El Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de marzo una subvención de más de 31 millones de euros –igual a la destinada el año pasado- para la financiación de los gastos de funcionamiento e inversión de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo, el organismo antes denominado Fundación Tripartita.
En concreto, la partida asignada asciende a 31.038.690 euros -con cargo al presupuesto del Servicio Público de Empleo Estatal- para el cumplimiento de sus objetivos en el desarrollo estratégico del sistema de formación profesional en España.
La Fundación, que se enmarca en la Ley 30/2015 que regula el Sistema de Formación Profesional para el empleo en el ámbito laboral, está regida por un patronato en el que forman parte el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y las Comunidades Autónomas (en representación de la Administración Pública), así como miembros de las organizaciones empresariales y sindicales más representativas del país.
¿Cómo se utiliza en España la Formación para el Empleo?
Paralelamente a la aprobación de la subvención estatal, un estudio elaborado por Aenoa a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), pone de manifiesto que solo tres de cada diez trabajadores reciben formación continua por parte de sus compañías debido, en parte, a que las organizaciones –especialmente las pequeñas y medianas empresas- desconocen cómo pueden beneficiarse de las acciones de capacitación de carácter público. De hecho, las empresas disponen de cursos de formación bonificados, para mejorar las habilidades y desempeño de sus plantillas, financiados a través de las cuotas que abonan las compañías y empleados a la Seguridad Social.
Mientras en España el desarrollo de programas formativos en el seno de las compañías se limita al 30% de las organizaciones, en Alemania o los países nórdicos, el porcentaje se eleva hasta el 50% y el 60%, respectivamente.
No obstante, en datos absolutos, esta cifra supone que la formación continua ha sido una herramienta utilizada por 470.000 empresas españolas y ha beneficiado a casi 3,3 millones de profesionales, lo que ha supuesto un gasto en capacitación del capital humano de unos 580 millones de euros anuales procedentes de los fondos consignados para la Formación en el Empleo. Por géneros, han sido los hombres los que más cursos han recibido (un 56%), frente a las mujeres (que representan el 44% de la tasa de cobertura).
Asimismo, aunque España siga alejada de las ratios de otros países europeos, sí que se percibe un ligero incremento en cuanto a la aplicación de la formación bonificada en las empresas nacionales. En concreto, en los últimos años, el crecimiento de participantes en las acciones de capacitación profesional se ha situado en torno a un 5%, salvo en los últimos dos años, que el incremento se ha reducido a un 2%.
Respecto al tipo de formación más demandada por las compañías, son los cursos relacionados con las áreas de administración y gestión, seguridad y medio ambiente, comercio y marketing los que han acaparado un mayor interés del tejido empresarial español, con especial incidencia en materias de prevención de riesgos, inglés, gestión comercial, higiene alimentaria e informática.
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