En un mercado tan competitivo como el actual, donde evolucionar es un requisito imprescindible para la supervivencia de las empresas, es muy importante que los directivos conozcan y apliquen la innovación disruptiva y apuesten por ideas rompedoras que cambien el mercado.
Ahora bien, aunque es un término que se ha hecho muy popular en los últimos años, es importante conocer qué es realmente la innovación disruptiva, tanto para poder fomentarla dentro de las compañías, como para sobreponerse a los envites que las nuevas propuestas de valor realizarán contra las compañías consolidadas.
Concepto de innovación disruptiva
Fue en 1997 cuando surge este concepto de innovación disruptiva en la obra The innovators dilema, de Clayton Christensen. Este profesor de la Harvard Business School la define como “el proceso a través del cual un producto o servicio simple entra en el extremo inferior del mercado y luego escala gradual y constantemente, llegando a ocupar el mercado y desplazando a los competidores establecidos”.
Se trata, por tanto, dentro de los tipos de innovación de propuestas alternativas o residuales, diferentes a todo lo existente, que consiguen sorprender al consumidor y situar a la compañía por encima de la competencia o, incluso, generar una nueva industria.
A diferencia de la innovación tradicional, enfocada a mejorar los productos o servicios existentes, la innovación disruptiva crea propuestas de valor diferenciadas y dirigidas a los consumidores ‘olvidados’ por las grades marcas. Es el caso de las fotocopiadoras personales, que permitieron a cualquier ciudadano adquirir una máquina que solo estaba al alcance de las empresas.
Elementos de la innovación disruptiva
No obstante, hay que resaltar que no es oro todo lo que reluce. Escuchamos continuamente que tal o cual empresa ha llevado a cabo una innovación disruptiva, pero ¿es realmente así?
Según Rory McDonald, Michael E. Raynor, Clayton M. Christensen, en el artículo ¿Qué es la innovación disruptiva?, publicado en la Harvard Business Review, apuntan a la existencia de varias circunstancias para poder aplicar con propiedad el concepto:
- Aparecen en sectores desatendidos. Una de las claves para hablar de disrupción es el público a quien se dirige la idea. Por ejemplo, Uber ha sido mencionada como ejemplo de innovación disruptiva dentro del sector del taxi, pero realmente sus destinatarios son las mismas personas que antes pagaban a los taxistas. Sin embargo, en la disrupción, las compañías se fijan en los segmentos inferiores que, por su capacidad adquisitiva o su reducido número, no resultan inicialmente rentables para las marcas asentadas.
- Los consumidores de empresas tradicionales se unen posteriormente. Para que haya innovación disruptiva, el público objetivo del mercado principal o mayoritario no debe tener en cuenta inicialmente la nueva propuesta de valor, e incluso la consideran poco apropiada para su estatus. Así, por ejemplo, inicialmente, las consumidoras de alta costura no se dejaban ver por una tienda de Inditex, sino que esperaron a que la nueva firma se asentara.
- La disrupción no son grandes inventos, sino procesos. A la hora de englobar los casos de éxito de la innovación disruptiva es necesario desvincularlo de un producto o servicio concreto que ha conseguido copar el mercado, sino que se refiere a un proceso evolutivo que ha llevado a la nueva propuesta desde un consumo alternativo a otro de masas.
Eso sí, el hecho de que la innovación disruptiva esté impregnada por este carácter periférico –alejado del gran consumo- no excluye la necesidad de que grandes y pequeñas empresas fomenten su aplicación, pues no deja de ser una herramienta para la mejora continua y la adaptación a los nuevos escenarios.
Gracias a la innovación disruptiva, los directivos pueden transformar el mercado o incluso, crear nuevas industrias, garantizando su posicionamiento en el sector. ¿Quieres beneficiarte de estas ventajas? En el Grupo P&A, consultora de Liderazgo y Recursos Humanos con más de dos décadas de experiencia, contamos con diferentes proyectos de formación en innovación impartidos a través de CrossKnowledge.
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