Apostar por la formación de los empleados es una de las mejores decisiones que puede tomar una empresa a la hora de potenciar su rendimiento y volumen de productividad. Se han realizado grandes avances en este aspecto y los tipos de formación humanística disponibles son mayores a medida que pasa el tiempo. De esta manera las empresas se aseguran de tener empleados mejor preparados y ellos refuerzan su empleabilidad para que siempre estén un paso adelante respecto a quienes no han disfrutado de una debida formación. Para conocer cuáles son las mejores opciones actuales, hablaremos de los tipos más extendidos en formación dentro de las empresas.
Idiomas
Aunque se están viendo importantes avances en el sector de los traductores por software, estando disponibles entornos de comunicación como Skype, que ya integran traducción en tiempo real, los idiomas van a seguir siendo durante muchos años una herramienta clave. La globalización que ha proporcionado Internet ha permitido que los negocios sean capaces de derribar barreras y llevar sus operaciones al extranjero. Ahora es común tener clientes de otros países o buscar financiación en entidades internacionales para las que se requieren otros idiomas. Al mismo tiempo hay una notable urgencia por perfeccionar idiomas que son comunes en viajes de trabajo o asistencia a eventos de carácter internacional.
Para la media de empleados el idioma principal a aprender y perfeccionar es el inglés. Ya se ha convertido en el idioma del mundo y también es el más frecuente online, así como en entornos de software. La formación humanística se tiene que derivar hacia una personalización en el ámbito profesional, destacando la importancia de mejorar las dotes de conversación, sobre todo en un tipo de ambiente relacionado con el negocio en el que encaja la empresa. Aún así, el inglés no es el único idioma que se debe tener en cuenta. El chino también tiene una gran relevancia mundial, mientras que al margen de esto hay que ser capaces de valorar cada caso corporativo de forma independiente.
Nuevas tecnologías para la formación humanística
Tanto los jóvenes como aquellos empleados más experimentados que pertenecen a generaciones previas, encuentran en las nuevas tecnologías su principal interés. Para las empresas es fundamental estar actualizadas a la tecnología más puntera, aquella que les pueda proporcionar un punto de apoyo para evolucionar. Y esto significa que sus empleados también deben ser conocedores de estas novedades, contar con cierto nivel de familiaridad para no sentirse como peces fuera del agua y cuanta más preparación mejor.
Hay que apostar por la tecnología aplicada al entorno empresarial, al uso de software personalizado, de ofimática y de otras posibles vías que ayuden aún más a seguir avanzando. La formación debe cubrir nociones básicas de informática para que así cada vez que se introduzca un tipo de recursos, software o programa, el periodo de aclimatación sea mucho más reducido al habitual. Con la formación tecnológica, teniendo en cuenta que es un tipo de temario que nunca se detendrá, nunca se puede fallar.
Liderazgo
Quizá hoy se piense que unos empleados que realizan un trabajo reiterativo para el cual parece no necesitarse una gran toma de decisión no son importantes. Pero alguno de ellos se podría acabar convirtiendo, por avatares de la vida, en el líder futuro de la empresa. No tiene porqué ocurrir hoy y quizá tampoco mañana, pero para el día que llegue, algo que posiblemente ocurrirá de imprevisto, será necesario tener conocimientos de liderazgo y gestión de equipos de trabajo. Esto permitirá a los empleados extender sus miras, entender la empresa de una forma muy distinta y prepararse por si llegara la ocasión de ascender.
Entre los distintos planes de formación el de liderazgo se ha convertido en uno de los más demandados también debido a que tiene una doble utilidad. Por una parte, prepararse por si llegara a darse la situación en la que una persona sea elegida como nuevo líder de manera imprevista. Por otra parte, ver que la dirección de la empresa quizá no es tan complicada como se esperaba, sin mencionar a la presencia de factores externos con los que tendría que mantener una buena relación. Son distintas características beneficiosas que siguen haciendo que muchos empleados se decanten por el liderazgo como meta a incorporar en su currículo.
