Cuando, en 2013, los reconocidos expertos John Zenger y Joseph Folkman encuestaron a 26.000 ejecutivos de diferentes compañías de todo el mundo detectaron hasta 180 comportamientos relacionados con el liderazgo. Sin embargo, solo 16 de estas características convertían a los directivos en líderes extraordinarios, entre ellas, las habilidades comunicativas del profesional. Si buscas empleo comunicación interna este post te va a resultar muy interesante y de gran ayuda.
Ser un gran comunicador…
La causa de que la comunicación sea una de las destrezas clave de los grandes líderes es que se configura como el vehículo que permite a los directivos interactuar de forma eficaz con sus equipos, haciéndoles llegar con claridad los objetivos, e influir en sus comportamientos.
¿Cuando te diriges a un empleado, realmente comprende el mensaje que les has transmitido? ¿Eres capaz de tener en cuenta sus circunstancias personales durante la conversación? ¿Practicas una escucha activa? Sin unas habilidades comunicativas correctas, sencillamente, el resto de competencias quedan sin efecto, pues carecen del vehículo para ser expresadas. Por ejemplo, el ejecutivo puede disponer de una visión estratégica excelente, pero si no consigue transmitirla al grupo, que es el encargado de ejecutar los planes, no servirá de nada.
Por ello, Zenger&Folkman consideran que para que podamos hablar de una comunicación efectiva, esta debe reunir los siguientes requisitos que para un empleo comunicación interna también serñan indispensables:
- Debe ser clara y concisa.
- Debe tener lugar con frecuencia.
- Debe estar orientada a la consecución de objetivos.
- Debe ser convincente.
- Debe ser recíproca.
… y parecerlo
Ahora bien, es el resto de personas el que debe determinar si poseemos dichas habilidades comunicativas. No basta con ser un gran líder; hay que parecerlo.
Como pone de manifiesto el informe ‘Executive Presence’, elaborado por el Center of Talent Innovation y promovido por American Express, Bloomberg, Credit Suisse, Deutsche Bank, Ernst & Young, Gap Inc., Goldman Sachs, Interpublic Group, Marie Claire, and Moody’s Foundation, “el potencial de liderazgo no es suficiente para impulsar a los profesionales en los cargos directivos, sino que también es indispensable que estos actúen como tales y tengan “presencia ejecutiva”.
Según este estudio, la promoción de los directivos radica en tres aspectos: la seriedad, la apariencia y la comunicación. Respecto a este último, las habilidades comunicativas que más influyen en la percepción de los profesionales como líderes son:
- Capacidad de comunicar.
- Competencia para dirigir un equipo.
- Empatía o destreza para comprender al interlocutor.
Por el contrario, la investigación también perfila algunos errores que dilapidan el liderazgo de los ejecutivos o tus posibilidades de empleo en comunicación interna, como emitir comentarios con tintes racistas, ser maleducado en las conversaciones con los demás o no tener una presencia acorde en las redes sociales (fotografías inapropiadas, publicaciones ofensivas, críticas negativas a los compañeros…).
Las habilidades comunicativas para tu empleo comunicación interna
En definitiva, para ser un líder extraordinario, según el Center of Talent Innovation, el directivo debe reunir las siguientes 6 competencias comunicativas:
- Hablar en público. Los altos directivos, por su posición, deben saber interactuar con diferentes sectores, como la prensa, los ejecutivos de otras importantes compañías, los representantes de las Administraciones Públicas, etc. Por tanto, la habilidad de hablar en público con seguridad y eficacia es imprescindible para los líderes.
- Captar la atención de una sala. Si un ejecutivo intenta tratar cualquier tema ante un grupo de personas que se muestran distraídas, sin prestar atención al emisor, estaremos ante un alto cargo carente de liderazgo. Un líder tendrá la capacidad de atraer el interés del público y mantenerlo durante toda la charla, enfatizando los puntos clave y asegurándose de que el auditorio está comprendiendo el mensaje.
- Ser asertivo. Los grandes líderes saben defender sus ideas y argumentar sus opiniones sin caer en la trampa de ofender o desprestigiar la postura de los demás. Una comunicación asertiva supone saber mantener un diálogo amable, directo y sincero, partiendo de la premisa de que nadie posee la verdad absoluta y tratando de negociar una conclusión consensuada en la que ambas partes ganen.
- Desarrollar la inteligencia emocional. Ponerse en el lugar de la otra persona, para tratar de comprender por qué actúa u opina de una u otra manera, y escuchar sus aportaciones de forma activa definen también a un líder con grandes habilidades comunicativas. La esencia del auténtico liderazgo no es imponer nuestras ideas, sino conseguir que sean comprendidas, respetadas y compartidas por el resto del equipo.
- Mostrar sentido del humor. En las interacciones con el resto de miembros de la empresa también es necesario demostrar sentido del humor, especialmente en aquellos momentos más informales. Bromear, de vez en cuando, consigue eliminar la tensión inherente a los equipos de alto rendimiento y mejora la relación entre superior y empleados.
- Poseer un lenguaje no verbal coherente. Según el psicólogo Albert Mehrabian, el 7% de la comunicación se transmite a través de las palabras; el 38%, mediante la voz; y el 55%, por medio de los movimientos corporales. Es por esto que, para que las habilidades comunicativas del líder sean óptimas, deben estar respaldadas por un lenguaje no verbal coherente, que confirme el resto de cualidades.
Hablar, oír y preguntar
Asimismo, las investigaciones desarrolladas por Joseph Folkman el campo de la comunicación, en las que 2.867 líderes que fueron evaluados por sus superiores, compañeros, subordinados y otros miembros de la empresa respecto a su eficacia en la comunicación, ponen de manifiesto que lo que realmente define a un líder extraordinario no es tanto su capacidad de hablar, como la de oír y la de preguntar.
En concreto, el estudio evaluó a los líderes que se encontraban por encima del percentil del 75% en alguna de estas habilidades de forma aislada y comprobó que solo el 5% de los participantes con grandes dotes para hablar y el 3% con habilidades superiores para escuchar formaban parte del selecto grupo de líderes extraordinarios (por encima del percentil 90). Sin embargo, cuando se analizaron a los directivos que mostraban una combinación de estas tres destrezas, el resultado fue que el 88% conseguía situarse dentro del 10% de líderes extraordinarios.
Este artículo está basado en las investigaciones desarrolladas por Jack Zenger y Joseph Folkman