Las emociones y el compromiso son contagiosos
Algunas personas suelen pensar que su estado particular de ánimo les afecta solo a ellos y no influye en los demás. De esta manera, aunque uno esté desanimado, apático, o desinteresado puede sostener una entrevista, asistir a una reunión o despachar con un colaborador y nadie tiene que notarlo. Incluso pueden creer que las emociones de uno, su enfado, abatimiento o tristeza solo es asunto suyo y, mientras se guarde la debida compostura, no tiene por qué afectar a los…