¿Cómo podemos evolucionar si no sabemos qué apectos necesitamos mejorar? Distinguir la fortaleza de la debilidad y determinar cuáles son las nuestras es el primer paso para desarrollarnos en cualquier ámbito, también en el liderazgo. ¿Sabrías identificar tus puntos destacados y tus principales carencias?

Satisfacción laboral y productividad: ¿cómo conseguir que funcionen?

Descubre qué es la fortaleza y debilidad personal, qué características se integran en términos generales en cada grupo y cómo puedes analizar tus virtudes y defectos para poder trabajar en ellas.

Concepto de fortaleza personal

Cuando hablamos de fortaleza personal nos estamos refiriendo a “aquel conjunto de habilidades, características o aspectos de tipo psicológico o actitudinal en las cuales sobresalgamos y que supongan algún tipo de virtud o ventaja adaptativa”, según la definición aportada por Óscar Castillero en el artículo Fortalezas personales.

Por su parte, Christopher Peterson y Martin Seligman definen la virtud o fortaleza como “aquellas capacidades que pueden adquirirse a través de la voluntad, las cuales representan rasgos positivos de la personalidad”. Es esa característica que te hace sobresalir del resto para bien.

Ejemplos de fortaleza

En este sentido, estos autores han elaborado un Manual de virtudes y fortalezas del carácter, en el que relacionan científicamente los rasgos psicológicos positivos de las personas, divididos en seis grandes grupos:

Sabiduría y conocimiento

  • Creatividad
  • Curiosidad
  • Apertura mental
  • Amor por aprender
  • Perspectiva y sabiduría

Coraje

  • Valentía
  • Persistencia
  • Integridad
  • Vitalidad

Humanidad

    • Amor
    • Amabilidad
    • Inteligencia social

Justicia

    • Participación ciudadana o responsabilidad social, lealtad y trabajo en equipo
    • Justicia
    • Liderazgo

Templanza

      • Perdón y piedad
      • Humildad y honestidad
      • Prudencia
      • Autocontrol

Trascendencia

    • Excelencia
    • Gratitud
    • Esperanza
    • Humor y jovialidad
    • Espiritualidad y sentido de propósito

Definición de debilidad

En el lado opuesto, las debilidades personales pueden definirse como “los hábitos, pensamientos y conductas negativas que impiden realizar labores con eficiencia, alcanzar metas y lograr aquello que se desea”, según el blog de desarrollo personal Corrent.

Si bien no contamos con un manual como el de fortalezas, el pesimismo, la soberbia, la timidez, la pereza, la impulsividad, la indisciplina, la baja autoestima, la procrastinación, la impaciencia, etc. son algunas de las debilidades más frecuentes.

La relatividad de las virtudes y carencias

Ahora bien, aunque en términos generales podemos hablar de grupos diferenciados de fortalezas y debilidades personales, lo cierto es que estas actitudes positivas o negativas no son inamovibles y van a depender de varios factores:

  • El entorno. Las fortalezas y debilidades personales varían en función del con quien se comparen. Así, puede que salgamos de una empresa donde éramos los más creativos para acceder a otra donde nuestra capacidad de innovación no supere la media.
  • Las circunstancias. En función de cada momento, las fortalezas y debilidades personales pueden suplantarse o provocar unos efectos mínimos. Por ejemplo, el humor es considerado una habilidad, pero según en qué momentos lo empleemos puede convertirse en un hándicap.

Cómo conocer las fortalezas y debilidades de una persona

En cualquier caso, es necesario ser conscientes de cuáles son nuestras fortalezas y debilidades personales pues es el único camino que tenemos para reforzar las primeras y minimizar las segundas y obtener una evolución positiva como profesionales.

No debemos olvidar que, según las investigaciones llevadas a cabo por Zenger Folkman, los ejecutivos que presentan un único hándicap por debajo del percentil 10, son calificados con una puntuación media de 18 en cuanto a su efectividad como líderes. En cambio, ser altamente competente en solo una fortaleza clave del liderazgo catapulta al interesado al percentil 72 de los líderes mundiales. Al percentil 84, si se disponen de dos puntos fuertes, y al 90, en caso de contar con tres fortalezas.

Para llevar a cabo esta evaluación interna, contamos con diferentes herramientas que nos permiten hacer inventario de nuestros atributos positivos y negativos.

Análisis DAFO personal

Aunque fue creado para evaluar el potencial y límites de una organización, este sistema también puede ser aplicado para descubrir los elementos de fortaleza y debilidad de las personas y establecer un plan de acción para mejorar como profesionales. Se trata de determinar cuatro aspectos, divididos en dos grupos:

  • Variables internas:
    • Fortalezas: aquellos rasgos que nos hacen destacar, nuestros puntos fuertes.
    • Debilidades: las características que nos impiden lograr nuestras metas.
  • Variables externas:
    • Oportunidades: los desafíos que podemos conseguir gracias a nuestras fortalezas.
    • Amenazas: los riesgos que podemos sufrir dadas nuestras debilidades.

La ventana de Johari

Desarrollado por Joseph Luft y Harry Ingham, este sistema nos permite conocer tanto la fortaleza y debilidad de la que somos conscientes, como aquellas otras características que nos pasan inadvertidas, gracias a la retroalimentación de otras personas. En este sentido, la ventana de Johari está compuesta por cuatro áreas:

  • Pública: donde recopilaremos los elementos de fortaleza y debilidad que conocemos y que son compartidos por el resto de participantes en la herramienta.
  • Ciega: recoge los rasgos que los demás nos atribuyen pero que nosotros no habíamos percibido.
  • Privada: al contrario que en el área ciega, en este punto relacionaremos las características positivas y negativas que asumimos sobre nosotros mismos pero que tratamos de esconder a los demás.
  • Desconocida: engloba aquellos miedos y fobias que ni nosotros ni los demás conocemos sobre nuestra persona y que podremos descubrir a partir del análisis de los anteriores cuadrantes.

Tests de fortalezas y debilidades personales

Otra forma para desvelar nuestros puntos fuertes y débiles es acudir a los tests preelaborados por instituciones y organismos especializados en la materia, como el cuestionario VIA de la Universidad de Pensilvania, elaborado por Seligman y Peterson a partir de su listado de tipos de fortaleza.

Coaching

Acudir a un coach profesional también nos ayudará a realizar un autoanálisis honesto sobre nuestras fortalezas y debilidades con el que descubrir quiénes somos y hacia dónde queremos ir.

Programas especializados

Junto a estas herramientas, existen a su vez programas especializados en liderazgo que te permiten evaluar tus habilidades y carencias y, sobre las mismas, diseñar un plan de mejora personalizado. Es el caso del programa de liderazgo The Extraordinary Leader, del Grupo P&A, basado en los estudios desarrollados durante décadas por Zenger&Folkman. Con él, podrás profundizar en las competencias que actúan como palancas del liderazgo, identificar y reforzar las que mejor encajen contigo y lograr resultados extraordinarios.

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