¿Cómo analizar la competitividad empresarial de una compañía? El modelo VRIO

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¿Tu empresa tiene VRIO? No, no es un error ortográfico; nos referimos a un marco de análisis interno que permite a las organizaciones evaluar su competitividad empresarial para conocer qué elementos las hacen únicas y qué recursos pueden potenciar para aumentar esa singularidad y ocupar una posición más ventajosa en el mercado.

Competitividad empresarial

Concepto del modelo VRIO

Este modelo fue propuesto en 1991 por el profesor de gestión estratégica Jay Barney en su trabajo Firm Resources and Sustained Competitive Advantage.

Se trata de una “técnica o análisis mediante el cual la empresa es capaz de detectar cuáles son los recursos y capacidades que pueden proporcionarle una determinada ventaja competitiva sostenible, es decir, una posición de superioridad en el mercado frente a sus competidores a lo largo del tiempo”, según la definición aportada por Wolters Kluwer.

Esto es gracias a que el modelo VRIO facilita el diagnóstico estratégico interno de la organización a través de la identificación de las fortalezas y debilidades de la compañía. Ahora bien, a diferencia de otras herramientas, como el análisis DAFO, en este sistema se hace hincapié en las fuentes que influyen en la competitividad empresarial, por lo que resulta de gran utilidad para la dirección estratégica.

“En otras palabras, a través del VRIO se puede conocer con exactitud el potencial competitivo de una empresa”, sostiene el artículo ¿Cómo saber si una empresa tiene VRIO?, de Cerem.

Los parámetros del modelo VRIO

Para ello, el modelo VRIO aborda la evaluación de la competitividad empresarial a partir de cuatro factores, cuyas iniciales dan nombre al instrumento:

  • Valor: consiste en la capacidad del recurso de explotar una oportunidad, neutralizar una amenaza externa o solucionar un problema de la organización en el mercado.
  • Rareza: se refiere a la singularidad del recurso, es decir, si es algo único de la compañía, si está en manos de unos pocos o si, por el contrario, está al alcance de todos.
  • Imitabilidad: aborda la cuestión de si el recurso es difícil de imitar, o lo que es lo mismo, si sería difícil o costoso para un competidor reproducir ese elemento.
  • Organización: el último parámetro en el análisis de la competitividad empresarial pasa por examinar si la compañía está organizada para explotar el recurso al 100%.

El sistema en la mejora de la competitividad empresarial

¿Cómo se desarrolla el modelo VRIO a la hora de evaluar la competitividad empresarial? Para ello, la organización debe llevar a cabo el siguiente proceso:

  1. Auditoria de recursos. El primer paso consiste en identificar los recursos –tangibles o intangibles- de los que dispone la compañía en un momento determinado, desde activos financieros y bienes físicos, hasta capital humano, capacidades o recursos organizativos.
  2. Estudio de potencialidad. El análisis de la competitividad empresarial prosigue con el estudio del potencial de estos recursos, valorando si son fuentes de ventajas competitivas, es decir, si aportan valor a la actividad de la organización y marcan la diferencia con la competencia.
  3. Estudio de sostenibilidad. ¿Estas ventajas competitivas son sostenibles en el tiempo? Esta es la tercera pregunta que debe hacer la empresa, examinar cuánto tiempo puede la compañía mantener esa posición de superioridad en base a la mayor o menor imitabilidad o apropiabilidad del elemento en cuestión.
  4. Valoración de la competitividad empresarial. Con estos datos, llega el momento de sacar conclusiones sobre la competitividad empresarial. Para ello, hay que estudiar los siguientes escenarios:
    1. Si el recurso no aporta valor, la organización está en desventaja competitiva.
    2. Si aporta valor, pero no es raro, la situación será de igualdad respecto a la competencia en cuanto a competitividad empresarial.
    3. Si el recurso aporta valor y es raro, pero imitable, la compañía goza de una buena competitividad empresarial, aunque esta posición será solo temporal.
    4. Si la organización, además de disponer de un recurso de valor, raro e inimitable, es capaz de aprovechar este potencial, se produce una situación de ventaja competitiva sostenida.
  5. Adopción de medidas. Con este diagnóstico, la empresa está en condición de adoptar decisiones dirigidas a proteger los recursos que cumplan las cuatro premisas, pues son la base de su competitividad empresarial a largo plazo, y explotar aquellos se encuentran en la tercera hipótesis, aprovechando el potencial coyuntural del momento y tratando de convertirlo en un valor sostenible.

En el Grupo P&A ponemos a disposición de las organizaciones el programa de Diseño Estratégico, pensado específicamente para aumentar su competitividad empresarial, a través del conocimiento del análisis del mercado y las herramientas de diagnóstico existentes.

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