Las empresas que buscan conocer qué es aquello que motiva a sus empleados, y confirmar si están realizando un buen trabajo en lo referente a cuidar el clima laboral, no dudan en llevar a cabo encuestas que les permitan profundizar un poco más en lo que piensan sus trabajadores. Una encuesta de clima laboral supone un proceso mucho más asequible de lo que pueda imaginarse, no requiere ningún tipo de compromiso y se puede realizar invirtiendo solo unos pocos minutos, por lo que cualquier empleado puede realizarla. Los resultados deberían ayudar a establecer unas pautas sobre las que se gestionarán cambios o se tomarán decisiones, a fin de conseguir que el entorno de la empresa sea más productivo y satisfactorio.
Conociendo a los empleados
Si bien las encuestas de clima laboral deben respetar el anonimato de quienes responden, es fundamental que las preguntas se establezcan de una manera coherente con el objetivo de que aporten información de calidad a las empresas. Al garantizar que los empleados puedan responder de forma anónima, se está incrementando el volumen de éxito y fiabilidad de las respuestas, dado que nadie tendrá problemas ni miedo en responder de forma correcta. La encuesta debe concentrar tres tipos de preguntas.
Por un lado las preguntas de tipo demográfico, así como de segmentación. Estas son las preguntas que permiten separar en segmentos a cada uno de los encuestados sin poner en riesgo el anonimato, pero sabiendo un poco más acerca de la persona que está respondiendo. Por otro lado, las preguntas que se enfocan de una manera directa sobre el clima laboral. En este bloque hay que profundizar en el análisis del clima y hacer preguntas que puedan comprobar el nivel de implicación del empleado, así como su grado de motivación respecto al trabajo que se realiza a diario en la empresa. El tercer tipo de pregunta es abierta, permitiendo a las empresas plantearse dudas más segmentadas y determinadas, una vez que comiencen a estudiarse los resultados. En este último bloque se puede optar por introducir preguntas que hablen de cómo se sienten los empleados en términos de satisfacción respecto a cada uno de los aspectos del funcionamiento de la empresa, segmentando las respuestas por departamento, para conocer mejor dónde se encuentran los puntos fuertes y débiles del negocio y la organización, desde el punto de vista de los trabajadores.
Un largo camino por recorrer
Todo depende de cómo se establezca la encuesta y de cuántas preguntas tenga, pero el camino hasta tenerla preparada puede ser más largo de lo que se podría imaginar. En algunos casos hay empresas que realizan encuestas muy largas, con más de 50 preguntas, lo que implica un tiempo de producción mayor, así como también un tiempo generoso para poder responderlas.
A la hora de organizar las preguntas hay que fijarse muy bien en una serie de parámetros. Es necesario que la encuesta analice la motivación de sus trabajadores, preguntándoles si están motivados, si han cumplido expectativas o si sienten que sus habilidades están siendo aprovechadas. También es recomendable preguntar qué previsiones tiene el empleado de seguir en la empresa o si se cambiaría a otra de conseguir una oferta. No hay que dejar de lado el tema del desarrollo profesional, preguntando sobre si se están gestionando bien en la empresa las oportunidades de desarrollo disponibles para los empleados.
La encuesta tiene que volcarse en el análisis de la productividad, preguntando a los empleados si están satisfechos con su trabajo actual, si tienen las herramientas necesarias o si creen que tienen el volumen de trabajo correspondiente a sus habilidades y posibilidades. Otras preguntas tendrán que analizar la proactividad, el trabajo en equipo con los compañeros de oficina y la relación con los superiores. Además de esto, se valorará con distintas preguntas el nivel de satisfacción del empleado respecto al entorno físico y al psicológico. Y, para terminar, habrá que hacer especial hincapié con varias preguntas en la identificación de la empresa, la manera en la que ésta es vista y si cuenta con una imagen saludable respecto a los trabajadores.
El análisis de estas respuestas ayudará a la empresa a determinar si está potenciando su clima laboral de una manera adecuada o si tiene que introducir cambios, antes de arriesgarse a que el organismo que representa se desmorone, debido al desgaste al que se ven sometidos a diario sus empleados.