En toda empresa debe haber una persona que pueda ocupar el papel de líder y que sirva de hilo conductor del esfuerzo que realizan todos los empleados en su día a día. Es muy posible que ya te hayas esforzado para convertirte en un líder de pleno derecho y que tu equipo responda a ello con buenos resultados. ¿Pero sabes qué tipo de líder eres en realidad? ¿Qué percepción tienen tus empleados del trabajo que realizas? ¿Te gustaría pasar a adoptar un rol diferente en cuanto a la manera en la que llevas a cabo tu liderazgo en el entorno empresarial? Te vamos a presentar los distintos tipos de liderazgo empresarial para que primero reconozcas tu caso y segundo puedas conocer otros estilos de trabajo que quizá puedan darte mejores resultados.
Liderazgo autocrático
Hay tipos de liderazgo que resultan esenciales en momentos determinados y a los que es bueno recurrir en ocasiones en las que otras estrategias han fallado. Es lo que ocurre en el caso del liderazgo autocrático, un tipo que apuesta por darle todo el poder al líder y que así este adopte un punto de vista supremo por encima de sus empleados. Se trata de un tipo de liderazgo agotador y de un alto nivel de estrés, dado que significa pensar que las únicas ideas correctas son las que tiene el líder y que los empleados están presentes solo para seguir las órdenes.
No es un modelo de liderazgo que se recomiende en un periodo normal, pero sí puede ser imprescindible en situaciones críticas en las que una empresa no está pasando por sus mejores momentos. El líder debe ser inflexible y tener, sobre todo, las ideas muy claras. De conocer cuál es su papel y el rumbo que debe llevar la empresa, todos los miembros del equipo trabajarán siguiendo su guía sin plantearse nada al respecto.
Liderazgo carismático
Si encajas en el perfil de líder simpático y cautivador, que es capaz con unas pocas palabras de inspirar el mayor de los ánimos en los trabajadores, entonces eres de la rama del liderazgo carismático. Tus empleados, por muy decaídos que estén, solo necesitan pasar unos minutos contigo para ver las cosas de forma más positiva y entender que la situación no es, ni mucho menos, tan negativa como podría parecer. Tus discursos resultan alentadores y no hay nadie que se pueda resistir a sentir el entusiasmo de tus palabras una vez les has llenado de energía. Además, despiertas un gran sentido de la motivación y haces que cada empleado se sienta como si la empresa dependiera de ellos.
Los líderes carismáticos pasan a tener un papel imprescindible en la empresa, más aún que los líderes autocráticos, dado que se convierten en parte de su alma. Con su ausencia hasta la montaña de naipes mejor elaborada se puede venir abajo con un simple soplo de aire.
Liderazgo paternalista
No importa qué edad tengas o los años que te distancien de tus empleados, cualquier momento es adecuado para adoptar un papel de líder paternalista. La forma en la que se trata a los miembros del equipo es similar a la que se tiene con los hijos en una unidad familiar. Se les proporciona confianza, pero siempre bajo una supervisión muy directa en la cual el líder tiene la sensación de contar con una opinión que es acertada por encima de cualquier idea o iniciativa que puedan tener los empleados.
Tiene algunos puntos de coincidencia con el liderazgo autocrático, pero la principal diferencia se encuentra en el tono y en la manera de hacer sentir a los trabajadores. Con un líder paternalista el equipo se encuentra más seguro, protegido porque sabe que a su alrededor hay una figura que les protege con su supervisión y consejos, como si se tratara de su propio padre.
Liderazgo burocrático
Hay veces en las que nacen líderes que prefieren no profundizar en la personalidad de los miembros de su equipo y que optan por un acercamiento más frío al día a día en el entorno laboral. Son los líderes burocráticos, que siempre eligen el manual para determinar la forma en la que trabajarán o cómo guiarán a su equipo. Si se encuentran con un obstáculo no dudan en recurrir a las posibles soluciones a situaciones problemáticas que estén contempladas en el plan general de la empresa.
No es un líder que pueda aprovechar el potencial de sus trabajadores y tampoco uno que vaya a garantizar que la empresa se convierta en un ambiente agradable en el cual trabajar. Pero este liderazgo tiene sus ventajas en entornos en los que se realizan procesos mecánicos en los que se repite una y otra vez un mismo proceso sin margen a la innovación o improvisación.
Liderazgo democrático
El opuesto del liderazgo autocrático se encuentra representado en el líder democrático. Como su propio nombre indica, está vinculado con un líder que nunca trabaja en solitario y que cree que siempre es una mejor solución contar con sus empleados que tomar decisiones a la ligera de manera independiente. Es uno de los mejores líderes para desarrollar un buen ambiente de trabajo en equipo, si bien es posible que al contar con la opinión de distintas personas se deban introducir modificaciones en el entorno laboral que deriven en retrasos.
Pero trabajando sin márgenes estrechos para realizar tareas, el líder democrático tiene muchas posibilidades de crear un entorno laboral en el cual sus distintos miembros pasen a sentirse parte de una familia.
¿Estás satisfecho con el tipo de líder que eres?
Estos son solo 5 de los tipos de liderazgo empresarial por los que se puede optar en el entorno profesional. No hay que dejar de lado el liderazgo natural, que viene a estar representado por el líder que crea un entorno equilibrado incorporando una dosis de los demás tipos, trabajando día a día para que su oficina sea un lugar adecuado en el que trabajar. Cambiar el enfoque del liderazgo a implementar en una empresa puede llevar a mejorar los resultados, así que si no te van bien las cosas, ¿por qué no cambias tu estilo de liderazgo?
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