Solo el 7% de los empleados españoles se sienten satisfechos en sus respectivos puestos de trabajo, según recoge el Estudio Global sobre el compromiso y el espacio de trabajo, de Steelcase. Sin embargo, numerosas investigaciones inciden en el impacto que tiene la felicidad laboral en el desempeño profesional y la productividad de las organizaciones. ¿Cómo podemos conseguir un capital humano comprometido e implicado? ¿Qué estrategias motivacionales podemos llevar a cabo?
¿Qué es la motivación?
La motivación laboral ha sido tema de estudio de numerosos investigadores en las últimas décadas, dando lugar a diferentes paradigmas sobre los factores que influyen en la felicidad y satisfacción de los trabajadores, como la Teoría de las Necesidades de Maslow, la Teoría de los dos factores de Herzberg o el Modelo de los Tres Factores de MacClelland, entre otras.
Pese a las diferencias en cuanto a sus causas, en términos generales, la motivación puede definirse como “un estado interno que incita, dirige y mantiene la conducta”, según recoge Anita Wollfolk en Psicología educativa. Un estado que, según puntualiza Idalberto Chiavenato en Comportamiento organizacional. La dinámica del éxito en las organizaciones, es “el resultado de la interacción entre el individuo y la situación que lo rodea”.
Se trata, como señala William P. Sexton en Teorías de la Organización, del “proceso de estimular a un individuo para que se realice una acción que satisfaga alguna de sus necesidades y alcance alguna meta deseada para el motivador”.
¿Para qué sirven las estrategias motivacionales?
El estudio sobre la relevancia de la motivación en el ámbito profesional no es casual, sino que se debe al descubrimiento de la influencia que tiene este elemento con los resultados empresariales. En este sentido, las estrategias motivacionales benefician a los trabajadores y la empresa en múltiples aspectos, desde la mayor felicidad, capacidad de innovación, crecimiento personal y gestión del estrés de los empleados, hasta la reducción del absentismo y la rotación de personal o el aumento de la productividad de las organizaciones.
De hecho, según publicó la Universidad de Warwick en su estudio Happiness and Productivity, aplicar correctamente estrategias motivacionales en las compañías consigue disponer plantillas un 12% más productivas, mientras que la consultora Crecimiento Sustentable asegura que los empleados motivados presentan hasta un 33% más de dinamismo y energía en su desempeño laboral.
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Estos son solo algunas de las conclusiones a las que han llegado los expertos en los últimos años, pero ¿cómo podemos llevar a la práctica estas estadísticas? Entran en juego las técnicas de motivación.
¿Cómo impulsar la motivación en la empresa?
Para conseguir equipos implicados y satisfechos, los directivos pueden poner en práctica las siguientes estrategias motivacionales:
- Aportar nuevos retos. El 85% de los trabajadores se sienten menos conectados con sus trabajos a los seis meses de ocupar su empleo, según la Harvard Business Review. Si queremos mantener la motivación de los equipos de forma permanente, es necesario plantear a los empleados desafíos en los que puedan poner en práctica sus fortalezas y ampliar sus capacidades, dotándoles además de las herramientas de capacitación necesarias para llevarlos a cabo.
- Alinear el puesto con el trabajador. Otra de las estrategias motivacionales más eficaces es conseguir que cada empleado ocupe un cargo en el que encaje en función de sus aptitudes y actitudes. De este modo, el trabajador se sentirá satisfecho y deseoso de desempeñar sus funciones. “La mayoría de las empresas diseñan puestos de trabajo y luego les asignan personas; nuestros mejores jefes a veces hacen lo contrario: cuando encuentran personas con talento, están abiertos a crear empleos específicos para ellas”, recoge el artículo Tres estrategias para motivar a los talentos de su empresa.
- Promover la equidad de la política salarial. Si bien el sueldo es uno de los factores extrínsecos que incrementan la motivación de los profesionales, lo cierto es que igual –o más- relevante es que los salarios y promociones se basen en criterios equitativos que generen en la plantilla una sensación de justicia respecto a las retribuciones y oportunidades laborales.
- Ofrecer reconocimiento. Según el estudio Employee Recognition: Low Cost, High Impact de Gallup, los profesionales que no perciben reconocimiento tienen hasta el doble de probabilidades de abandonar la compañía. Mostrar a los empleados que son valorados por su trabajo es una de las estrategias motivacionales más efectivas y, además, baratas y fáciles de llevar a cabo.
- Fomentar la participación. Cuando un empleado no se siente parte de la compañía, sus niveles de satisfacción y compromiso descienden. Por el contrario, si los directivos son capaces de integrar a los equipos en la toma de decisiones consiguen que los trabajadores perciban el proyecto como suyo y, por tanto, aumente notablemente su motivación.
- Generar relaciones sociales. Algunos pensarán que desarrollar actividades de deportes de aventura, organizar viajes de ocio para toda la plantilla o instalar zonas comunes para el esparcimiento de los empleados son prácticas poco útiles de empresas ‘snob’, pero lo cierto es que los estudios evidencian que fomentar las relaciones interpersonales entre el capital humano es fundamental para impulsar su motivación. Por ejemplo, contar con un buen amigo en el trabajo hace que la satisfacción del empleado se dispare un 50% y que sea 7 veces más propenso a trabajar con entusiasmo, según Gallup.
- Garantizar unas condiciones de trabajo óptimas. Hablamos de seguridad laboral, acceso a recursos y políticas de conciliación de trabajo y vida personal. Se trata, en definitiva, de favorecer el bienestar laboral de los empleados en todos los ámbitos, desde el hecho de que dispongan del material necesario para llevar a cabo su trabajo, como que puedan disfrutar de programas de flexibilidad laboral.
Ahora bien, para poner en marcha estas estrategias motivacionales, es necesario conocer previamente cuál es el estado de satisfacción de la plantilla. Para ello, en el Grupo P&A trabajamos junto a la consultora internacional Louis Allen para facilitar a las compañías encuestas organizacionales que permitan obtener un correcto diagnóstico de la situación de su organización y las ideas claras sobre las acciones y medidas que deben tomar.
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es interesante la informacion la verdad me sirvio de mucho .