Trabajadores más felices es sinónimo de trabajadores más productivos y así lo ponen de manifiesto numerosos estudios científicos, como el desarrollado por la Universidad de Warwick, en Reino Unido, que recoge que un empleado contento es un 12% más productivo que uno que no lo está.
Por tanto, un buen líder deberá introducir técnicas y mecanismos de motivación en la empresa, para conseguir no sólo unos mejores resultados en la consecución de objetivos, sino también optimizar la calidad del servicio prestado, crear un ambiente de trabajo positivo y contribuir al bienestar de los miembros de su equipo.
Algunas empresas, conscientes de esta relación entre motivación y productividad, ya están tomando cartas en el asunto, como Google, donde la dirección ha conseguido incrementar casi un 40% el nivel de satisfacción aplicando políticas de bienestar, o Heineken, mediante cursos de salud laboral que han generado que un 80% de las personas participantes se mostraran más a gusto en su puesto.
Pequeños gestos
No hace falta ser una multinacional para provocar el cambio motivacional de los trabajadores. Como señala el experto Geoffrey James, con unos simples consejos, podremos, como jefes de equipo, multiplicar la motivación laboral de nuestros trabajadores.
- Sonríe, es gratis. Si mostramos una cara amable, acompañada de una sonrisa, contagiaremos nuestra actitud al resto del equipo, generando un positivismo que se trasladará también al desarrollo de las tareas correspondientes. Y si logramos mantener este talente incluso ante los conflictos y crisis, ejerciendo una escucha activa, la motivación será óptima.
- Al césar lo que es del césar. Es decir, es importante que reconozcamos el trabajo bien hecho a nuestros empleados y a nosotros mismos. Lo mismo ocurre a nivel de aprendizaje: impulsaremos la motivación laboral si valoramos los hitos que consigan los miembros de nuestro equipo y potenciaremos su puesta en práctica como parte de sus competencias y habilidades.
- Tiempo para la reflexión: estableciendo un minuto diario para el silencio y la reflexión de asuntos que no estén relacionados con el trabajo, permitiremos a los empleados cargar las pilas para el resto de la jornada.
Aspectos más influyentes en la motivación
Si bien estos sencillos gestos nos ayudarán a potenciar el buen ambiente y la motivación del personal, hay otros temas más serios que también van a incluir notablemente en la felicidad y, por ende, productividad de nuestra plantilla.
De hecho, los aspectos que más valoran los empleados respecto a sus puestos de trabajo son el salario, la seguridad laboral, las perspectivas de futuro, el ambiente de trabajo, la conciliación y la flexibilidad.
Sabiendo esto, ¿cómo podemos mejorar la motivación laboral de nuestro equipo?
- Adecuando el puesto de trabajo a cada empleado. Esto significa que el empleado debe estar cómodo en esa posición: ni infracualificado, ya que desmotivará al no alcanzar los objetivos; ni sobrecualificado, ya que caerá en la desidia al sentirse poco valorado. Hablamos, claro, tanto de competencias como de retribución económica, que deberemos fijar en base al puesto y revisar periódicamente.
- Motivando las relaciones interpersonales, mediante la organización de actividades lúdicas para los empleados, como comidas o cenas, competiciones deportivas, convivencias entre los distintos departamentos, etc. Lograremos que mejorar la comunicación interna y el buen ambiente, y, como consecuencia, la productividad.
- Fomentando la promoción interna, posibilitando que sean los empleados de la empresa los que accedan a puestos de mayor responsabilidad. De este modo, confirmaremos al equipo que valoramos sus esfuerzos y que su motivación laboral y entrega tiene recompensa.
- Incentivando a los trabajadores que consigan cumplir con los objetivos y metas, como muestra de nuestro reconocimiento hacia el trabajo bien hecho y la profesionalidad, ya sea mediante pagas extra, premios, días libres u obsequios.
- Optimizando los recursos técnicos, para facilitar el trabajo de nuestros empleados, desde los instrumentos básicos del puesto, hasta herramientas informáticas acordes a sus funciones, sin olvidar pequeños detalles como una zona de ocio, acceso a agua o tentempiés, etc.
- Facilitando la formación de los empleados. Un trabajador que quiera aumentar sus conocimientos debería contar con el respaldo del líder, ya que denota motivación laboral y ansias de mejora que irán en beneficio de la empresa.
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