Mucho tiempo atrás la vida consistía en estudiar, obtener una titulación y pasar a formar parte de una empresa. El objetivo definitivo de los profesionales se encontraba en alcanzar un puesto fijo del cual no se tuvieran que desprender en ningún momento de su vida. Significaba trabajar durante décadas en una misma posición, sin tener que preocuparse de nada y repitiendo día a día un mismo proceso de trabajo. Fue una tendencia que se mantuvo en tiempos modernos a lo largo de décadas, pero que quedó en desuso en los últimos años. De manera reciente el mercado laboral ha cambiado y lo ha hecho gracias a que también han cambiado los trabajadores.
De los tiempos de aceptación, de pasividad y de ausencia de ambición, han pasado muchos años. Ahora el profesional medio tiene otros niveles de ambición. También comienza estudiando y tras obtener su titulación busca un primer trabajo, pero no lo hace con el objetivo de mantenerse estancado en una posición fija hasta su jubilación. En realidad, ahora las metas son bien diferentes. El punto de vista sobre el cual se acepta un trabajo no es de quedarse estancado en él, sino que se piensa en el día a día, en el momento actual y en el presente. Se estipulan unas metas a corto plazo que servirán de puente para llegar a otros niveles en el futuro, como si fuera un peldaño más en una larga escalera que representa la vida profesional de cada individuo.
Formación para evolucionar
La formación orientación laboral es una metáfora del proceso bajo el cual un individuo sale de su crisálida para convertirse en algo totalmente nuevo. Un profesional que ha asentado su presencia en una empresa no tiene porqué mantenerse estancado en el mismo puesto, dado que puede implementar un esfuerzo que le dé posibilidades de llegar más lejos a través de la adopción de un nuevo rol. Para conseguir este logro, lo que tienen que hacer los trabajadores es atravesar procesos de formación que les preparen para llegar a tener nuevas capacidades. De esta manera, un especialista en diseño e ilustración, si se forma en la creación de páginas web, adoptará un nuevo rol en el cual será más dinámico y flexible, siendo capaz de atender a más requisitos y posibilidades de trabajo. Y en este mismo sentido, el mismo profesional del trabajo no tendrá que asentarse en ese nivel de conocimiento, sino que la formación le permitirá seguir capacitándose para llegar aún más lejos en el futuro.
En ocasiones, la formación no se estipula alrededor de la idea de llevar a una profesión un paso más allá, sino que lo que se hace es probar otros departamentos o divisiones. Esto es fruto de la inquietud que los trabajadores de hoy en día tienen, por ver si hay otros tipos de trabajos que les puedan satisfacer de una forma superior, siendo posible, incluso, descubrir en el proceso algún tipo de talento escondido que no haya sido descubierto todavía.
¿Hasta dónde es necesario cambiar de trabajo?
Las tendencias de formación no tienen porqué estar relacionadas con un cambio de empresa, ni mucho menos. Las propias compañías organizan procesos de formación para sus empleados, preparándoles con el objetivo de instruirles para adoptar nuevos roles en ellas. Las compañías de hoy son más conscientes de la importancia de tener contentos a sus miembros, y es por ello que no les importa depositar su esfuerzo en que puedan cambiar de aires, para encontrarse con un nuevo puesto. Al fin y al cabo, a las empresas les gusta tener a sus empleados en aquellos puestos donde puedan rendir a un máximo nivel. Y alcanzar este rendimiento no solo es algo que esté determinado por el conocimiento o la experiencia, sino también por el interés y la ambición.
Por lo tanto, es fundamental que los procesos de formación continúen recibiendo apoyo, para que cada vez más personas tengan la oportunidad de explorar sus inquietudes y alcanzar los puestos con los que siempre han soñado. Así es como las empresas, al mismo tiempo, se podrán encontrar con un equipo flexible y dinámico, en el cual se palpen las buenas vibraciones en el ambiente y que, además, aproveche hasta la última gota de entusiasmo de sus miembros. Esta tendencia de la era actual seguirá extendiéndose y, por eso, nunca hay que decir que no a un proceso de formación que pueda resultar saludable.
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