¿Qué motiva a los empleados a ir más allá de sus requisitos laborales básicos? En el competitivo entorno empresarial actual, la diferencia entre un rendimiento organizacional adecuado y uno excepcional suele residir en el esfuerzo discrecional: esa energía, creatividad y compromiso extra que los empleados aportan voluntariamente cuando se involucran genuinamente.
Nuestra exhaustiva investigación, con más de 18.000 subordinados directos, revela que las prácticas de liderazgo, y no la compensación ni los beneficios, son el principal catalizador de este mayor nivel de contribución. Hemos identificado siete palancas esenciales que los líderes transformadores emplean constantemente:
- Inspirador en lugar de simplemente motivador
- Cultivar dinámicas de equipo positivas
- Presentando desafíos significativos
- Facilitar el desarrollo continuo de habilidades
- Conectando el trabajo diario con los objetivos estratégicos
- Fomentar entornos inclusivos
- Construyendo relaciones de confianza
Este artículo examina estas palancas críticas y ofrece perspectivas basadas en la evidencia sobre cómo los líderes pueden crear entornos donde el esfuerzo discrecional prospere de forma natural. Implementar estas prácticas permite liberar todo el potencial de sus equipos y lograr una ventaja competitiva sostenible a través de su activo más valioso: su gente.
Menos presión y más atracción
En lugar de simplemente presionar con más fuerza cuando se necesita aumentar la productividad, los líderes eficaces deberían considerar el enfoque de atracción. Mientras que la “motivación por los resultados” mide la capacidad de un líder para impulsar, “inspirar y motivar a los demás” captura su capacidad para atraer. Los datos de más de 100.000 líderes revelan un desequilibrio notable: el 76% fue calificado como más eficaz al impulsar, mientras que solo el 22% destacó al atraer. La mayoría de los líderes recurren instintivamente a presionar con más fuerza cuando buscan aumentar la productividad, y con razón, ya que suele funcionar. Sin embargo, impulsar principalmente aumenta la conformidad, no el esfuerzo discrecional. Cuando los líderes impulsan, los miembros del equipo trabajan duro porque deben. Cuando los líderes atraen, las personas trabajan duro porque quieren hacerlo.
Para ser más inspiradores, los líderes necesitan aportar su energía y entusiasmo personal para lograr el objetivo. La fuerza laboral actual responde de forma diferente a los enfoques de liderazgo. Si bien presionar funcionó para las generaciones anteriores, las tácticas de atracción serán mucho más efectivas con las generaciones actuales y futuras.
Cree un ambiente de equipo positivo
Una cultura de apoyo con colegas valiosos crea un entorno donde las personas se motivan naturalmente a lograr más y maximizar su impacto. Por el contrario, los equipos plagados de disfunciones, conflictos y desacuerdos constantes provocan que las personas se desvinculen y contribuyan menos.
El tejido social de nuestro entorno laboral influye profundamente en nuestro rendimiento y compromiso: nos vemos profundamente influenciados por las acciones y respuestas de quienes nos rodean. Cuando los miembros del equipo se sienten psicológicamente seguros y valorados, su compromiso se profundiza y las capacidades colectivas se expanden.
Alcanzar metas y objetivos desafiantes
Si se les preguntara qué preferirían estar haciendo ahora mismo, la mayoría de las personas se imaginarían relajándose en una hermosa playa: sol, tranquilidad y una bebida fresca en la mano. Pocos dirían: “abordar un proyecto desafiante con objetivos difíciles”. Sin embargo, cuando las personas reflexionan sobre sus experiencias laborales más significativas, suelen describir la superación de desafíos significativos. Alcanzar objetivos difíciles permite a las personas alcanzar su potencial y ser testigos de su capacidad para influir positivamente en los resultados. Las personas desean fundamentalmente marcar la diferencia y generar un impacto; encuentran poca satisfacción en el trabajo sin sentido que no aporta nada. Como líder, no dude en desafiar a su equipo a lograr lo que parece imposible: bajo la resistencia inicial, a menudo se esconde la oportunidad de vivir experiencias profesionales más gratificantes.
Ayude a otros a desarrollar nuevas habilidades
Las personas anhelan instintivamente desarrollar habilidades en su vida profesional. La satisfacción de dominar algo nuevo crea una poderosa sensación de logro y propósito. Cuando los líderes facilitan activamente el desarrollo de sus equipos, aumentan significativamente la motivación y la satisfacción laboral. Cada nueva capacidad que una persona adquiere no solo enriquece su bagaje profesional, sino que genera un orgullo genuino y profundiza su compromiso con el trabajo. Las organizaciones que priorizan las oportunidades de aprendizaje crean ciclos de crecimiento que se refuerzan mutuamente, donde el desarrollo personal impulsa un mayor rendimiento, lo que inspira un mayor desarrollo.
