En los últimos años, una generación de jóvenes cada vez mejor preparados ha llamado a la puerta de las empresas con la intención de hacerles saber que están preparados para adoptar roles de importancia en ellas. Las nuevas generaciones, principalmente de personas nacidas a partir de la década de los 80, han crecido rodeadas de un nivel de exigencia superior y de todo tipo de avances tecnológicos que les han permitido llegar aún más lejos, son tan innovadores, preparados y creativos sin caer en el talento callejero, . Es por ello que las empresas comienzan a rifarse a los principales talentos jóvenes de cada uno de los sectores. ¿Pero cuáles son realmente las ventajas y desventajas de confiar en el talento joven en lugar de optar por el talento experimentado de profesionales con un mayor recorrido a sus espaldas?
Ventajas de una generación mejor preparada alejada del talento callejero
Unir a las filas de una empresa un joven y nuevo empleado tiene una clara serie de beneficios que no se pueden dejar pasar. Desde el primer día es refrescante ver que se trata de miembros del equipo que están cargados de energía y cuyas acciones acaban proporcionando una inyección de moral al resto de compañeros. Su situación, al carecer de experiencia, les sitúa en un entorno en el cual no van a tener ningún tipo de problema para dar el máximo de sí mismos, a fin de obtener unos resultados que ayuden a fortalecer su imagen y puesto en la empresa.
Son, por otro lado, una generación que ha crecido acostumbrada al cambio y que ha estado rodeada de multitud de influencias que han estructurado su desarrollo. Tienen la habilidad de adaptarse de manera muy adecuada a los distintos cambios que se puedan introducir en el día a día del trabajo y no tienen miedo de enfrentarse a nuevos retos que requieran de ellos ir un poco más allá de sus niveles de esfuerzo. Así mismo, cuentan con un punto de vista neutro en cuanto a la manera de trabajar, no arrastrando vicios que pueden tener los profesionales experimentados debido al tiempo pasado en otras empresas con anterioridad. Esto siempre ayuda a que su forma de trabajar sea idéntica a la de sus compañeros en poco tiempo y beneficia al grupo por la naturalidad con la cual el trabajador joven congenia rápidamente con el resto.
Pero sin duda, lo importante de introducir talento joven en el entorno de una empresa es la forma en la que su llegada puede reactivar a todo el equipo y el flujo de trabajo. Por una parte, por el nivel de autoexigencia al que se ve sometido este trabajador, con el cual es fácil llegar a influir en los demás compañeros. Por otra parte, por la competencia sana que se puede crear con empleados más veteranos. Y también por el simple motivo de ver cómo su energía fresca y pura puede llevar a renovar la de los demás.
Pero también tiene desventajas
Los empleados jóvenes aportan tanto aspectos positivos como negativos a las empresas que confían en ellos en sus procesos de contratación. La obvia falta de experiencia es un inconveniente claro. Estos jóvenes, aunque llenos de ambición, han terminado sus estudios y posiblemente no hayan llegado a tener la oportunidad desenvolverse en un ambiente laboral auténtico. No todos exprimen sus años de universidad con prácticas que les formen y que les ayuden a tener el conocimiento necesario para no desentonar en el momento de introducirse en una empresa. Por eso, cuando comienzan, pueden requerir un periodo de aclimatación durante el cual la empresa deberá tener un poco de manga ancha con ellos.
El entusiasmo de los jóvenes, por otra parte, puede llegar a ser excesivo. Están tan llenos de energía que si esta no se encuentra bien canalizada podría derivar en provocar problemas en la estabilidad del entorno laboral. Todo depende de la educación que haya tenido el trabajador, tanto en términos académicos como personales, por lo que para la empresa es una auténtica ruleta rusa.
No menos relevante el talento experimentado, aquellas personas que han vivido mil batallas y que cuentan con capacidad y sangre fría para enfrentarse a las situaciones más complicadas. En un entorno profesional inestable, en el cual pueda ocurrir cualquier cosa, los trabajadores más experimentados serán los que sepan mantener la calma y salir del paso, mientras que los jóvenes quizá se vean desbordados.
Buscando el talento escondido
Los profesionales de la caza de talento saben que las mejores oportunidades se encuentran en aquellos candidatos que combinan una buena preparación y un talento todavía por explotar, además de ser proactivos, creativos, responsables e innovadores, características que se alejan del talento callejero. Por eso es importante confiar en el talento joven y saber ver cuáles son los casos en los que los candidatos pueden llegar a resultar fundamentales para la mejora de una empresa y de su entorno laboral, pero siempre analizando a cada uno de los jóvenes a fin de ser capaces de seleccionar a los mejores. Y de haber dudas siempre se puede recurrir a una de las frases más apropiadas de Bill Gates dentro de este contexto:
«Nuestra clave siempre ha sido contratar a gente muy inteligente»
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