Durante décadas, el desarrollo del liderazgo se ha centrado casi exclusivamente en las personas: la estrella emergente, el líder de alto rendimiento, el futuro líder con gran potencial. Pero, ¿qué sucedería si la verdadera clave para un rendimiento y compromiso sostenidos no residiera en mejorar individualmente, sino en transformar al equipo?
Esa es la premisa de nuestra última conversación en el podcast The 90th Percentile. Me reuní con Paul Leboffe, asesor empresarial experimentado, consultor de desarrollo de equipos y facilitador experto de la experiencia de desarrollo de Líder Extraordinario de Zenger Folkman. Con más de 25 años de experiencia guiando tanto a personas como a organizaciones hacia una transformación significativa, Paul aporta una perspectiva única, práctica y basada en la evidencia, el liderazgo y la eficacia de los equipos.
El poder de la unidad de equipo
“¿Por qué trabajamos en equipo?”, preguntó Paul durante nuestra conversación. “Porque juntos somos más inteligentes que cualquiera de nosotros solo”.
Sin embargo, la mayoría de las iniciativas de desarrollo aún operan a nivel individual. Los líderes asisten a talleres, regresan con energía y luego se ven arrastrados de nuevo a la fuerza de una dinámica de equipo inalterada. Según Paul, esta pérdida de aprendizaje es muy común cuando el desarrollo se realiza en silos.
En cambio, el desarrollo a nivel de equipo crea un lenguaje compartido, compromisos compartidos y, lo más importante, un sistema de apoyo que refuerza los nuevos comportamientos. Cuando todo un equipo crece unido, el impacto es más profundo y sostenible.
¿Qué sucede cuando los equipos no están desarrollados?
Ignorar la dinámica de equipo tiene un costo. Paul describe un patrón que observa con frecuencia: líderes individuales gestionando silos aislados. Si no se presta atención al funcionamiento del equipo como unidad, la colaboración se debilita, la confianza se erosiona y la ejecución se ve afectada.
Incluso los equipos bien intencionados pueden tener dificultades. Una de las mayores sorpresas que encuentran los equipos durante el taller “Equipo Extraordinario” es su puntuación en confianza y respeto.
“La gente asume que es confiable”, explica Paul. “Pero su intención no siempre coincide con su impacto. En culturas donde se prioriza la amabilidad sobre la franqueza, los miembros del equipo sobrecargados pueden fallar, minando la confianza sin darse cuenta”.
El equipo moderno es complejo
Los equipos actuales son más diversos, dispersos, digitales y dinámicos que nunca. Esto es una ventaja, pero también dificulta generar confianza y claridad. El teletrabajo, la comunicación en diferido y las diferencias culturales pueden aumentar los malentendidos.
Como señala Paul, “los equipos diversos superan a los homogéneos”, pero tardan más en consolidarse. Si a esto le sumamos herramientas de comunicación digital con sesgo negativo, como el correo electrónico, tenemos un entorno complejo donde las cosas pueden fallar fácilmente”.
La evaluación comparativa basada en evidencia funciona
¿Algo que ayuda? La evaluación comparativa. La evaluación de Equipos Extraordinarios de Zenger Folkman no se limita a ofrecer información vaga. Mide al equipo en 15 dimensiones y compara los resultados con una base de datos global de equipos de alto rendimiento.
“La gente inteligente busca evidencia”, dice Paul. “Cuando ven que los datos están respaldados por investigaciones, confían en ellos y actúan en consonancia”.
La evaluación también demuestra que los equipos no necesitan ser excelentes en todo. Centrarse en un punto fuerte y abordar una debilidad crítica suele ser el enfoque más práctico y eficaz.
El progreso impulsa la motivación
Paul compartió una de sus conclusiones favoritas de la investigación: el principal motivador de las personas es el progreso. Cuando los equipos concentran su energía, ven pequeños logros y monitorean las mejoras juntos, el impulso crece.
“Por eso funciona este taller”, explica. “Crea una pausa estratégica para que el equipo reflexione, reajuste y avance juntos”.
Hacer del desarrollo del equipo un elemento central de su estrategia de talento
Para las organizaciones que buscan integrar el desarrollo del equipo en su estrategia, Paul ofrece cuatro pasos clave:
- Empiece por el análisis de negocio. Vincule la eficacia del equipo con los objetivos de rendimiento, retención o compromiso.
- Pruebe la experiencia. Pruébela con un grupo pequeño para lograr su aceptación y perfeccionar el enfoque.
- Empodere a los líderes. Haga que el desarrollo de equipos sea parte integral de su liderazgo, no solo un complemento.
- Hazlo sostenible. Crea seguimiento y refuerzo para mantener el progreso.
Pensamiento final
En un mundo donde el cambio es constante y la complejidad crece, los equipos se están convirtiendo en nuestra unidad de rendimiento más importante. Desarrollarlos no es solo un lujo: es esencial.
Como dijo Paul: “En un mundo de alta tecnología, estamos redescubriendo la necesidad de la interacción cercana. Los equipos no son solo unidades funcionales. Son nuestras comunidades”.
Si está listo para dejar de desarrollar líderes de forma aislada y comenzar a construir equipos extraordinarios, este puede ser el cambio que su organización ha estado esperando.
Este artículo de BreAnne Okoren fue publicado originalmente en Zenger Folkman.