Proporcionar a los demás un sentido de dirección y propósito definido
Cuando los empleados comprenden con precisión cómo son sus esfuerzos individuales se conectan con los objetivos organizacionales más amplios, experimentan un profundo sentido de propósito y trascendencia. Esta conexión transforma las tareas rutinarias en contribuciones significativas. Los líderes más eficaces revisan y refuerzan periódicamente la visión de la organización, creando una visión clara entre las actividades diarias y los resultados finales. Este refuerzo constante no es redundante; es esencial, ya que evita que la misión se desvíe y mantiene a los miembros del equipo alineados con las prioridades de la organización.
Creando un entorno inclusivo donde se valoren y aprecien las diferencias
Cualquiera que haya experimentado ser ignorado o infravalorado en un entorno grupal comprende cómo la inclusión afecta profundamente la motivación y la pertenencia. Cuando los líderes crean entornos verdaderamente inclusivos, sientan las bases para que los equipos acepten y aprovechen genuinamente las diferencias. Los equipos que adoptan la inclusión no solo se benefician de una mayor creatividad, sino que también demuestran constantemente una mayor productividad y eficacia. Al fomentar entornos donde cada voz cuenta y se reconocen las contribuciones únicas, los líderes crean espacios donde las personas se sienten empoderadas para ser auténticas en el trabajo. Esta seguridad psicológica impulsa el esfuerzo discrecional y la inteligencia colectiva, lo que impulsa el éxito organizacional en entornos cada vez más complejos.
Confianza
Las investigaciones que comparan equipos con alta y baja confianza revelan un marcado contraste: los entornos con baja confianza sufren constantemente una mayor rotación de personal, menor compromiso y menor productividad. La confianza es la base esencial sobre la que se construye el esfuerzo discrecional (ese trabajo valioso que las personas deciden aportar más allá de los requisitos mínimos). Los líderes cultivan la confianza a través de cuatro dimensiones clave: fomentar relaciones positivas, demostrar coherencia entre palabras y acciones, establecer una experiencia creíble y ejecutar objetivos con excelencia y fiabilidad. Cuando los miembros del equipo confían en su liderazgo y sus compañeros, se involucran voluntariamente en la misión colectiva. Esta inversión psicológica se manifiesta en mayor innovación, resiliencia ante los desafíos y resultados superiores.
Las siete palancas del esfuerzo discrecional: evidencia del campo
En el estudio de Zenger Folkman, creamos una variable compuesta utilizando las siete palancas clave de liderazgo para explorar su impacto en el esfuerzo discrecional. Encuestamos a 18.359 subordinados directos, preguntándoles hasta qué punto estaban dispuestos a esforzarse al máximo por su líder. Los encuestados también evaluaron la eficacia de sus líderes en las siete palancas previamente identificadas.
Los resultados, presentados gráficamente para 4.012 líderes, revelan una relación convincente. El eje horizontal clasifica a los líderes en diez grupos según su eficacia combinada en las siete palancas. El eje vertical muestra el porcentaje de subordinados directos que otorgaron la máxima calificación a la afirmación: “Mi entorno de trabajo es un lugar donde la gente quiere ir más allá”.
Este gráfico demuestra claramente que los líderes que destacan en la implementación de estas siete palancas crean entornos donde el esfuerzo discrecional prospera. Proporciona evidencia cuantitativa de lo que impulsa a las personas a contribuir más allá de las expectativas básicas.
Conclusión
La evidencia es clara: el comportamiento de liderazgo impacta significativamente en el esfuerzo discrecional de los empleados de primera línea. Cuando los líderes implementan las siete palancas esenciales, crean entornos de trabajo donde las personas se esfuerzan al máximo. Nuestra investigación, con más de 18.000 subordinados directos confirma que estos elementos no solo mejoran el rendimiento gradualmente, sino que transforman fundamentalmente el compromiso en el trabajo. Los líderes más exitosos comprenden que su función principal no es simplemente impulsar el cumplimiento, sino crear condiciones donde las personas decidan invertir todo su potencial. Dominar estas siete palancas crea entornos donde el esfuerzo discrecional no es la excepción, sino la norma, lo que, en última instancia, genera resultados organizacionales superiores y, al mismo tiempo, mejora la satisfacción y la retención de los empleados.
Este artículo de Jack Zenger fue publicado originalmente en Zenger Folkman.