El sector de la capacitación profesional en las empresas está cambiando a un ritmo vertiginoso.
Si hace poco más de una década, los departamentos de Recursos Humanos centraban sus esfuerzos en seleccionar la mejor formación presencial para los empleados, actualmente el desarrollo del capital humano pasa por incorporar las nuevas tecnologías al aprendizaje, personalizar los contenidos en función de las necesidades individuales de los trabajadores, ofertar una experiencia formativa continua y evaluar las mejores propuestas entre la infinidad de cursos existentes en el mercado, desde MOOCs (Massive Online Open Courses), cursos de expertos o micro-learning, hasta formación en formato audiovisual o simulaciones, como pone de relieve el informe Bersin ‘Predictions for 2016: A Bold New World of Talent, Learning, Leadership, and HR Technology Ahead’, elaborado por Deloitte.
En el caso del e-learning, las investigaciones estiman que este mercado puede superar los 255 billones de dólares a nivel mundial en 2017, gracias al crecimiento de un 13% previsto para el próximo año en la formación online corporativa, según pone de manifiesto el estudio ‘Indicadores y tendencias 2015’, de OBS Business School.
Consejos para seleccionar una plataforma e-learning
Actualmente, existen más de 600 plataformas e-learning. Ante tal abanico de posibilidades, ¿cómo podemos elegir la mejor opción para nuestra empresa?
En Glassdoor, la compañía de búsqueda de empleo caracterizada por facilitar las opiniones de candidatos, empleados y reclutadores, nos proponen una serie de recomendaciones durante este proceso:
- Utilizar un proveedor que nos ofrezca tanto los cursos como el software de gestión necesario para desarrollarlos. Es decir, que nos facilite tanto el temario como el aula –virtual, en este caso-. De este modo, evitaremos posibles incompatibilidades entre ambas partes y ahorraremos tiempo y dinero tratando de adaptar una a otra.
- Comprobar la profesionalidad, reputación y capacidad de la empresa de e-learning. Antes de contratar una u otra compañía, es importante que definamos previamente nuestras necesidades formativas y estudiemos su trayectoria para conocer si va a ser capaz de satisfacer nuestras demandas. En este sentido, una gran plataforma de formación online tiene –por regla general- una mayor oferta de contenidos, una amplia cartera de profesores y un equipo técnico con disponibilidad, mientras que los pequeños proveedores pueden aportar mayor flexibilidad y una atención más personalizada.
- Valorar el desarrollo tecnológico de la plataforma. El hecho de que la empresa seleccionada cuente con las últimas tecnologías posibilitará una formación de vanguardia, sin limitarse a exponer fichas de contenido en la pantalla del ordenador, y pondrá a nuestra disposición servicios complementarios innovadores, como estadísticas, contenidos a la carta o adaptabilidad a diferentes dispositivos.
- Cerciorarse de la calidad educativa. ¿Quiénes son los tutores o profesores? ¿Cómo son los contenidos? ¿Cuál es la metodología? ¿Fomentan la participación? Tengamos en cuenta que, por muy pionera que sean las herramientas, si el fondo no es bueno, no alcanzaremos el objetivo formativo deseado.
- Buscar una interfaz fácil de usar. Los empleados que accedan a la plataforma e-learning deben poder navegar de forma intuitiva, sin distracciones ni confusiones que les desanimen durante el proceso de capacitación profesional.
No obstante, si no conseguimos decidirnos, siempre podemos optar por aprovechar los períodos de prueba gratuitos que la mayoría de plataformas e-learning ofrecen.
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