¿Quién es el miembro de tu equipo que trabaja mejor bajo presión? ¿Cuál es el que empatiza mejor con los clientes y compañeros? ¿A quién suelen seguir el resto de trabajadores? Conocer las fortalezas de nuestro grupo de trabajadores nos va a posibilitar, como responsables del equipo, sacar lo mejor de cada uno y destinar estas capacidades hacia los fines y objetivos empresariales. ¿Por qué enviar a un trabajador con escasas habilidades sociales a una convención internacional pudiendo destinar a otro con altas dotes comerciales? Para descubrir los puntos fuertes de cada uno de una forma dinámica y participativa puedes apostar por desarrollar en la empresa un taller de liderazgo.
Beneficios de los talleres de liderazgo
Este tipo de acciones, no sólo nos permiten identificar al líder del grupo, sino también nos ayudarán a discernir las fortalezas de cada trabajador a través de actividades y juegos. De este modo, evitaremos generar las habituales tensiones de evaluaciones directas.
Ahora bien, es conveniente que esta iniciativa sea avisada con antelación a los empleados y, a ser posible, que se desarrolle dentro del horario laboral, para garantizar la asistencia de todos los miembros del equipo, pero fuera del lugar de trabajo habitual, con el fin de generar un ambiente más relajado.
En concreto, los talleres de liderazgo nos van a permitir:
- Definir quién es el líder del equipo
- Fomentar la actitud proactiva dentro del grupo
- Establecer los diferentes roles reales de la plantilla
- Potenciar las habilidades de los participantes
- Mejorar las relaciones entre los miembros del equipo de trabajo
- Generar participación de los trabajadores
- Conseguir que los empleados se sientan escuchados
Actividades del taller de liderazgo
Juegos de rol
Mediante simulaciones de situaciones, el equipo tiene la posibilidad de enfrentarse a conflictos habituales del trabajo.
La dinámica de esta modalidad de taller de liderazgo es muy sencilla: planteamos un problema común del día a día de la organización y designamos los roles que cada empleado tiene que desarrollar. Por ejemplo, uno de los trabajadores puede desempeñar la función de atención al cliente y el resto, actuar como usuarios insatisfechos en distintos grados y actitudes.
Comprobarás cómo se comportan los empleados ante situaciones de crisis y descubrirás quién maneja mejor estos conflictos.
Tras una primera ronda, es conveniente que aportemos entre todos los puntos fuertes y débiles de la actuación del compañero y volvamos a repetirla una segunda vez siguiendo las pautas dadas. Este juego de rol puede rotar hasta que todos los miembros del equipo hayan participado y, según el tipo de conflictos que planteemos, conoceremos en qué destaca cada persona.
Tormenta de ideas
Otra forma de sacar a la luz las fortalezas es a través de técnicas de tormenta de ideas colaborativas, como el brainstorming o el brainwriting.
Dedica una sesión a compartir propuestas sobre un determinado proyecto que la empresa tiene entre manos o acerca de algún hándicap del funcionamiento de la compañía.
Presta atención, porque no sólo se trata de obtener opciones para la situación planteada, sino también para conocer el carácter de los trabajadores, sin obviar el beneficio que aportará al equipo el hecho de que los empleados se sientan escuchados y parte integrante de la toma de decisiones.
Por ejemplo, es posible que nos encontremos con un trabajador que desde el principio está aportando propuestas, más o menos acertadas, o con otro empleado que se mantiene en segundo plano, pero tímidamente presenta alternativas de alta calidad. El primero tendría un rol de impulsor, mientras que el segundo respondería al de creativo.
Reparto de fortalezas
Otra sencilla, pero efectiva, actividad de un taller de liderazgo consiste en dejar que sean los propios trabajadores los que asignen un rol al resto del equipo.
Definiremos los diferentes papeles que debería tener nuestro equipo ideal e invitaremos, en una reunión informal, a que los empleados asignen a cada compañero el rol que consideran que es su fortaleza: el cohesionador, el investigador, el creativo, el impulsor, el finalizador, el especialista…
Hay multitud de perfiles, así que debemos establecer de forma anticipada cuáles son los apropiados según el campo de actividad y objetivos que tengamos. Conseguiremos que la reunión sea aún más distendida, empleando símiles a los roles, como animales, personajes históricos, películas… ¿Quién es el león del grupo? ¿Y la hormiga? Además, al tratarse de un planteamiento en positivo, atribuyendo fortalezas–no debilidades-, evitaremos conflictos internos tras el juego y reforzaremos la cualidad asignada a cada uno.
Juegos de equipo
Estas dinámicas son una buena vía para descubrir las fortalezas de cada trabajador tanto a nivel individual como colectivo.
Para obtener un mapa de habilidades de nuestro grupo más completo, podemos decantarnos por realizar dos equipos diferentes. El contenido de este taller de liderazgo en sí es lo de menos: puede ir desde actividades triviales, como realizar un puzle en un tiempo concreto, hasta desarrollar diferentes trabajos de oficina lo antes posible.
Se trata, en definitiva, de ver cómo trabajan los empleados bajo presión, comprobar cómo interactúan entre ellos y hallar las fortalezas de cada uno. Podemos ir un paso más allá si establecemos una tarea extra que deberá realizar el compañero que elijan los miembros de cada grupo después de haber terminado la primera fase, a modo de final. Con ello, definiremos claramente el líder del equipo, que será aquél en el que su equipo ha depositado la confianza.
Autoconocimiento a través de un taller de liderazgo
Otra actividad con la que podemos conocer más a fondo las fortalezas y debilidades de nuestro equipo de trabajo consiste en plantear una situación extrema con una serie de personajes de diversa índole (edad, sexo, estatus social, color de piel, aficiones…) y dejar al grupo decidir a quiénes de ellos salvarían y por qué.
De este taller de liderazgo, mejoraremos el proceso de toma de decisiones del equipo y nos permitirá reflexionar sobre las fortalezas y debilidades que los participantes han considerado primordiales. También nos permite observar el comportamiento de los trabajadores durante el debate.
La importancia del liderazgo
Otro tipo de taller de liderazgo para resaltar la importancia del líder dentro del equipo es mediante la realización de pruebas a ciegas.
Para potenciar esta fortaleza, crearemos dos grupos. En uno de ellos, todos los integrantes irán con los ojos vendados, salvo uno que actuará como líder. En el otro, sólo uno de los miembros tendrá la visión anulada, mientras que el resto ejercerán de guías. Realizando cualquier tarea, como llenar un vaso de agua o recorrer un itinerario con los ojos tapados, guiados por las instrucciones del o los líderes, según el grupo, haremos conscientes a los miembros del equipo de la importancia de un liderazgo eficaz llevado a cabo por una persona, ya que lo normal es que el grupo que tiene un solo guía termine la prueba antes que el que sigue las órdenes de varias personas.
¿Y qué hacemos una vez que hemos identificado a los trabajadores con talento directivo? Para aprovechar este potencial, es indispensable que la empresa apueste por el desarrollo de estos profesionales a través de programas especializados. En el Grupo P&A, toda nuestra formación en liderazgo está basada en investigaciones empíricas llevadas a cabo durante décadas por la consultora internacional Zenger&Folkman, con una metodología basada en la excelencia y la adaptación a cada caso. De este modo, las organizaciones tienen plena garantía de los resultados de la acción.