d¿Tienes la sensación de que los cursos formativos que reciben los empleados no son del todo eficaces? ¿Compruebas que, aunque los participantes amplían sus conocimientos, no surten un resultado efectivo en la empresa?
Uno de los problemas de la formación presencial tradicional impartida en centros externos o del e-learning es el escaso conocimiento que tiene el docente sobre la empresa en sí. En muchas ocasiones, los profesores se limitan a trasladar una serie de conocimientos y/o habilidades sin tener en cuenta la propia idiosincrasia de cada organización.
¿Cómo podemos superar estos hándicaps sin renunciar al desarrollo de las habilidades del capital humano? La formación in company se convierte en la solución a esta problemática, ya que en esta tipología de capacitación es el experto o docente el que se desplaza a la oficina, profundizando en el funcionamiento, organización y clima de la empresa y trasladando las necesidades de cada caso a los cursos impartidos.
Ventajas y desventajas de la formación in company
Entre los pros de la formación in company, esta tipología aporta las ventajas inherentes a la existencia de planes de desarrollo profesional de los equipos de trabajo:
- Permite la optimización del rendimiento de la plantilla gracias a que los trabajadores permanecerán actualizados.
- La ampliación de los conocimientos repercutirá en la eficiencia de la empresa.
- Los empleados satisfarán sus deseos de desarrollo profesional, por lo que se sentirán motivados e implicados respecto a la empresa.
- Los contenidos pueden ser seleccionados por los departamentos de Recursos Humanos en función de las necesidades formativas del capital humano.
Pero junto a estos beneficios, convertir la empresa en el aula también conlleva una serie de mejorías extras que no existen en otros tipos de formación:
- Al desarrollarse en el mismo espacio de trabajo, los alumnos están familiarizados con el ambiente, sintiéndose más cómodos durante las clases. Esto provocará que los participantes se sientan menos reticentes a plantear dudas o consultas, sacando el máximo partido al programa formativo.
- El docente puede percibir cómo es el ambiente de la empresa personalmente, lo que le permite adaptar los contenidos y el sistema educativo a cada caso particular, optimizando los resultados de la acción.
- La formación in company facilita el control de asistencia a los cursos y el absentismo injustificado, pues evitará, por ejemplo, la ausencia de aquellos empleados que se inscriben en una iniciativa por el mero hecho de no acudir a su puesto de trabajo, sin que tampoco asistan a la actividad.
- Como tiene lugar en la propia empresa, se evitan los desplazamientos, lo que supone un ahorro de tiempo para la empresa y de energía para los trabajadores.
- Será la empresa que imparte la enseñanza la que aportará los medios técnicos y de contenido para impartir los cursos, por lo que la organización no tiene que preocuparse por estos asuntos.
No obstante, la formación in company también conlleva una serie de desventajas que debemos tener en cuenta:
- Existe el riesgo de que los empleados no se sientan cómodos recibiendo un curso junto a sus superiores, por lo que la empresa debe favorecer la libertad de opinión durante las acciones formativas.
- El propio ritmo de trabajo puede causar interrupciones durante el curso, por lo que es recomendable evitar que las llamadas, visitas o reuniones de los participantes interfieran durante la clase. Debemos entender que mientras se desarrolla la actividad, el trabajador no está disponible.
- Especialmente en los primeros días, la plantilla se puede distraer durante la preparación del espacio o el material. Por ello, es importante habilitar áreas adecuadas para su desarrollo.