Cada vez más se están viendo ejemplos de empresas solidarias que cumplen a diario con la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) en cada una de sus acciones. Entendemos esto como la contribución que realizan los negocios de manera voluntaria en lo relacionado con mejorar distintos ámbitos, como el medioambiental y el social, con la misión de aumentar el valor añadido de cada una de estas empresas. Aunque no todo está relacionado con cumplir una serie de normas impuestas a modo de leyes, dado que hay mucho más que está escrito entre líneas para que las empresas se pongan a trabajar manos a la obra con ello.
Cumpliendo con las responsabilidades éticas
Los negocios solidarios que ya están esforzándose de forma absoluta para cumplir con la RSC cubren una amplia serie de elementos y procesos. Estas empresas tienen que ser responsables y llevar a cabo la creación de riqueza de una forma eficiente y equilibrada, aportar a la sociedad que les rodea un servicio justo, así como unas características de compra o utilización que sean equilibradas. Es necesario revisar las condiciones laborales con la intención de que cada uno de los miembros de la empresa estén cubiertos por el respeto al derecho de todas las personas. No solo se trata de proporcionar unas condiciones laborales adecuadas, sino que también hay que asegurar el desarrollo profesional de los empleados y que dispongan de una buena salud laboral.
Estos negocios tratan de crecer de forma equilibrada, respetando el entorno y todo lo que reúne el medio ambiente, siendo positivo realizar comprobaciones para verificar que todo está en buen lugar. La contaminación debe excluirse de forma absoluta para poder transmitir al mundo unas sensaciones positivas que serán muy valiosas a la hora de enfrentarnos al futuro del negocio. En otro orden de cosas, hay que difundir la importancia de disfrutar de un reparto equitativo de los valores de riqueza, asegurarse de cumplir todas las leyes y realizar un seguimiento constante de la legislación para que no se produzcan sobresaltos.
Las mejores empresas no se olvidan de…
Otros factores y situaciones que entran en juego reúnen, como por ejemplo, mantener en activo de una manera permanente la lucha contra cualquier tipo de manifestación en cuanto a corrupción y defender la instauración de una sólida ética empresarial. Esto requerirá preocuparse más todavía por los empleados, a los que habrá que proporcionar las condiciones laborales más beneficiosas para ellos. Y en la medida de lo posible hay que gestionar los residuos con eficiencia y transparencia, asimilar los niveles de eficiencia energética, administrar el uso del agua y poner en práctica medidas que permitan que la empresa esté en primera línea enfrentándose al cambio climático.
Estas organizaciones que cumplen con la SRC mantienen un enfoque constante en cuanto a realizar pruebas que determinen cuáles son los riesgos que se pueden estar afrontando, mientras que también hay que analizar la cadena de suministro, implantar nuevas medidas entre departamentos de la compañía e intentar que la comunidad, como los consumidores, también sean partícipes de esta iniciativa. Esto garantizará que las buenas prácticas siempre estén activas y que habrá que consultar el resto para ver cuál es el alcance de la identidad. En lo vinculado con la reputación de la empresa, esta también puede mejorar y consolidarse por medio de los principios de la RSE.
Beneficios de cumplir con la RSE
Trabajar teniendo en mente los principios de la RSE proporciona a las empresas una importante serie de ventajas de las que pueden sacar partido. Ocurre con la imagen del negocio, que se ve beneficiada de una manera escalable. Eso sí, hay que intentar que las iniciativas en la empresa no se ajusten solo a las que deriven en que se limpie la imagen del negocio, ya que esto puede acabar siendo antiproducente al determinarse una serie de aspectos. El departamento de recursos humanos se ve muy potenciado con este descubrimiento, aumentando la velocidad y efectividad en la contratación de nuevos empleados. Con los programas RSE se pueden dar importantes saltos adelante para llevar a cabo un buen proceso de reclutado. Y también afecta al aportar al negocio un aspecto de filantropía corporativa realmente positivo. Bajo este fenómeno las empresas se aseguran de que su presencia en el mercado sea sólida y beneficiosa para todas las partes involucradas.
Es un ejemplo de porqué ayudando a otras personas las empresas están ayudándose también a sí mismas. Es un proceso que en el pasado estaba poco arraigado, pero que en la actualidad tiene más importancia de lo que se pudiera imaginar.
