sobre la visión y misión de la compañía, es decir, concretar qué metas espera conseguir la empresa, pues este propósito será la base de la actuación futura de la empresa.
- ¿Cuáles son los retos más relevantes? La segunda cuestión que deben plantearse el líder es qué objetivos tiene que lograr la compañía en un periodo de 2 a 5 años para lograr su propósito.
- ¿Qué proyectos pueden acercar estos objetivos? Con este futuro a medio plazo en mente, el siguiente paso para priorizar ideas con impacto debe determinar las iniciativas que pueden convertir en realidad las metas empresariales, teniendo en cuenta los recursos disponibles, desechando aquellas otras propuestas que, por falta de presupuesto, escasa relevancia o falta de alineación, no cumplan con estos requisitos.
- ¿Quiénes deben encargarse del proyecto? Una vez que se han logrado priorizar ideas con impacto, los directivos deben identificar y organizar a los profesionales de la empresa más adecuados para implementar las iniciativas.
- ¿Cómo se medirá el grado de éxito de la idea? Finalmente, como todo proceso que se precie, el ciclo terminará con una fase de evaluación de OKRs (Objectives and Key Results) que valore aspectos relativos al alcance, costo, tiempo empleado, beneficio o consecución de objetivos.
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