Cada cierto tiempo, aparece en escena una nueva aplicación de comunicación que pretende destronar a la competencia y hacerse con el mercado. Los ejemplos son numerosos, desde Line o Telegram hasta WeChat o Messenger. Ahora le ha llegado al turno a Slack, una app empresarial que ha conseguido en los últimos dos años más de 2 millones de usuarios en todo el mundo, con un crecimiento especialmente fuerte en los últimos meses.
¿En qué se diferencia Slack del resto de softwares?
Esta nueva herramienta de comunicación ha puesto su punto de mira en el sector empresarial y nace con la pretensión de convertirse en el sustituto del email y el todopoderoso Whatsapp, al menos en el ámbito de los negocios, integrando las posibilidades organizativas que aporta el primero y la inmediatez del segundo.
Su creador, Stewart Butterfield, considera que el correo electrónico no es suficiente para satisfacer las necesidades comunicativas de las compañías del siglo XXI, donde se hace necesaria una constante interacción entre los equipos, para conseguir un óptimo funcionamiento. En este sentido, el desarrollador de Slack destaca que el email aisla a los empleados de algunas conversaciones importantes para el desarrollo de su misión, mientras que los sobrecarga con informaciones superfluas.
Por otra parte, el beneficio de la nueva app empresarial sobre otras más populares, como Whatsapp, radica en que Slack evita las distracciones de los usuarios, pues impide la comunicación con personas ajenas a la empresa.
¿Cómo funciona la app empresarial?
La metodología de Slack se basa en la democratización de los procesos de IRC (Internet Relay Chat). Ya no es necesario ser un experto en informática o hardcore para poder configurar de forma sencilla este protocolo de comunicación.
A través de la app empresarial, los usuarios pueden mantener conversaciones en tiempo real, tanto en grupos como de forma privada. Además, la herramienta posibilita el envío rápido y directo de archivos adjuntos, igual que con el correo electrónico, y elimina el concepto de spam, pues todos los miembros necesitan invitación directa para acceder.
Por el momento, Slack cuenta con una versión gratuita con funcionalidades limitadas, junto a otras dos con tarifas de pago: estándar (por 6,67 dólares al mes) y plus (por 12,50 dólares), a las que se sumará próximamente una cuarta que incluirá nuevas aplicaciones, como estadísticas, administración de facturas, más seguridad y directorios unificados.
Slackline, comunicación externa
Inspirada en el éxito de la app surgida en Silicon Valley, Slackline surge como una mejora de esta, pues no solo permite la comunicación de los trabajadores de la compañía, sino que habilita también un canal de feedback con otras organizaciones a partir de la conexión de los canales de Slack de las empresas.
Aunque Slack cuenta con un plan de inversiones para impulsar nuevas posibilidades de desarrollo de la aplicación, en el que ya han recaudado más de 80 millones de dólares, por el momento, los creadores de Slackline, Ernesto Jiménez y Blanca Tortajada, han puesto en marcha su proyecto con fondos propios y tres planes de precios que oscilan entre los 29 y los 99 dólares mensuales.