Los indicadores de productividad siguen ganando relevancia en la sociedad, abriéndose camino en las empresas para recibir la importancia que merecen. Estos indicadores representan un cúmulo de variables que tenemos la oportunidad de utilizar en nuestro beneficio, dado que dan la oportunidad de ser usados para detectar imperfecciones. Son utilizados para que analicemos el rendimiento de un negocio y la forma en la que se aprovechan los recursos, desvelando datos que pueden ser muy valiosos.
La política mejora los indicadores de productividad
Dentro de este contexto cada vez son más los centros de investigación que prestan apoyo y trabajan con diversas instituciones para aprovechar las oportunidades que arrojan sus estudios. El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local de México, Jorge Aguilar Chedraui, propuso instalar mesas de trabajo con el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), con la finalidad de mejorar los indicadores de productividad en el Poder Legislativo.
En aras de establecer parámetros que identifiquen los fallos que impiden el correcto avance de la gestión parlamentaria, se anunció esta medida como una solución que permitirá estudiar al detalle el informe emitido por el IMCO de manera que se encuentren salidas viables y objetivas de optimizar los índices de productividad. Por otro lado, el diputado alegó a favor del congreso de Puebla y aclaró que el rendimiento de los diputados no puede medirse según el número de sesiones, pues para llegar al pleno es necesario realizar gestiones previas en la junta de gobierno, cuerpo técnico y análisis de asuntos en carteras de comisiones. Sin embargo, la calificación del IMCO no recae únicamente en aspectos negativos también se reconoce al legislativo local como uno de los presupuestos más bajos del país, así como el gasto por diputado.
De igual forma, Jorge Aguilar Chedraui expresó su disposición a revisar de forma detallada y metódica los resultados de los indicadores, de manera que se pueda mejorar en el siguiente estudio. La cifra de organismos que se preocupan por el rendimiento de sus procesos ha crecido exponencialmente tras ver que sus indicadores de productividad pueden estar sujetos a análisis detallados. En consecuencia, estas instituciones se ven obligadas a examinar los fenómenos económicos y sociales que afectan a su competitividad dentro de su entorno con el objetivo de generar propuestas que fortalezcan e incentiven la producción.
Un ejemplo a seguir
La situación y decisión que ha adoptado el gobierno mexicano para fomentar la mejora de los indicadores de productividad es una buena pauta a seguir por el resto del mundo. Tanto empresas como otros gobiernos pueden aprender del ejemplo y depositar su confianza en esta mejora para aumentar los niveles de rendimiento de sus respectivos equipos. Del análisis de estos indicadores se pueden obtener importantes mejoras, como aumentar la visibilidad del rendimiento de producción o contabilizar recursos e inversión para ver si se está haciendo buen uso de los elementos internos. También es posible sacar en claro una respuesta a si estamos utilizando las mejores herramientas que podríamos tener entre manos o si por lo contrario la productividad podría aumentar con otros recursos. La información que proporcionan estos indicadores es lo que hará que cambien muchos aspectos en el rendimiento profesional y que las empresas se puedan beneficiar de ello.
En el futuro la tendencia marca un camino hacia la adopción del análisis de los indicadores de productividad como manera de aprender, de pulir y de priorizar cambios y tareas que puedan mejorar el negocio. Es algo que está demostrado que es útil no solo para las empresas, sino para cualquier tipo de entorno de trabajo en el que se inviertan recursos a fin de llegar a una meta específica, como ocurre con los gobiernos. El resultado del uso de indicadores es un valor de inteligencia notable, un conocimiento que permite poner remedio a aquello que no esté estabilizado dentro de la necesidad que tienen los negocios en los que se estén revisando procesos y niveles de rendimiento. A partir de estos datos se pueden tomar decisiones que llevarán a que los indicadores impulsen las empresas y los equipos de trabajo dejando atrás cualquier tipo de obstáculo. Algo que, en todos los casos, confirma porqué los indicadores se han establecido como una tendencia tan importante en las empresas.