Estados Unidos cuenta con una de las economías más poderosas del planeta con cientos de millones de habitantes y un mercado en constante evolución que se beneficia de tener empleados muy productivos. Según noticias recientes se ha comprobado que los empleados de Estados Unidos alcanzan niveles de productividad mucho más altos de lo que ocurre en otros países, lo que ha llevado a que su industria sea analizada con lupa.
Una nación trabajadora
La economía mundial continúa avanzando a pasos de gigante y los distintos países que se encuentran en primera línea de las principales industrias trabajan para ser más competitivos día a día. En este contexto se está teniendo muy en cuenta que para lograr el crecimiento económico de un país se requieren trabajadores productivos que sean capaces de marcar diferencias al proporcionar un gran rendimiento a sus respectivas empresas. Y en este aspecto Estados Unidos es uno de los países que más está demostrando lo muy preparados que tiene a sus trabajadores.
La tasa de productividad de un trabajador se define por la creación de bienes y servicios como resultado de cada hora trabajada, algo que en Norte América alcanza altos niveles de rendimiento. Más de 150 millones de estadounidenses conforman el músculo productivo de ese país y aproximadamente el 70% de ellos trabaja en el sector industrial. El resto de empleados se concentra en el sector de la salud y la educación, sumando 22 millones de trabajadores, con 20 millones en la categoría de servicios profesionales y unos 16 millones en el sector del comercio al por menor. De forma interesante vemos que 14 millones de personas tienen sus propios negocios y casi 30 millones lo hacen como autónomos.
Más de un tercio de los trabajadores norteamericanos tienen edades entre 18 y 34 años y en la actualidad un 70% de los niños en edad escolar viven en hogares donde sus dos padres trabajan. Todo ello demuestra que se trata de una sociedad comprometida con el trabajo y con el esfuerzo laboral como motor que pone en marcha el país.
Son más productivos
Los norteamericanos son más productivos que los europeos y los latinoamericanos. Disfrutan de menos días de vacaciones, sus jornadas de trabajo son más largas y la jubilación les llega más tarde, pero también resultan más productivos incluso con estas características en su vida laboral. El indicador de la Conference Board muestra que los trabajadores norteamericanos son 4,3 veces más productivos que, por ejemplo, los habitantes de Colombia. También son más productivos que los de Corea del Sur y de muchas otras naciones.
El trabajo flexible y el uso de la última tecnología son algunos de los motivos que llevan a impulsar la productividad de los trabajadores norteamericanos. Las condiciones laborales, no siempre tan beneficiosas para el trabajador como se pudiera imaginar, también derivan en que los empleados quieran esforzarse más con la intención de tener la garantía absoluta de que podrán mantener su puesto de trabajo.
Haciendo una comparación con el final de los años 40, actualmente los norteamericanos producen un 330% más bienes y servicios por hora de trabajo. Aplicando esta información, gracias a los últimos progresos, a las mejoras en las condiciones laborales y a la tecnología, la formación y el buen ambiente actual, los estadounidenses hacen ahora trabajos en 15 minutos que décadas atrás requerían al menos una hora. Este sustancial incremento en la productividad todavía no se ha producido en otras naciones, razón por la cual el modelo laboral norteamericano es cada vez más analizado por el resto de países que buscan mejorar el rendimiento de sus ciudadanos en términos de trabajo.
La sociedad estadounidense atribuye a su gran rendimiento en términos de productividad la mejora que ha dado su nación en las últimas décadas, proporcionando más y más oportunidades laborales a sus ciudadanos. En otros países el resultado está siendo similar, como ocurre en China, donde aunque en los últimos años se ha apreciado una frenada en su crecimiento, entre 2000 y 2007 la nación asiática llevó a cabo uno de los crecimientos más elevados que se han podido ver en la historia del mundo. Al contrario de esto, las zonas del mundo en las que la productividad está estancándose de forma más dramática son América Latina, Rusia, Asia Central y el Sudeste de Europa.