Las interacciones sociales gracias a las tecnología sociales han crecido, en pocos años, de forma vertiginosa. Ya sea para productos de consumo o para organización de eventos o movimientos sociales, las personas de todos el mundo hacen un constante uso de los medios sociales para buscar y compartir información. Las empresas los utilizan para llegar a sus posibles clientes de nuevas formas; recurriendo a conversaciones, y las organizaciones pueden generar ideas más ricas y llenas de contenido, dirigidos a objetivos concretos.
Aproximadamente, son algo más de 1,5 miles millones los usuarios que usan tecnologías sociales, siendo un 80% los que interactúan regularmente. Un 70% de las empresas, usan las tecnologías sociales, pero en realidad muy pocas llegan a alcanzar el beneficio potencial de estas, de hecho las aplicaciones mas poderosas en la economía global están aún sin explotar. Las empresas se basan en el punto de vista de reunión para el desarrollo de productos, marketing y servicios al clientes. Sin embargo no se explota el su potencial para la mejora de las comunicaciones, intercambio de conocimientos y colaboración dentro de una empresa y entre ellas. McKinsey Global Institute sugiere que con la plena implementación de las tecnologías sociales, las empresas tienen la oportunidad de aumentar la productividad de sus trabajadores, incluyendo gerentes y profesionales de entre un 20 a un 25 por ciento.
En su informe “La economía social: el valor del desbloqueo y la productividad a través de las tecnologías sociales”, se explora el potencial impacto económico mediante el examen de su uso actual y la evolución de su aplicación en varios sectores comerciales: bienes de consumo, comercio minorista, servicios financieros, manufactura avanzada y servicios profesionales. Estas tecnologías, podrían mejorar la productividad en toda la cadena de valor, con un potencial de contribución de $ 900 miles de millones a $ 1,3 billones anuales.
Dos tercios del valor potencial reside en la mejora de la colaboración y comunicación dentro y entre las empresas. El trabajador gasta un promedio de 28% de su semana laboral en la administración del correo electrónico y casi el 20% en busca de información interna o para localizar a un colega para que le ayude en tareas específicas. Pero cuando las empresas utilizan los medios sociales internos, una búsqueda de conocimiento se puede reducir hasta un 35%, teniendo como valor adicional la colaboración más rápida, más eficiente y más eficaz, tanto dentro como entre empresas.
Las empresas con una alta proporción de empleados que interactúan entre ellos pueden darse cuenta de las enormes mejoras de la productividad, que aportan, a través de una comunicación mas rápida y fluida; y las empresas que las usas con el cliente/consumidor pueden obtener un valor considerable al interactuar con ellos mediante el control de conversaciones, para obtener una perspectiva más rica sobre los requisitos de su producto o marca, con un coste muy por debajo del que los métodos tradicionales costaría.
Para poder obtener el máximo beneficio de las tecnologías sociales, las empresas deben transformar sus estructuras, procesos y sobretodo culturas; tendrán que ser más abiertos y menos jerárquicos, creando una cultura de confianza.
En última instancia, el poder de las tecnologías sociales giran en torno a las participación plena y entusiasta de todos los empleados que no tienen miedo a compartir sus pensamientos y la confianza en que sus aportaciones serán respetadas, siendo estas condiciones mucho más difíciles de aplicar que la propia tecnología.
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Enric-Francesc Oliveras
Consultor e-learning