La búsqueda de medios alternativos de solución de conflictos antecedentes históricos siempre ha tenido una alta demanda por parte de empresarios que tratan de aportar a su negocio un mejor estado. A nadie le gusta que en su empresa se puedan producir discrepancias, tanto si se llevan a cabo entre varios empleados como si el problema lo tiene un empleado con la administración o con algunos de los altos cargos. En ocasiones no se puede recurrir a los métodos clásicos, por lo que hay que trabajar para que las situaciones complejas se puedan resolver por sí mismas. Porque un mal ambiente puede llevar a que cualquier negocio, por exitoso que sea, se encuentre ante la espada y la pared en cuanto a su progreso y evolución.
Team Building
Muchas empresas han demostrado que el Team Building es una de las mejores técnicas “descubiertas” en los últimos años para lograr que se reduzcan los conflictos laborales. Al fin y al cabo, una gran parte de los problemas que se producen entre varias personas del entorno de trabajo se encuentran motivados porque no existe cierto vínculo personal entre ellas. Trabajar rodeados de extraños no es algo que funcione ni que haya funcionado nunca, sobre todo cuando esta falta de interacción puede producir reacciones adversas entre miembros de una misma empresa por creencias personales o primeras impresiones. Por eso el Team Building ayuda tanto, porque permite crear un vínculo más estrecho entre las personas de una misma empresa. La filosofía es similar a la de las cenas de empresa que se organizan en Navidad y que tienen como objetivo hacer piña y reunir a los empleados para que puedan relacionarse de forma distendida lejos de la oficina.
Las actividades de Team Building son variadas y han llegado a todo tipo de negocios, incluso a los que inicialmente no parecía que se pudieran beneficiar de este tipo de idea. Las hay de muchos estilos y una gran parte de ellas implican realizar actividades físicas de equipo para unir lazos y tener la posibilidad de gestionar de una forma más natural ese tipo de relación con los compañeros de oficina o incluso con los superiores. Algunas de estas actividades incluyen la celebración de actividades deportivas que permitan al grupo participar de forma simultánea, como partidos de fútbol o baloncesto, partidos de golf o incluso enfrentamientos en juegos de combate como el paintball. Todo depende del perfil de la empresa, de sus trabajadores y del tipo de personas que estén en plantilla, dado que en general se busca organizar un evento de Team Building que tenga la posibilidad de satisfacer a todos los individuos que participen.
También se puede apostar por otro estilo de actividad, como los juegos de escape, que se encuentran cada vez más de moda y aportan una relevante oportunidad de que compañeros de oficina que no tienen contacto conecten de una forma muy personal. Como se puede ver el único paso al que hay que prestar atención es a la búsqueda de las mejores propuestas para construir, a partir de ahí, lo necesario a la hora de potenciar las relaciones entre empleados.
Incentivos para la colaboración
A veces los empleados no quieren colaborar con sus semejantes en la empresa por muy variados motivos. Quizá piensen que les retrasan o es posible que simplemente estén un poco encerrados en su propio entorno y prefieran no complicarse la vida con ellos. La cuestión es que la administración tiene la responsabilidad de lograr que estos profesionales puedan alcanzar el nivel de coordinación que necesitan para que su trabajo llegue a buen puerto lo antes posible. Y que esto ocurra dependerá de lo que tarden en conectar esfuerzos, en colaborar y en ver que todo es mucho más fácil cuando se hace con el apoyo de otras personas como ellos.
Teniendo esto en cuenta hay que crear incentivos para la colaboración, proponer ideas que puedan ser útiles a la hora de definir pasos a seguir de manera que se colabore de una vez por todas. Podemos establecer recompensas por el trabajo bien hecho a tiempo o por ver cómo se fomenta el espíritu de equipo. Debemos buscar la manera de ofrecer un incentivo que no tiene porqué ser económico y también para ello es posible pensar en la competitividad. Aunque no siempre es una buena recomendación, un entorno competitivo hará que aumente el interés y en este caso sí se puede dar una buena recompensa. Los empleados verán que en solitario no podrán alcanzar la victoria y por ello decidirán colaborar con sus compañeros. Esto nacerá como algo forzado y pronto se habrá establecido como algo normal y natural en la empresa.