Tomar decisiones es algo a lo cual se han acostumbrado miles de ejecutivos en todo el mundo y que conviene dominar para poder obtener los mejores resultados en el entorno de la compañía. Pero es obvio que digamos que tomar decisiones no es nada sencillo, sino más bien todo lo contrario. Se parte de distintos conceptos relacionados que pueden incidir en la toma de una decisión y a partir de ahí se tienen una serie de pasos en cuenta que llevan a garantizar o no el éxito de este proceso.
Tomar decisiones paso a paso
Comenzamos llevando a cabo una división de las distintas decisiones que se tienen que tomar en el entorno de trabajo. Eso significa que se valorará cuáles de estas decisiones son rutinarias y cuáles tendrán características que las harán especiales. Las rutinarias no requieren ningún tipo de complicación, puesto que se pueden solventar en cuestión de minutos tomando como referencia otras situaciones similares que hayan ocurrido recientemente. Pero el resto de decisiones sí suponen ser más complejas y requerir cierto planteamiento. En este último caso el líder tiene que ser capaz de hacer uso de las decisiones estrategias para poder determinar qué movimiento a seguir y cómo decidirlo. En algunos casos la toma de decisiones se alargará durante horas, puesto que los efectos de optar por una decisión u otra podrán incidir de forma significativa en el buen desarrollo de la empresa.
Antes de tomar la decisión hay que sopesar distintos factores. Inicialmente es necesario elaborar un plan psicológico de lo que ocurrirá durante el proceso en el cual se tome la decisión que creamos conveniente para garantizar el buen resultado corporativo. Daremos prioridad al objetivo, al resultado y estudiaremos los aspectos positivos y negativos de cada una de las decisiones que podamos tomar. En el caso de grandes empresas se podrá buscar soporte en el consejo de la compañía, con la intención de despejar las dudas que puedan haber sobrevivido.
A partir de este punto es necesario comparar las soluciones posibles. Esto implica tener en mente qué es lo que proporciona la decisión que se tome y cómo afecta al entorno. Dependiendo de cuál sea el factor al que se le esté dando cobertura, podrá ser una decisión que se base en la experiencia, en estadísticas, en plazos o en otros datos que pueden llegar a ser fundamentales. Después de esto será necesario analizar mentalmente los distintos niveles de riesgo que estamos planteando afrontar en la empresa. Tomar una decisión u otra puede variar mucho el resultado dependiendo de qué perspectiva adoptemos cuando estamos haciendo las gestiones. Por ello hay que plantearse qué ocurrirá en base a la decisión que tomemos.
Otros detalles de la toma de decisiones
En lo que coinciden los mejores profesionales es en que bajo ninguno de los conceptos factores personales pueden terminar afectando a la toma de una decisión. Todo elemento personal que pueda influir en la toma de una decisión debe quedar al margen, de manera que no influya en las distintas posibilidades que sean planteadas. A la hora de la verdad lo que pesa es encontrar una manera de adoptar un factor psicológico que implique combinar de manera equilibrada el pensamiento que llega a través de cada uno de los lados del cerebro. En uno de los dos se encuentra dominando la lógica, el análisis y el lenguaje, mientras que en el otro está la intuición, la emoción y la creatividad, siendo dos campos que chocan de una forma directa.
Para tomar una decisión es necesario visualizar la situación de una manera neutral, dejando que cada lado del cerebro aporte su propio punto de vista con la intención de llegar a un resultado concreto. En caso de resultar necesario la toma de decisiones siempre se puede delegar o apoyar en los consejos de otras personas, pero no siendo recomendable trasladar la responsabilidad de tomarlas a una posición superior. Es mejor que los factores que se ven comprometidos con la decisión sean los que jueguen un papel activo en ellas y que así no se aplacen procesos que se pueden resolver mucho antes. Si se decide consultar a terceros en la toma de una decisión habrá que asegurarse de informar a todos ellos la decisión adoptada en cuanto se haya decidido de forma definitiva. Y en el caso de recibir impresiones negativas sobre una decisión, el ejecutivo no debe creer que está obrando mal si revoca una elección, sino que se tratará de un gesto muy bien visto a la hora de definir el liderazgo de esta persona.