
¿Cómo pueden los líderes construir un equipo de alto rendimiento?
¿Has formado parte alguna vez de un gran equipo en el trabajo? ¿Un equipo donde te sientas valorado, motivado y con energía a diario?¿Un equipo donde la colaboración es fluida, la innovación prospera y los desafíos se convierten en oportunidades emocionantes? Un equipo donde tienes un fuerte sentido de pertenencia, sabiendo que tus compañeros te respaldan en cada situación. En este equipo, el trabajo no es solo productivo, sino también gratificante.
Ahora, comparemos eso con el equipo infernal. Un equipo lleno de conflictos, desconexión y falta de seguridad psicológica. Un equipo donde los empleados dudan en hablar, les cuesta compartir ideas y desconfían de sus compañeros. Un equipo donde las personas operan en modo supervivencia, hacen lo mínimo indispensable y cuentan los días hasta sus próximas vacaciones simplemente para escapar.
Recientemente, hablé con un profesional que describió cómo sobrevivió en un equipo tóxico llevando un billete de lotería en el bolsillo delantero. “Si estaba en una reunión y me sentía especialmente mal, frotaba el billete en el bolsillo, me daba esperanza de una salida”.
La realidad es que la diferencia entre estas dos experiencias de equipo radica en el liderazgo. Los líderes tienen el poder de crear entornos donde las personas prosperan, o entornos donde apenas sobreviven. Pero, ¿qué comportamientos específicos de liderazgo contribuyen a construir un equipo de alto rendimiento hoy en día.
La investigación detrás de cómo construir un equipo de alto rendimiento
En nuestro análisis de más de 66.000 encuestados, examinamos los comportamientos de liderazgo que se correlacionaban más fuertemente con un alto nivel de compromiso y disposición de los empleados para ir más allá. Descubrimos que los líderes en el 10% superior de estos comportamientos tenían al 71% de los miembros de su equipo altamente comprometidos, en comparación con solo el 13% en los equipos liderados por aquellos en el 10% inferior. Estos líderes entendían cómo construir un equipo de alto rendimiento.
Si bien ningún líder puede lograr el compromiso del 100% de todos los empleados, centrarse en estos cinco comportamientos de liderazgo clave aumenta significativamente la probabilidad de construir un equipo de alto rendimiento, incluso en el cambiante lugar de trabajo actual.
Los líderes de equipo inspiran más de lo que impulsan
Los equipos de alto rendimiento se construyen con inspiración, no solo con dirección. Los mejores líderes generan energía y entusiasmo, ayudando a los miembros del equipo a conectar con su trabajo con un propósito mayor. En el entorno laboral actual, donde los modelos híbridos y la comunicación pueden generar desconexión, los líderes deben redoblar sus esfuerzos en la inspiración, a través de la narración y el reconocimiento y ayudando a los empleados a ver su impacto.
Los líderes de equipo cultivan la seguridad psicológica y resuelven los conflictos de forma proactiva
El conflicto es inevitable, pero en equipos de alto rendimiento se aborda de forma constructiva en lugar de ignorarlo. La seguridad psicológica – la libertad de expresarse sin temor a juicios ni repercusiones – se ha convertido en un factor crucial para el éxito del equipo. Los líderes deben fomentar el diálogo abierto, fomentar diferentes perspectivas y mediar en los conflictos antes de que se intensifiquen.
En equipos híbridos y remotos, donde la falta de comunicación es más frecuente, la resolución proactiva de conflictos y la comunicación internacional son aún más esenciales. La falta de interacción presencial puede agravar los malentendidos, por lo que los líderes deben crear espacios estructurados para el diálogo abierto.
Los líderes de equipo establecen metas ambiciosas que desafían y empoderan
Las personas se involucran más cuando trabajan algo significativo y ambicioso. Los líderes que establecen metas ambiciosas – no irrealistas, sino desafiantes y motivadoras, ayudan a los miembros del equipo a superar sus límites. En una era donde la tecnología y la IA están transformando las industrias, establecer metas ambiciosas también puede significar animar a los equipos a adoptar la innovación y el aprendizaje continuo.
