Identificar, analizar y describir la iniciativa que queremos poner en marcha es la primera fase en la constitución de una compañía.
El plan o proyecto de empresa es mucho más que un dossier: nos permite estudiar la viabilidad del negocio en el futuro, utilizarlo como carta de presentación ante posibles clientes e inversores y reconducir los objetivos y procedimientos para adaptarlos a las circunstancias.
Por eso, este documento no debe caer en el olvido y debemos revisarlos periódicamente y ajustar su contenido si es preciso.
Consideraciones previas
Una vez que hemos meditado la idea y hemos llegado a la conclusión de que queremos desarrollarla, llega el momento de plasmar todos los detalles en el proyecto de empresa.
Pero antes de ponernos manos a la obra, es conveniente que tengamos en cuenta los siguientes aspectos:
- Es importante que todos los socios del proyecto participen en la creación del proyecto de empresa. De este modo acordaremos el espíritu y objetivos del nuevo negocio y evitaremos que surjan discrepancias a posteriori.
- Debemos ser claros y concisos en los datos que aportamos, cuidando con esmero la presentación, ya que con el proyecto de empresa daremos la primera impresión a clientes, inversionistas o proveedores.
- Para facilitar su lectura, es recomendable realizar un dossier principal de entre 20 y 40 páginas, con los puntos destacados del documento y añadir el resto de contenido técnico como anexos.
- Podemos acompañar el proyecto de empresa de un resumen más breve, a modo de folleto publicitario; de vídeos en los que presentemos de forma visual la idea de negocio; y de gráficos e infografías que dinamicen la lectura, resalten los datos más relevantes y capten la atención.
- Los análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) o modelo canvas pueden servirnos de ayuda a la hora de extraer las ideas principales sobre el proyecto.
¿Qué debe contener el proyecto de empresa?
Aunque la estructura o denominación de los apartados del documento puede variar de unos a otros, existe un alto consenso en cuanto a los diferentes puntos que deben analizarse en el plan de empresa.
- Definición del proyecto. Se trata de poner en antecedentes sobre la idea de negocio que vamos a desarrollar, indicando el producto o servicio que comercializaremos, cómo surge el proyecto, a qué necesidades responde, quiénes son los fundadores y cuáles son los rasgos innovadores que nos llevan a pensar que será un éxito.
- Plan de marketing. En este apartado aclararemos todo lo referente a la comercialización del producto o servicio. Una vez que hayamos delimitado qué vamos a vender, realizaremos un estudio de mercado para conocer nuestra posición respecto a la competencia, y desarrollaremos los objetivos y estrategias a implementar.
- Plan de Operaciones. ¿Cómo vamos a ejecutar el proyecto? Esta sección del proyecto de empresa abordará el proceso de producción, aprovisionamiento y gestión de existencias del negocio a nivel técnico y organizativo.
- Plan de Recursos Humanos. Incluye todo lo relativo a la organización funcional de la empresa, desde la política de personal, contratación y formación hasta la estructura jerárquica de la compañía.
- Plan de viabilidad. Se trata de un estudio económico y financiero del proyecto, en el que se pormenorizan la inversión y financiación inicial, la previsión de gastos e ingresos y de tesorería.
- Resumen legal y normativo. En este apartado recogeremos la información relativa a la forma jurídica elegida, los trámites para la constitución de la misma y datos identificativos de la compañía.
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