La mayoría de las personas reconoce que la capacidad de ejecución, de hacer las cosas que deben hacerse, es una habilidad fundamental, y se esfuerza por desarrollarla. No obstante, muchos:
- subestiman la importancia que tiene para el desarrollo de su carrera
- no se dan cuenta de que la ejecución efectiva se puede mejorar sin trabajar más horas.
Los líderes senior valoran mucho la ejecución, que definimos como la capacidad para alcanzar las metas y objetivos individuales. De hecho, cuando les hemos pedido que indiquen su importancia, esta habilidad ha ocupado el primer lugar en una lista de 19 competencias. Otros evaluadores de la organización la han clasificado en cuarto lugar, detrás de inspirar y motivar, tener integridad y honestidad, y resolver problemas.
Reconocemos que hay muchas partes de tu trabajo como líder que son importantes. Pero si deseas avanzar en tu carrera, podría ser el momento de duplicar tu esfuerzo y simplemente hacer más cosas: es lo que tu jefe desea ver.
Esto nos lleva al segundo punto. Muchos líderes reaccionan a la defensiva o con desesperación ante esta noticia. Después de todo, la mayoría de los directivos saben que tienen mucho por hacer. Las personas letárgicas, lentas o desenfocadas respecto a los objetivos rara vez – al menos según nuestra experiencia – son ascendidas a puestos de dirección. Los líderes que conocemos ya trabajan duro y durante mucho tiempo, y trabajar más duro y durante más tiempo no es una opción viable. A corto plazo, esto suele generar mejores resultados, pero a largo plazo los líderes se queman. Y si han presionado a sus equipos para que hagan lo mismo, los miembros del equipo acaban renunciado.
Ahora bien, nuestros datos, obtenidos de decenas de miles de análisis de evaluaciones de 360 grados, nos dicen que existen métodos más sostenibles para mejorar la ejecución. Observamos a miles de líderes calificados como altamente efectivos en la ejecución y encontramos comportamientos coincidentes que han hecho posible esta habilidad. Encontramos un conjunto de comportamientos que mejoran la ejecución. En particular, cuatro comportamientos han sido destacados.
- Ejecutar con efectividad siendo claro y metódico
Muchas personas que son enérgicas o propensas a la ejecución tienden a saltar sobre las actividades y tomar medidas antes de organizarse, crear un plan o alinear lo que están haciendo con la estrategia de la organización. Tener la disciplina para organizar a las personas, reunir recursos y luego generar un plan con el que otros puedan comprometerse mejorará colectivamente la ejecución. También lo será dejar en claro quién está haciendo qué. Hemos aprendido que cuando todos somos colectivamente responsables, nadie es responsable. Proporcionar a los demás una dirección clara y un sentido de conexión con la estrategia de la organización ayuda a las personas a comprender cómo el trabajo que están haciendo encaja con la misión de la organización.
Si te apresuras a entrar en acción, si tiendes a iniciar un proyecto sin un plan de realización bien organizado, si recibes comentarios sobre falta de planificación y organización, estas conductas y sugerencia podrían orientarte sobre aquello que deberías atender antes de ejecutar. Un colaborador individual puede salirse con la suya siendo desorganizado, pero esto rara vez funciona en un nivel de dirección.
- Establecer metas y plazos amplios
Establecer metas amplias ayuda al grupo a lograr sus objetivos y genera mayor compromiso y satisfacción en los miembros del equipo. Si quieres impulsar al grupo a lograr esos objetivos, combínalos con fechas límite. Si bien es posible que no nos guste que alguien nos dé una fecha límite, nuestro comportamiento cambia solo por este hecho. Es decir, establecer plazos para los objetivos y metas contribuye en gran medida a lograrlos. Si no quieres establecer objetivos ambiciosos para tu equipo, comienza haciéndoles preguntas como: “¿Qué se necesitaría para lograr este objetivo si lo fechamos dos semanas antes?” Hemos descubierto que al desafiar al equipo y apoyarlo en el logro de una meta difícil, sus miembros se sienten en realidad más comprometidos y satisfechos con su trabajo.
Pero no te excedas. Hemos comprobado que presionar demasiado puede erosionar la confianza, lo que perjudicará la ejecución a largo plazo. Cuando un líder en el que no se cree pide un esfuerzo adicional, las personas cuestionan sus motivos y se resisten a su solicitud. Por el contrario, involucrar al equipo en el proceso de establecer metas y plazos aumentará su sentido de compromiso y autonomía.
- Entregar comentarios, especialmente comentarios positivos
Se trata de mejorar la ejecución a través de la motivación intrínseca más que a través de metas y plazos. Los líderes que son grandes ejecutores son hábiles para dar feedback. Específicamente, los líderes que califican más alto brindan comentarios críticos y se toman el tiempo para escuchar y comprender las perspectivas de sus empleados, en lugar de simplemente enviar un mensaje difícil a alguien y terminar la conversación lo más rápido posible.
Pero donde realmente vimos una gran diferencia fue en el feedback positivo. Específicamente, hemos descubierto que los líderes que son excelentes en la ejecución otorgan un reconocimiento mucho más positivo. Nuestra investigación también indica que si bien dar un poco más de reconocimiento no afectó la ejecución, estar por encima del percentil 65 en esta habilidad, es decir dar generosamente reconocimiento positivo auténtico, tuvo un gran impacto.
- Resolver conflictos y construir la unidad del equipo
¿Alguna vez has sido parte de un equipo tan bueno que te encanta venir a trabajar? Equipos así probablemente hacen todo más fácil, en consonancia con su comportamiento. Las asignaciones de trabajo son claras, los procesos tienen sentido, los plazos son ambiciosos pero justos y el feedback es abundante. Pero también hacen algo más. En estos equipos, no es solo el líder quien motiva a los miembros del equipo, porque las expectativas de los compañeros son también poderosos motivadores. Crear este tipo de cultura de equipo es un elemento importante para una buena ejecución. Si bien se necesita mucho para construir equipos de alto rendimiento, quizás lo más importante es centrarse en resolver los conflictos. Esto es así porque muchos de los problemas de un equipo provienen de diferencias y conflictos entre sus miembros. En los equipos de alto rendimiento, los miembros del equipo confían unos en otros y el conflicto es constructivo, no destructivo ni personal.
Al pensar en su capacidad de ejecución, creemos que las cuatro dimensiones son críticas. Puedes centrarte en unas y descubrir que falta otra. Pero nuestra investigación nos muestra que equilibrar los cuatro factores es la estrategia que sin duda mejorará la ejecución.
Finalmente, si has llegado hasta aquí y sientes que ya estás haciendo todas estas cosas y, sin embargo, de alguna manera todavía percibes que tienes un “problema de ejecución”, considera lo siguiente: en nuestra investigación, también encontramos que hay casi una relación de uno a uno entre los líderes que son vistos como rápidos y aquellos que son considerados como grandes ejecutores. El trabajo que realizamos ha demostrado que algunas de las conductas anteriores (establecer objetivos ambiciosos, tener procesos claros y generar confianza, por ejemplo) te ayudarán a avanzar mejor y más rápido. Pero es posible que también debas dar a tus compañeros y jefes más evidencia de tu velocidad, por ejemplo, siendo más transparente sobre en qué proyectos estás trabajando y dónde se encuentran en la actualidad.
