Según el informe State of the Global Workplace de Gallup, solo el 15% de los trabajadores españoles está satisfecho en su puesto de trabajo, con la merma en el desempeño y la motivación que esta situación conlleva. De ahí la importancia de incentivar el buen rendimiento de los trabajadores.
Disponer de una plantilla feliz es sinónimo de productividad, como han desvelado en los últimos años numerosas investigaciones sobre gestión del capital humano. Para conseguir esta meta, los directivos deben implementar políticas basadas en el ‘employee centricity’, donde el bienestar de los trabajadores se convierta en una prioridad estratégica para las compañías.
En este sentido, los incentivos laborales son eficaces herramientas para impulsar la motivación y el compromiso de los empleados, tanto en su modalidad económica, como en la no económica. ¿Cómo podemos incentivar el buen rendimiento de los empleados a través de recompensas no salariales?
- Flexibilidad horaria. El 60% de los profesionales de la generación Millenial está dispuesto a renunciar a 250 euros de su sueldo al mes por poder disfrutar de un horario más flexible, según el estudio Millenials In Tech, impulsado por Force Manager. La jornada laboral como tradicionalmente la hemos conocido, con horarios estrictos y presenciales, está quedándose obsoleta, apareciendo nuevos formatos de organización laboral, desde el teletrabajo hasta el Smart Working, como métodos para incentivar el buen rendimiento de los equipos. Es el caso Netflix, donde la empresa concede total libertad a sus trabajadores para que lleven a cabo sus funciones dónde y cuándo quieran y decidan cuántas vacaciones se toman al año (con algunos pequeños límites), dando prioridad al cumplimiento de objetivos sobre el seguimiento horario.
- Premios. Otra forma de incentivar el buen rendimiento de los empleados es entregar a aquellos que destaquen por su buen desempeño premios o regalos que les hagan saber que la compañía es consciente de su alta competencia y buen rendimiento. No tienen que ser grandes obsequios, pues el mero gesto ya será un revulsivo para el trabajador y sus compañeros. En Lucent Techonologies, por ejemplo, diseñaron un plan de incentivos para aquellos participantes en un programa de ideas innovadoras: los profesionales que aportaban sus propuestas obtenían unos puntos que podían canjear por regalos de un amplio catálogo. Gracias a esta iniciativa, la organización recopiló más de 6.000 sugerencias, 2.100 de las cuales fueron implementadas.
- Viajes corporativos. Con la misma base que el punto anterior, muchas compañías están apostando en los últimos años por organizar viajes como forma de incentivar el buen rendimiento de sus colaboradores. Además, al tiempo que se premia el rendimiento de los profesionales, los viajes corporativos brindan la oportunidad de hacer team building con los equipos. Por estas razones, la tecnológica Black Mountain Systems desarrolla todos los años un ‘retiro exótico’ con la plantilla.
- Formación. Doble beneficio también de subvencionar la formación como incentivo: por un lado, permite sentir al trabajador que la compañía se preocupa por el desarrollo de su carrera profesional y premia su esfuerzo y, por otro, esta capacitación permite mejorar las habilidades y competencias de los empleados. Así, KPGM, reconocida como una de las mejores compañías para trabajar, invita a sus profesionales a realizar acciones formativas que les permitan sacar partido a su talento.
- Medidas de conciliación. Cada vez más, los profesionales demandan una mayor conciliación entre vida laboral y personal. Por ejemplo, el 69% los trabajadores considera que no dispone del tiempo suficiente para estar con sus hijos, según el estudio Guardería & Familia 2018, realizado por Edenred. Por ello, en Facebook, los nuevos progenitores pueden beneficiarse de cuatro meses de vacaciones pagadas, el pago del gasto de guardería y un cheque-bebé de 4.000 dólares, mientras que Cisco, por ejemplo, facilitan a sus empleados plazas de guardería en las inmediaciones de su sede, y en Wilton Corner han habilitado un servicio de lavandería que permite a los trabajadores dejar la ropa sucia y recoger la colada limpia al final de la jornada laboral, disfrutando de más tiempo libre al salir del trabajo.
- Planes de bienestar. Otra forma para crear una cultura del cuidado del trabajador e incentivar el buen rendimiento de los equipos es la llevada a cabo por compañías como Liberty Seguros, que mediante el programa ‘Nosolowork’ motiva a sus trabajadores a que realicen circuitos de training una vez al día; Cofidis, que ha creado una zona de relajación en sus instalaciones, donde ofrece servicios de masajes y de té; o Aegón, que ha creado toda una batería de medidas para procurar el bienestar de los profesionales, desde descuentos en gimnasios y fisioterapias, hasta una consulta médica online.
- Reconocimiento. Por último, incentivar el buen rendimiento de los trabajadores puede ser tan fácil como reconocer su labor mediante sencillos gestos. Una alabanza en público o en privado; una entrada en la web y en redes sociales explicando el logro de algún empleado o el clásico nombramiento del ‘empleado del mes’ –como hace Zappos- son prácticas que cualquier empresa se puede permitir. Como señala Margaret Heffernan en su libro Beyond Measure: The Big Impact of Small Changes, a veces “son los pequeños cambios que tienen el mayor impacto”.
Eso sí, antes de implementar cualquier medida incentivadora, es necesario conocer los comportamientos, capacidades, competencias e intereses de los profesionales. Esto es lo que realizamos en el grupo P&A a través de nuestro servicio de Evaluación y Assestment, en el que utilizamos herramientas de probada eficacia.
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