La conciliación de la vida laboral y familiar se configura como uno de los principales retos de las empresas del siglo XXI. Desarrollar políticas que permitan compatibilizar la esfera profesional y personal es ya una exigencia de los trabajadores, pero también una oportunidad para las organizaciones de cara a mejorar sus resultados.
La conciliación de la vida laboral y familiar: más allá de los hijos
Ahora bien, es conveniente aclarar en primer lugar a qué se refiere el término de conciliación de la vida laboral y familiar. Es habitual que al hablar de conciliar en sentido estricto pensemos inmediatamente en una madre trabajadora, pero ¿acaso no puede compatibilizar su vida profesional y personal también un joven empleado sin cargas familiares?
De hecho, los trabajadores -independientemente de su edad o género- demandan, cada vez más, empleos que les permitan conseguir un equilibrio entre trabajo y vida personal, implantándose la idea de trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Por ejemplo, según un estudio de Hays elaborado en 2016, la principal demanda de los millenials es conseguir flexibilidad horaria para poder organizar sus vacaciones y viajar. El sexto lugar de esta lista de peticiones de los jóvenes empleados está ocupado expresamente por la petición de facilidades para conciliar la vida laboral con la familiar.
Por tanto, el concepto de conciliación de la vida laboral y familiar debe comprenderse en un sentido amplio. Así, según recogen Alan Felstead, Nick Jewson, Annie Phizacklea y Sally Walters en Opportunities to work at home in the context of work-life balance, la conciliación laboral se refiere a “la habilidad de los individuos de encontrar un ritmo de vida que les permita combinar su trabajo con otras responsabilidad, actividades o aspiraciones”. Por su parte, Carlos Martí y Sandalio Gómez, autores de La incorporación de la mujer al mercado laboral: Implicaciones personales, familiares y profesionales, y medidas estructurales de conciliación trabajo-familia), describen la conciliación como el “satisfactorio rendimiento en ambos ámbitos, es decir, que se puedan conservar las relaciones familiares que se consideren deseables, pero al mismo se obtenga un buen desarrollo laboral”.
Como explica José María Fernández-Crehuet Santos en su obra La conciliación de la vida profesional, familiar y personal: España en el contexto europeo, “los cambios que se han producido en los últimos decenios, como la incorporación de la mujer al mercado laboral, el incremento de una economía globalizada, el mantenimiento de unos horarios no racionales y la tendencia hacia la extensión real de la jornada laboral, ejercen presión en la interdependencia entre la esfera familiar, laboral y personal”. Una presión que genera otros síntomas negativos para el buen desarrollo profesional: cansancio, hastío, desmotivación, insatisfacción y falta de productividad.
De ahí la importancia de fomentar la conciliación de la vida laboral y familiar tanto por los propios empleados, como por parte de las organizaciones y demás actores implicados, con la finalidad de conseguir una armonía entre la jornada de trabajo y las actividades personales que favorezca el bienestar, la salud y la capacidad de trabajo de las plantillas.
¿Por qué impulsar la conciliación desde las empresas?
No cabe duda a día de hoy de que un empleado satisfecho y motivado rinde más y, en este estado de bienestar laboral, tiene mucho que ver la capacidad para compatibilizar trabajo y tiempo libre. Como pone de manifiesto el trabajo La satisfacción laboral y la conciliación entre la vida familiar y laboral, de Andrea Eugenio Tarajano, existe una relación directa entre las opciones de conciliación de las que dispone un trabajador y su satisfacción laboral.
Como consecuencia, “la incorporación de una estrategia de conciliación de la vida laboral, familiar y personal que permita mejorar la cultura de una organización, además de beneficiar a la plantilla, repercute positivamente en los beneficios de la propia empresa en términos de productividad y cuentas de resultados”, sostiene el trabajo Conciliación de la vida laboral, familiar y personal, elaborado por el Ministerio de Igualdad.
¿En qué sentido afecta una adecuada conciliación de la vida laboral y personal a la marcha de una compañía? Aparte de las ventajas para los propios profesionales y la sociedad en general, estas medidas provocan los siguientes beneficios para las empresas:
- Mejora el clima laboral.
- Mejora la gestión y planificación del tiempo.
- Disminuye el estrés y los conflictos laborales.
- Aumenta la satisfacción del personal.
- Potencia la retención del talento cualificado.
- Reduce los costes de reclutamiento y formación.
- Incrementa la fidelidad y estabilidad de la plantilla.
- Impulsa el compromiso de la plantilla.
- Acrecienta el rendimiento de los empleados.
- Afianza la implicación de la plantilla respecto a los objetivos de la compañía.
- Mejora la capacidad productiva de los equipos.
- Refuerza la atención y prestación de servicios por parte del personal.
- Disminuye el índice de absentismo.
- Facilita la atracción de nueva clientela.
- Favorece la captación de profesionales altamente cualificados que valoran la apuesta de la empresa por la conciliación familiar y laboral.
- Potencia el prestigio de la empresa y sus productos o servicios.
- Consolida las relaciones con otras empresas e instituciones públicas.
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