El pasado 15 de agosto de 2015, el conocido y reputado periódico The New York Times publicó un artículo sobre cómo es trabajar en Amazon, donde la empresa no quedaba en muy buen lugar, tras las declaraciones realizadas tanto por actuales como por antiguos empleados.
Este supergigante de las ventas online de todo tipo de productos es una de las empresas más importantes y conocidas del momento y cuenta con una previsión de crecimiento continua en los próximos años. Según la información que aparece en la Wikipedia, Amazon contaba en el año 2010 con una plantilla de 88.400 personas, cifra que a día de hoy seguramente sea mucho más alta. Con cifras así, da vértigo pensar en lo complicado que tiene que ser dirigir a tanta gente, por eso se debe de tener muy claro cual va a ser la política de gestión de recursos humanos, o por el contrario la empresa estaría condenada al fracaso.
El modelo de Amazon se basa en obtener el 100% (o ¡más!) de cada uno de sus trabajadores y si no es así, es probable que se acabe fuera de la empresa. Buscan que cada persona de la plantilla, luche por ser el mejor en lo que hace y que nunca se rinda ante las adversidades. Prueba de ello es lo que se les dice a los nuevos trabajadores al incorporarse a la organización: «olviden todos los malos hábitos que aprendieron en sus trabajos anteriores. Si se dan contra la pared a causa del implacable ritmo, sólo queda una solución: “Escalar esa pared”». Con esta frase queda claro que quieren transmitir a sus empleados, el que si se topan con problemas o dificultades, no deben quedarse estancados o paralizados, sino que deben de ser creativos y buscar una solución para poder sortear dicha contrariedad.
Un ex director de recursos humanos de Amazon contaba al New York Times, que allí se aplicaba un «darwinismo deliberado», esto quiere decir que en esta organización sobrevive el más fuerte, el que más se esfuerza, el que lo da todo por la empresa, el que es capaz de seguir trabajando incansablemente incluso fuera de su jornada laboral, el que se “chiva” de sus compañeros si algo no les gusta de ellos (en el artículo exponen el mecanismo que tienen para quejarse anónimamente de otros empleados), el que no tiene miedo a criticar las ideas de los demás en las reuniones… A Amazon no le gustan los perdedores, solo quiere ganadores en sus filas, por ello los primeros son despedidos o se les presiona para que ellos mismos se vayan. Sin duda, un claro ejemplo de que el pez grande se come al pequeño.
La principal encargada de la reclutación de talento, Susan Harket, explicó «Ésta es una compañía que se esfuerza por hacer cosas realmente grandes e innovadoras, y esas cosas no son fáciles… Cuando existen grandes aspiraciones, la naturaleza del trabajo se convierte en un verdadero reto. Muchos no pueden con eso». Queda claro con estas palabras que lo que buscan son personas totalmente alineadas con los objetivos de la empresa, para que todos crezcan a la vez. Muchos trabajadores son recompensados con acciones de Amazon, y obtienen considerables cantidades de dinero debido a la subida del precio de las mismas, de esta forma el trabajador se siente parte de la empresa y por tanto lo que beneficia a la empresa también le beneficia.
El artículo es bastante extenso, y cuenta muchas más “intimidades” de Amazon, por lo que recomendamos su lectura completa. Toda historia tiene distintas versiones, según quien la cuente, y en este caso hay más de 80.000 versiones, una por cada trabajador de la empresa, habría que conocerlas todas para saber cómo es realmente trabajar allí.
Como es lógico, todos los empresarios y directivos buscan tener una plantilla que tenga un máximo rendimiento, y para ello cada organización aplica los métodos de gestión de recursos humanos que creen que les va a reportar mayor beneficio. ¿Qué opinas de la política de personal de Amazon?¿Crees que podría aplicar otros métodos que dieran mejores resultados?¿Cómo gestionarías una plantilla tan grande y distribuida geográficamente?
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