La innovación es hoy día un elemento inherente a la actividad empresarial. Dada la alta competitividad de los mercados, solo aquellas compañías capaces de evolucionar y adelantarse al resto podrán sobrevivir en un escenario tan exigente. Ahora bien, aunque se suele asociar este concepto con el lanzamiento de nuevos productos o servicios, existen muchos otros tipos de innovación.
Como señala Ernesto Cilleruelo, “el concepto innovación adquiere una especial trascendencia en la actualidad al suponer para muchas organizaciones un elemento diferencial de competitividad”. Pero ¿qué es y qué tipos de innovación pueden desarrollar las empresas?
“Sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Solo cabe progresar cuando se piensa en grande”. José Ortega Y Gasset
Concepto de innovación
En cuanto a la definición de innovación, son muchos los autores que han descrito en qué consiste este concepto.
Así, Richard R. Nelson y Sidney G. Winter describen la innovación en An Evolutionary Theory of Economic Change, como “un cambio que requiere un considerable grado de imaginación y constituye una rotura relativamente profunda con la forma establecida de hacer las cosas y, con ello, crea fundamentalmente nueva capacidad”.
Mientras, para Burt Perrin, “la innovación puede definirse como formas nuevas de hacer las cosas mejor o de manera diferente, muchas veces por medio de saltos cuánticos, en oposición a ganancias incrementales”, según recoge en Evaluation and Future Directions for the Job Accommodation Network.
Más concretos se muestran Julián Pavón y Richard Goodman, en Proyecto MODELTEC. La planificación del desarrollo tecnológico, donde definen la innovación como “el conjunto de actividades inscritas en un determinado periodo de tiempo y lugar que conducen a la introducción con éxito en el mercado, por primera vez, de una idea en forma de nuevos o mejores productos, servicios o técnicas de gestión y organización”.
También las organizaciones internacionales han tratado de dar forma al concepto de innovación. En primer lugar, el Libro Verde de la Innovación, publicado por la Comisión Europea en 1995, explica la innovación como “sinónimo de producir, asimilar y explotar con éxito una novedad, en las esferas económica y social, de forma que aporte soluciones inéditas a los problemas y permita así responder a las necesidades de las personas y de la sociedad”.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la define como “la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o modelo organizativo en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”, tal y como recoge el Manual de Oslo de 2005.
Tipos de innovación
Ya en 1934, el economista austriaco Joseph Alois Schumpeter, en The Theory of Economic Development, se refirió, a este concepto distinguiendo cinco tipos de innovación en función de su naturaleza:
- Introducción de un nuevo bien.
- Introducción de un nuevo sistema de producción.
- La apertura de un nuevo mercado en un país.
- La explotación de una nueva fuente de suministro, materias primas o productos semielaborados.
- La aplicación de una nueva estructura en un mercado.
A esta clasificación le siguieron otras muchas. Por ejemplo, teniendo en cuenta el nivel o profundidad de la innovación, podemos hablar de:
- Innovación radical: genera una disrupción total en la actividad empresarial o el mercado.
- Innovación incremental: introduces ligeras modificaciones tendentes a mejorar o cambiar el producto o servicio sin que este pierda su esencia.
Según el carácter o el origen de la innovación, otra clasificación apunta a los siguientes tipos:
- Tecnológica: si la modificación proviene de la aplicación de conocimientos tecnológicos o científicos.
- Comercial: cuando la innovación es producida a través de técnicas de marketing.
- Organizativa: en el caso de que los cambios tengan lugar en la estructura o funcionamiento de la empresa.
No obstante, la diferenciación de los tipos de innovación más utilizada por el sector empresarial es la heredera directa de la de Schumpeter y recogida en el citado Manual de Oslo, en la que podemos encontrar:
- De producto o servicio: “la introducción de un bien o de un servicio nuevo, o significativamente mejorado, en cuanto a sus características o en cuanto al uso al que se destina”.
- De proceso: “la introducción de un bien o de un servicio nuevo, o significativamente mejorado, proceso de producción o distribución”.
- De mercadotecnia: “la aplicación de un nuevo método de comercialización que implique cambios significativos del diseño o el envase de un producto, su posicionamiento, su promoción o su tarificación”.
- De organización: “la introducción de un nuevo método organizativo en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores con la empresa”.
En Grupo P&A, conscientes de la importancia de ser innovadores, ofrecemos servicios de consultoría de calidad y excelencia que permiten a nuestros clientes mejorar los procesos, incrementar la productividad y competitividad, optimizar la gestión de recursos, ahorrar costes e introducir soluciones innovadoras.
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