La formación transversal ha ido ganando peso en empresas de todo el mundo, estableciéndose como una de las pautas a implementar por todo tipo de negocios. No importa el sector ni el tipo de trabajo que se realice, en todos los casos este tipo de formación aporta una importante serie de ventajas. Hoy compartiremos con vosotros una colección de consejos y pautas que os permitirán introducir con eficacia este tipo de formación en vuestra empresa, aunque antes nos vamos a asegurar de comentar de qué trata y cuáles son sus beneficios principales.
Definición y ventajas
La formación transversal, de la cual habrás oído hablar también con el término de cross-training (aunque somos conscientes del uso de este término también en el ámbito deportivo), consiste en disponer de una plantilla de empleados con capacidad flexible para realizar multitud de tareas. Es la opción totalmente opuesta al pensamiento que había hasta ahora por el cual las empresas preferían tener a expertos en un único cometido trabajando en sus filas. En este caso se opta por algo totalmente distinto, siendo más efectivos aquellos equipos que disponen de trabajadores multidisciplinares con capacidad para responder a multitud de necesidades, garantizando siempre un alto nivel de eficiencia.
Para fomentar este tipo de formación se potencia el aprendizaje y práctica de componentes como las habilidades de dirección, la capacidad para ser más productivos, las herramientas de gestión, los dispositivos tecnológicos y el acceso a sistemas que apuesten por la innovación. Cuantos más recursos tenga a su disposición un empleado, de más valor será para su empresa y más podrá garantizar que encaje en el modelo transversal adoptado por su compañía.
Las principales ventajas incluyen el tener una mayor consciencia del entorno de trabajo, dado que un mismo empleado sabrá cómo se trabaja en distintos departamentos, el uso de una mayor productividad y la garantía de contar con un equipo que pueda cubrirse entre sí. Además, aumenta la empleabilidad, garantiza la permanencia del equipo en la empresa y aumenta la moral del equipo al ver que todos los componentes del mismo rinden a un nivel capaz de transmitir una gran confianza.
¿Cómo implementarla en la empresa?
Esta es la que se considera como la pregunta del millón, aquella que determinará si un negocio es capaz de sacar partido a la transversalidad del sector para su propio beneficio. Hay diversos métodos recomendados por los expertos a fin de que esto llegue a buen puerto. Una de las maneras es implementando en la empresa un modelo de cobro en base a las habilidades. Algunas compañías han demostrado que es un factor que extiende la motivación de los empleados a la hora de formarse. Lo que les garantizan es un sueldo base que se puede incrementar teniendo en cuenta las aptitudes añadidas que vayan adoptando los empleados. Si un trabajador introduce un dominio amplio sobre herramientas informáticas que antes no poseía, disfrutará de un incremento de determinada cantidad económica por cada hora de trabajo realizada. La empresa gestionará las aptitudes valoradas y comprobará que los empleados cumplen con los requisitos. Esto les garantizará que tendrán trabajadores más preparados para dar respuesta a los distintos problemas y situaciones con los que se pueda encontrar la compañía.
Por otro lado, otra medida que se debe introducir es la rotación de puestos de trabajo. La transversalidad lo que garantiza es que habrá un mismo empleado que podrá tener presencia en varios departamentos, siendo capaz de rendir en todos ellos al mismo nivel de efectividad. Por lo tanto no habrá que acomodar a ese empleado en un mismo puesto, sino rotarle a través de distintos niveles con la intención de mantenerle fresco, de exprimir su talento y de ayudarle a que sus habilidades no queden anquilosadas. Hay algunas empresas que hacen esto manteniendo los puestos fijos durante semanas o incluso meses, mientras que en otros negocios la rotación es diaria. Por ejemplo, un empleado puede ocupar la mañana en un puesto y pasar la tarde en otro. Todo dependerá del perfil en el que encaje la compañía y las posibilidades transversales de los empleados.
Estos métodos son buenas formas de asegurarse que la formación de tipo transversal produce un efecto positivo a la empresa, algo que será un primer paso a seguir para después garantizar mejores resultados.
