Muchas compañías, como Nokia, Kodak o Sega,tienen dificultades e, incluso, fracasan, porque sus directivos no han sabido ejercer un liderazgo en un entorno cambiante, impediendo la adaptación del negocio a las nuevas exigencias del mercado. Hoy día, más que nunca, “la supervivencia de las organizaciones depende de su capacidad para moverse rápidamente”, señalan Jack Zenger y Joseph Folkman en Speed: How Leaders Accelerate Successful Execution.
La importancia de la agilidad en el liderazgo
En el mundo actual la única constante es el cambio , en consecuencia, las empresas no pueden perpetuar modelos de negocio estáticos. Pretender que una misma idea funcione durante décadas o incluso años es, actualmente, una entelequia. “Para disfrutar de un éxito sostenido, las empresas deben desarrollar un nivel de agilidad que coincida con el ritmo acelerado de cambio y la complejidad de un entorno empresarial en expansión”, sostiene Bill Joiner en Leadership Agility: From Expert to Catalyst.
Este vertiginoso ritmo provoca que la competencia nos sorprenda con una sucesión continua de avances, mejoras y nuevos productos y servicios, por tanto la inmovilidad empresarial dinamita el futuro de la compañía. “Vivimos en un mundo donde el ritmo al que se mueve una organización y su capacidad de adaptación y cambio pueden conducir a un éxito o fracaso dramático“, apuntan los expertos en Liderazgo y Recursos Humanos.
En esta carrera por la innovación y la adaptación, el liderazgo en un entorno cambiante es clave, pues son los directivos los que deben establecer esta nueva forma de trabajar e implantarla en toda de la empresa. Las empresas necesitan líderes flexibles, ágiles y veloces.
De hecho, según las investigaciones desarrolladas por Zenger&Folkman, la velocidad del líder afecta a su efectividad general. “Las organizaciones ágiles están llenas de líderes rápidos”, sentencian Zenger y Folkman.
Así, sobre el estudio de 7.000 directivos de todo el mundo, los autores descubrieron que aquellos ejecutivos que estaban por debajo del percentil 75 en cuanto a su agilidad, se situaban en el percentil 40 respecto a su efectividad. Por el contrario, los líderes que consiguieron puntuaciones superiores al 75% en la competencia de velocidad, elevaban su índice de efectividad hasta el percentil 83.
Pero el trabajo descubrió que este impacto del liderazgo en un entorno cambiante también está correlacionado en el mismo sentido con otras habilidades del líder extraordinario, como el potencial, el rendimiento y el compromiso de los trabajadores. “Creo que todos disfrutamos de estar en equipos ganadores; cuando vemos que las cosas se mueven de manera eficiente y efectiva, existe la sensación de que la velocidad realmente dinamiza a las personas”, explica Zenger en el ebook Insights on Speed and Quality.
Características del liderazgo en un entorno cambiante
¿Qué pueden hacer los directivos para ser más ágiles y conseguir un liderazgo efectivo en un entorno cambiante? Esta pregunta podría resumirse en “ser adaptable”, pero Zenger&Folkman han ido más allá, analizando datos de cerca de 90.000 profesionales para descubrir cuáles son las características clave que presentan los líderes flexibles y ágiles, expuestas en su webinar Boost Your Leadership Agility:
- Escuchar y aprender. Una de las habilidades que debe reunir el liderazgo en un entorno cambiante es la capacidad de escucha activa y de constante aprendizaje. En concreto, se trata de:
- Desarrollar el hábito de pedir feedback.
- Preocuparse sobre cómo las acciones personales del directivo impactan en los demás.
- Abrir la mente a nuevas y diversas ideas.
- Disposición para recorrer la milla extra. Salir de la zona de confort e ir más allá de lo que inicialmente se pensó como posible son también comportamientos propios de los líderes ágiles. En concreto, el directivo debe saber:
- Comunicar objetivos ambiciosos, sin dejar de lado el realismo.
- Motivarse a sí mismo y al resto del equipo para lograr esos grandes resultados.
- Comprender que para conseguir el progreso es necesario introducir cambios.
- Actitud optimista. Mostrar una actitud positiva sobre las posibilidades de mejora es fundamental para el liderazgo en un entorno cambiante. Para ello, es necesario:
- Desarrollar una mentalidad de crecimiento y de superación de los obstáculos.
- Adoptar una visión clara sobre las metas y estrategias.
- Disponer de un enfoque centrado en la búsqueda de nuevas y diferentes formas de tener éxito.
- Honestidad. Por último, el liderazgo flexible requiere que el directivo sea honesto consigo mismo y con el resto del capital humano, lo que supone demostrar su compromiso mediante un continuo desarrollo personal, ser claro y coherente en cuanto a las prioridades y la capacidad de comunicarlas de forma transparente y concisa a los trabajadores.
Por tanto, la capacidad de adaptación de la C-Suite se erige hoy día en una de las habilidades esenciales para desarrollar un liderazgo eficaz, pero no es la única. ¿Quieres convertirte en un líder extraordinario? Desarrolla las competencias clave con el programa The Extraordinary Leadership que ofrecemos en el Grupo P&A como partners de Zenger&Folkman.
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