La clave es asegurar que estos objetivos se sientan alcanzables con esfuerzo y apoyo. Cuando los empleados logran cosas extraordinarias, ganan confianza en sus propias capacidades y el equipo en su conjunto se vuelve más resiliente y de alto rendimiento.
Los líderes de equipo comunican excesivamente la visión y la dirección
La claridad es una ventaja competitiva. En entornos laborales dinámicos, donde las prioridades cambian y la ambigüedad puede generar confusión, los líderes deben reforzar continuamente la visión, la misión y las prioridades. No basta con comunicar una visión una vez; los líderes deben repetirla y reforzarla de diversas maneras, asegurándose de que cada miembro del equipo comprenda como su trabajo contribuye al panorama general.
Sin el beneficio de las conversaciones informales en la oficina en entornos de trabajo remotos e híbridos, este nivel de comunicación intencional se vuelve aún más crítico. Los líderes de equipos de alto rendimiento utilizan múltiples canales – reuniones de equipo, reuniones individuales y herramientas digitales – para garantizar la coordinación y la claridad.
Los líderes de equipo generan confianza mediante la transparencia y la coherencia
La confianza es la base de los equipos de alto rendimiento. Sin ella, incluso los grupos más talentosos tendrán dificultades. La confianza se construye de tres maneras clave:
- Relaciones: las personas confían en los líderes que realmente se preocupan por ellas. Los líderes deben dedicar tiempo a conocer a los miembros de su equipo como individuos, no como empleados.
- Competencia: los equipos confían en los líderes que demuestran experiencia y buen juicio. Los líderes no tienen que saberlo todo, pero deben estar dispuestos a aprender, adaptarse y tomar decisiones informadas.
- Confianza: la confianza se erosiona cuando los líderes son impredecibles o no cumplen con sus compromisos. Cumplir con los compromisos, ser transparente ante los desafíos y alinear las acciones con las palabras fortalece la credibilidad.
El imperativo del liderazgo para construir un equipo de alto rendimiento en el lugar de trabajo actual
Habiendo trabajado tanto en equipos de alto rendimiento como en equipos disfuncionales, conozco de primera mano cómo la experiencia influye no solo en el rendimiento laboral, sino también en el bienestar general. Cuando los equipos prosperan, los empleados están más comprometidos, son más innovadores y resilientes. Cuando los equipos son tóxicos, los niveles de estrés aumentan, la productividad disminuye y los empleados con talento se marchan.
En el entorno laboral actual, donde el trabajo híbrido, el cambio impulsado por la IA y el bienestar de los empleados son prioridades absolutas, los líderes deben ser más conscientes que nunca de fomentar equipos de alto rendimiento. ¿La buena noticia? Las pequeñas acciones de liderazgo consistentes pueden tener un impacto significativo. Al inspirar en lugar de presionar, fomentar la seguridad psicológica, establecer objetivos ambiciosos significativos, comunicar la visión con claridad y generar confianza, los líderes pueden transformar equipos de supervivencia a éxito.
Y ese es el tipo de equipo del que todos merecemos formar parte.
APRENDIZAJE CLAVE: ¿Cómo construir un equipo de alto rendimiento?
Los equipos de alto rendimiento prosperan bajo líderes que inspiran en lugar de presionar, fomentan la seguridad psicológica, establecen objetivos ambiciosos significativos, transmiten la visión en detalle y generan confianza mediante la transparencia y la coherencia. Las investigaciones demuestran que estos comportamientos impulsan significativamente el compromiso y la participación, convirtiendo el trabajo en una experiencia gratificante y colaborativa. Cuando los líderes generan claridad, fomentan la innovación y cultivan confianza, los equipos pasan de la simple supervivencia a la verdadera excelencia.
Este artículo de Joe Folkman fue publicado originalmente por Zenger Folkman.