Cuando empezamos a trabajar en un negocio es normal ver cómo los trabajadores se sienten animados y muestran esfuerzo por acostumbrarse a su labor y a su rol en la empresa. Pero ¿y una vez que ya hemos entrado en una dinámica estable? Muchas personas se adaptan tanto a ese ritmo y a su trabajo, que poco a poco van perdiendo la ilusión que mostraban en los primeros meses de trabajo. ¿Es evitable esa apatía que deriva en una reducción de la productividad laboral? Obviamente sí. Para ello hay que saber optimizar todos los recursos y herramientas con el fin de aumentar el rendimiento de estos empleados que se han quedado un poco atascados.
Organización
El punto más importante para aumentar la productividad laboral es tener unas buenas pautas organizativas. Esto no se limita simplemente a tener un entorno ordenado donde sea fácil encontrar cada herramienta de trabajo, también incluye el saber administrar el tiempo y el esfuerzo con el único fin de optimizar los recursos y por tanto aumentar la productividad. Tener una agenda diaria donde mantener un orden de prioridades es una buena forma de poder focalizar todo el esfuerzo en labores importantes y conocer aquellas que pueden estar en la lista de pendientes o, en caso de ser el cabeza de equipo, saber cuáles se pueden derivar a otros miembros del equipo. Pero la organización no se limita solo a saber gestionar el tiempo, también hay que mantener un espacio de trabajo limpio y ordenado donde cada cosa esté en su sitio y cada sitio en su cosa. Eso permite que se pierda menos tiempo buscando los objetos que se necesitan.
Comunicación constante
Cuando no hay un buen ambiente de trabajo es normal que la comunicación con otros compañeros sea escasa o incluso nula. Esta falta de comunicación constante puede ser un gran hándicap para la producción. En ocasiones no hablar con el compañero, sobre todo cuando se hace un proyecto en grupo, puede generar malos entendidos que hacen retrasar el trabajo, provocando así que la productividad se reduzca de forma considerable.
Tener una relación cordial donde la información fluya sin problemas es vital para saber qué función tiene cada uno dentro del grupo y por tanto para tener una buena organización de las tareas a realizar. Crear una dinámica perfecta de comunicación será imprescindible para llegar a los objetivos comunes finales de manera exitosa.
Formación continuada
La sociedad avanza y la forma de trabajar también. Hace dos décadas era casi imposible creer que la tecnología iba a ser la piedra angular de muchas empresas. ¿Qué hubiera pasado si los trabajadores de esa época no se hubieran formado para seguir el tren de la tecnología? Se habría producido una gran cantidad de analfabetos digitales con la inevitable reducción en la productividad laboral de los trabajadores debido a no saber utilizar las nuevas herramientas de trabajo.
Ese problema que os hemos planteado es algo que sigue ocurriendo: aparecen nuevas aplicaciones, programas o cambios a la hora de llevar a cabo una labor y no todo el mundo está preparado. Por eso es vital que los empleados estén en constante aprendizaje y renueven conocimientos con el fin de estar siempre a la última en cuanto a sus posibilidades. Al fin y al cabo, los conocimientos será lo que necesiten poner en práctica en el trabajo para que su nivel de productividad sea significante.
La importancia de la motivación
No existe nada más importante que la felicidad de los trabajadores. Un empleado que se siente integrado en un grupo y sabe qué trabajo es importante, es una persona feliz. Y cuando alguien está contento se siente pleno, con energía, fuerza y aumenta su productividad casi el triple, ¡y todo por sentirse feliz en su puesto de trabajo! Pero para lograr ese estado de satisfacción es importante hacer uso de la motivación. Siempre es vital tener en cuenta el ambiente. Un lugar de trabajo que sea inspirador y le permita a los miembros de un equipo experimentar con su creatividad y aplicar todas esas ideas en el proyecto es una buena forma de lograr despertar toda esa motivación y ganas de llevar adelante dicho proyecto. Otra forma para inspirar a los trabajadores es preocupándose de sus inquietudes y necesidades. Está comprobado que cuando una persona se siente valorada y necesaria en un lugar le resulta más fácil sentirse motivado y por tanto aumenta su productividad.
2 comentarios. Dejar nuevo
¡Gracias por la publicación! Yo creo que para aumentar la productividad lo esencial es encontrar el sistema que mejor se adapte a ti. En mi caso es el método kanban. Yo uso https://kanbantool.com/es es una herramienta perfecta para la gestión de tareas, es muy visual y fácil de usar. Cada usuario tiene un tablero donde le aparecerán distintas tarjetas creadas para compartir ideas, listas de tareas, tareas en proceso, etc.
Gracias por su contribución