El sector empresarial es cada vez más consciente de la importancia de potenciar las inteligencias múltiples de la plantilla. Se trata de detectar las fortalezas de cada empleado y maximizarlas, incrementando el desarrollo de las personas y la productividad de la compañía.
Hasta hace poco, el nivel de inteligencia de una persona se vinculaba a su grado de brillantez académica: a mejores calificaciones y expedientes, mayor inteligencia. Sin embargo, en la actualidad, se ha llegado a la conclusión de que existen inteligencias múltiples, cada una con su particular aplicación práctica. Así, un premio Nobel en Química no es más inteligente que un campeón olímpico; simplemente poseen habilidades diferentes.
¿Y si aprovechamos esta diversidad de competencias en la empresa? Por ejemplo, un profesional del marketing necesitará una alta inteligencia espacial para diseñar sus campañas, mientras que un comercial destacará por sus habilidades interpersonales. Como señala M. Victoria S. Nadal, en su artículo Hay más de una forma de ser inteligente… también en el trabajo, “al aplicar la teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner en el trabajo, podemos cambiar la forma en que se capacita a los empleados y en que se asignan los roles y funciones dentro del equipo, porque estaríamos comprendiendo mejor sus aptitudes”.
La teoría de las inteligencias múltiples
En 1983, Howard Gardner revolucionó el campo del aprendizaje con su Teoría de las inteligencias múltiples, recogida en su obra Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. Para este doctor y profesor en Psicología y Ciencias de la Educación en la Universidad de Harvard, la inteligencia es un conjunto de distintas y diferenciadas inteligencias, en contraposición al paradigma de la inteligencia única.
En concreto, la investigación de Gardner desglosó la inteligencia humana en ocho capacidades potenciales:
- Inteligencia lingüística. Esta habilidad está relacionada con la pericia en la que una persona utiliza el lenguaje, tanto en su versión oral, como escrita o corporal. Por ello, es muy importante en profesiones como políticos, periodistas, conferenciantes…
- Inteligencia lógico-matemática. Los sujetos con esta inteligencia destacan por su capacidad para resolver problemas, realizar operaciones mentales y trabajar con hipótesis abstractas. Los ingenieros, financieros o científicos suelen gozar de este tipo de competencias.
- Inteligencia espacial. Este tipo de las inteligencias múltiples supone una alta capacidad para recrear espacios de forma mental y manipularlos con la imaginación, por lo que suele darse en los campos de la arquitectura, el diseño o la publicidad.
- Inteligencia musical. Se trata de la habilidad para comprender, analizar y crear obras musicales. Aunque es propia de los músicos y compositores, también es relevante en otros puestos laborales, como técnicos de sonido o críticos musicales.
- Inteligencia kinestésica. En este caso, el potencial de la persona se concentra en su capacidad para realizar actividades que necesitan de una buena función motora. Es muy útil para bailarines y deportistas, pero también para cirujanos o cualquier otro profesional que tiene que realizar trabajos manuales.
- Inteligencia intrapersonal. Consiste en la capacidad para tomar consciencia de uno mismo y usar esa información para tomar decisiones. ¿Quiénes poseen esta inteligencia? Los emprendedores, por ejemplo, son un buen ejemplo.
- Inteligencia interpersonal. En este caso, las personas desarrollan una gran capacidad para comprender a los demás y mostrar una actitud empática, por lo que es muy demandada para trabajos en los que el contacto humano es frecuente, como comerciales, docentes o psicólogos. Esta modalidad, junto a la inteligencia intrapersonal, conforman lo que Daniel Goleman describió como inteligencia emocional.
- Inteligencia naturalista. Esta inteligencia se refiere a la habilidad para disfrutar de los entornos naturales y de aprovechar los recursos para crear soluciones ingeniosas, crear patronas y prever tendencias de la naturaleza. Aventureros, jardineros o biólogos disfrutan de un alto grado de esta competencia.
Cómo desarrollar las inteligencias múltiples
Junto a la formulación de las ocho inteligencias múltiples, Gardner hizo otra aportación al definir la inteligencia como una capacidad capaz de desarrollarse, en lugar de un atributo innato. De este modo, igual que un deportista de élite necesita muchas horas de entrenamiento para explotar su potencial, un contable, un directivo o el montador de una fábrica también tendrá que trabajar sus capacidades. Como decía el gran jugador de gol Gary Player: “Entre más entreno, más suerte tengo”
Esta perspectiva genera grandes oportunidades en el ámbito empresarial, pues las compañías no solo pueden incorporar a sus plantillas diferentes perfiles que enriquezcan el capital humano, sino que también pueden potenciar las inteligencias múltiples de sus trabajadores para optimizar el desarrollo profesional de su plantilla y su rendimiento.
Así, mediante programas de coaching y planes de formación personalizados, en los que la capacitación se adapte al potencial del profesional y las necesidades de la empresa, la organización puede aprovechar al máximo el talento de su plantilla.
Conscientes de la importancia de la capacitación, en el Grupo P&A lanzamos un curso sobre Formación de formadores: los cuatro estilos de aprendizaje, para que los directivos empresariales aprendan las pautas para desarrollar a sus colaboradores.
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