El propio Cicerón decía que “no hay deber más necesario que el de dar las gracias”. Ser agradecidos es un acto que todos valoramos cuando se dirige hacia nosotros, pero que pocos practicamos con la frecuencia que deberíamos. Especialmente, si hablamos de gratitud en el trabajo, donde los reconocimientos, desafortunadamente, van en cuentagotas.
Sin embargo, valorar el esfuerzo de los compañeros y colaboradores es altamente beneficioso para la persona que recibe el halago, para el que lo emite, así como para la organización, por lo que la gratitud en el trabajo debería estar incluida entre tus propósitos de Año Nuevo.
¿Qué es la gratitud?
Según la Real Academia de la Lengua Española, gratitud es “el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer y corresponder de alguna manera”.
En este sentido, P.A.Bertocci y R.M. Millard definen la gratitud, en su obra Personality and the Good: Psychological and Ethical Perspectives, como “la voluntad de reconocer los incrementos de valor obtenidos en nuestra experiencia “; mientras que R.C. Solomon, en The Passions, habla de este término como “una estimación de ganancia y la percepción de que otra persona es responsable de esa ganancia”.
Por su parte, M.E. McCullough, S.D. Kilpatrick, R.A. Emmons, y D.B. Larson, en Is Gratitude a Moral Affect?, se refieren a este concepto como “una emoción dirigida a valorar la ayuda de otros”. Por tanto, la gratitud en el trabajo, o en cualquier otra esfera de la vida, no es otra que cosa que reconocimiento. “La persona que siente agradecimiento ha tomado conciencia de haber sido beneficiado”, señala Natalia en Gratitud en la Psicología Positiva.
La gratitud en el trabajo: grandes beneficios, poca utilización
A pesar de que ser agradecido, en términos generales, es concebido como un acto positivo, la gratitud en el trabajo no es demasiado habitual. Tanto es así que, según las investigaciones desarrolladas por Zenger&Folkman, el 37% de los directivos evitan dar feedback positivo a sus empleados, 16 puntos porcentuales más que aquellos ejecutivos que eluden la retroalimentación negativa.
Sin embargo, practicar la gratitud en el trabajo tiene un impacto directo en el desempeño. “Nuestros datos proporcionan una evidencia convincente de que, cuando los líderes dan una retroalimentación más positiva que negativa, se les percibe como líderes más efectivos”, según sostienen Jack Zenger y Joseph Folkman en el ensayo Feedback: The Powerful Paradox.
En la encuesta Gratitude Survey, llevada a cabo por Janice Kaplan para la Fundación John Templeton, se pone de manifiesto que el 93% de los participantes coincide en que los jefes agradecidos tienen más probabilidades de tener éxito, y solo el 18% piensa que mostrar gratitud en el trabajo les hace parecer “débiles”. Y, sin embargo, el ámbito laboral ocupa el último puesto en cuanto a contextos en los que se expresa reconocimiento hacia los demás.
Asimismo, la gratitud en el trabajo contribuye a que la tasa de abandonos se reduzca a la mitad en los empleados y triplicar el grado de motivación de la plantilla, según la investigación How Do I Recognize Thee, Let Me Count The Ways, del Smarter Workforce Institute de IBM, en la que participaron 19.000 profesionales de todo el mundo. En este mismo sentido, el Employee Appreciation Survey de Glassdoor asegura que cuatro de cada cinco empleados admiten que están motivados para trabajar más duro cuando su superior muestra aprecio por su trabajo.
Además, a nivel individual, desarrollar la gratitud en el trabajo también conlleva beneficios. De acuerdo con el Counting Blessings Versus Burdens: An Experimental Investigation of Gratitude and Subjective Well-Being in Daily Life, de Robert A. Emmons y Michael E. McCullough, mostrar reconocimiento en la oficina mejora la salud mental y el bienestar general.
Consejos para practicar la gratitud en el trabajo
En consecuencia, la gratitud en el trabajo no es solo un acto noble, sino también inteligente. “Los líderes empresariales, que sean lo suficientemente sabios y generosos como para que el reconocimiento sea una práctica durante todo el año, serán recompensados con organizaciones más saludables y sólidas”, vaticina Naz Beheshti en Benefits Of A Year-Round Attitude Of Gratitude In The Workplace.
Pero ¿cómo hacerlo? Para ayudar a los profesionales a aplicar la gratitud en el trabajo, el experto en la materia Robert Emmons, autor de Gratitude Works!: A 21-Day Program for Creating Emotional Prosperity and Thanks!, propone cinco consejos a la hora de llevar a cabo un reconocimiento constante en el seno de la empresa:
- Consciencia. El primer paso, para que la gratitud en el trabajo surta el efecto deseado, es asumir de forma consciente el acto de reconocimiento. Todos podemos dar las gracias, pero si realmente analizamos mentalmente a qué se deben, el resultado será mayor.
- Detalles. Este análisis nos permitirá además concretar qué hechos y conductas queremos valorar y por qué. No debemos olvidar que un agradecimiento concreto y con datos particulares es mucho más efectivo que una lista superficial de reconocimientos.
- Focalización en la persona. En lugar de mostrar gratitud en el trabajo por determinados hechos, es más recomendable reconocer a las personas que han sido las causantes de esos hechos, centrándonos en los individuos.
- Enfoque invertido. Otra estrategia consiste en meditar sobre cómo sería la situación si no se hubieran producido ciertos actos, en lugar de simplemente evaluar los aspectos positivos logrados.
- Sin excesos. Aunque practicar la gratitud en el trabajo es una práctica recomendada, no debemos caer en el exceso, pues un reconocimiento extremadamente continuo puede restar valor al elogio, ya que puede transformarse en una rutina.
Empieza a poner en práctica estas recomendaciones y muestra tu gratitud en el trabajo con el programa Elevating Feedback del Grupo P&A, con el que aprenderás las habilidades necesarias para dar y proporcionar de forma eficaz retroalimentación de reconocimiento y refuerzo o feedback de desarrollo o re-direccionamiento.